LOS FETICHES DE MI PADRE

CAPITULO 144

El señor Alexander miro a mi papá que estaba ya sonrojado y sonriente, aceptando que lo que acababa de decir yo, era muy cierto, puso sus manos en la cintura para recalcar

—Así que esto es lo que has estado deseando Danko, mmmm, bueno, si Serena lo acepta, yo también lo hago

Serena toda ella risueña exclamo

—Yo, acepto, solo quiero que seas feliz, mi amor

Entonces el señor Alexander alzo sus hombros, ya resignado, para decir

—Bueno, yo también acepto, pero, ¿entrarán todos en esa cama?, porque si no la vamos a romper toda, jajajajaja

Las risas de todos llenaron la sala, ver reír a mi papá me llena de amor, mi corazón, sus esposos lo abrazaban y besaban, después lo agarraron para hacerle cosquillas, más se reía mi papá. Tome mi celular y llame primero a Rosarito y después a Kuki, diciéndoles mi idea, ambas aceptaron en que fuera hoy mismo la orgía, que ellas dos llamarían a todos, se pusieron alegres, pues estaban muy preocupadas cuando lo vieron llorar y desmayarse.

Mientras tanto los miraba que seguían hablando a ratos entre ellos, ese mal semblante de mi suegro desapareció por completo. Llame a Alessandro y me informo que mis hijos ya dormían después de haber cenado, que Él me esperaba para cenar juntos, le dije que en media hora llegaría

Les anuncié a los tres que ya iba a regresar a casa, mi papá se levantó para abrazarme y agradecerme mi intervención me musito

—Te amo, hija, siempre a mi lado, siempre acompañándome en mis malos ratos y como siempre solucionándome mis pesares.

Lo abracé y le di un pequeño beso en una de sus mejillas y recordé que debía hablar con mi hermano para que dejara su habitación por hoy, había que dejar la casa solamente con ellos tres y los demás visitantes que pronto llegarían. Cuando lo llame escuche una gran algarabía y la voz de Nicolás

—Kiara, jajajaja, espera, es que, jajajaja, Giorgio se disfrazó de oso y mis hijos no lo dejan en paz, jajajaja

Después la voz de Danko mi hermano

—Kiara, creo que hoy dormiremos en casa de tu tío Mijaíl, ya nos invitó, los niños están jugando con los trillizos, avísale a mi papá que mañana regresamos a casa

Yo me alegré porque el destino puso sus redes en combate, todo estaba saliendo a pedir de boca, le dije que le avisaría a mi papá y le pedí que regresaran mejor en la tarde, porque yo idee un plan y debería llevarse a cabo hasta la mañana y acepto, nos despedimos y cerré la llamada

Me acerqué para despedirme, ver sus rostros alegres, me gusto sobremanera, por fin mi papá iba a sentir ese apoyo moral que necesitaba para calmar ese dolor dejado sin querer por ese alemán que se fue sin imaginarse siquiera que había dejado atrás a un corazón enamorado. Me regresé a casa, en el auto recordaba el llanto de mi papá y después su alegría cuando me despedí de Él

Al llegar a casa agradecí a Adrián y entre a casa, vi que una luz se reflejaba, camine hacia ella y encontré que había un camino de pétalos de rosas, sonreí al ver esa sorpresa por parte de mi amado esposo, seguí ese camino hasta nuestra habitación, al abrir la puerta, vi a Alessandro sentado en una silla mirándome con una linda sonrisa, se levantó para alcanzarme y abrazarme con fuerza para después besarme como si fuese la última vez

Fue un beso arrebatador, cuando casi quedamos sin aire me soltó los labios para decir con voz deseosa

—Mi amor, hoy es el aniversario en que me aceptaste en tu corazón, ¿recuerdas? Cuando dijiste que me amabas

Recordé la fecha y estaba en lo cierto, aunque no me había olvidado, lo que sí me olvide fue de subir el regalo que tenía justamente para entregárselo hoy en la noche, no me dejo ni hablar cuando se dio vuelta y me enseño lo que tenía en sus manos y reconocí esa cajita azul oscuro y exclame