CAPITULO 94

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Salí del ascensor a toda prisa pues se acercaba la noche ya, quería estar allí para entretenerla con cualquier trabajo y nadie sospeche nada, sin embargo, al poder visualizar su escritorio miré a mi socio Anthony que la tenia sosteniéndole de la cintura apegandola contra su cuerpo, la sangre se me encendió cual fuego, caminé más aprisa, cuando llegaba noté que Anna lo empujaba y le decía

—¡Déjeme señor Anthony!, por favor, no quiero nada con usted

Y escuché al hijo de puta decirle

—No te hagas, eres una de las zorritas de Danko, no te hagas la inocente, a estas alturas ya debe de haberte follado algunas veces, no vengas ahora a dártelas de santa

Me paré frente a ellos y acoté furioso

—¡Anthony!, ¿qué mierda estás haciéndole a mi secretaria?, te advertí que ella no es para tus gustos

Anna se soltó sollozando de las manos de Anthony y me abrazó suplicando

—Señor Danko, ¡ayúdeme, por favor!, no deje que me toque

El desgraciado se dio vuelta y me reclamó

—Danko, se me hace raro que la defiendas si... siempre has compartido a tus putas, jajajaja

Lo que el imbécil no vio venir fue el puñetazo que le di en su rostro, cayó como fardo hacia atrás, mientras le decía

—Te advertí que no la molestaras y ella no es una puta, yo no la he tocado, deja de insultarla, ¡Idiota!

Mi asistente Lucas asomó en ese momento y preguntó extrañado

—¿Qué pasa?, Danko, ¿por qué golpeaste a Anthony?

Anna intervino plantándosele enfrente de Lucas llorando y diciendo

—El señor Danko lo golpeo... porque Él me insultó, me dijo que soy una... ¡puta!, y yo... yo soy virgen, nunca me ha tocado un hombre

Otra voz se escuchó en la escena, era Boris mi otro socio que inquirió enojado

—¡Maldita sea, Anthony!, por Dios, te dije que no la jodas, ella no es como las que se revuelcan con Danko o con nosotros, además Él nos advirtió sobre ella, ¡jamás escuchas lo que se te dice!, por eso tienes siempre problemas

Anthony comenzó a levantarse con la ayuda de Boris, se estaba limpiando la sangre de sus labios, me miró y acotó

—Disculpa hombre, yo... yo creí que... ella y tú... perdón, no...volverá a suceder

Miró a Anna que además de sollozar estaba enojada, lo miraba con odio, sin embargo, le musitó

—Disculpa Anna... fue un error, no volveré a molestarte, perdona

Ella no le respondió nada solo le viró el rostro para no seguir observándolo, Boris y Anthony se fueron caminando hasta el ascensor entraron en él y se fueron, yo me senté en la silla del escritorio de Anna, inquiriendo furioso

—Por las remilputas, carajo, se los advertí, les dije que no la acosaran, que la dejen tranquila, ¡mierda!

Lucas habló intranquilo como si se sintiera culpable de algo

—Yo... estaba aquí, pero Anthony me dijo que... vaya a revisar en... producción del problema de una máquina y yo... le creí, por eso me fui, nunca la dejo sola cuando es hora de irse, por lo que me dijiste que la cuide, disculpa Danko, yo... tuve la culpa por dejarla sola

Me tranquilicé y le acoté

—Tú no tuviste culpa alguna Lucas, solo fuiste a cumplir una orden, pero ya pasó

LOS FETICHES DE MI PADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora