Capitulo 20 Parte 3

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... Varias horas después, el atardecer llego y ambos equipos se encontraban descansando alrededor de la planta, preparándose para el exterminio de mañana. Al mismo tiempo, Emma junto con Amelie y Celia estaban charlando en la sala de estar.

C: ¿Y cómo te fue hoy Amelie?

A: Ayyy, falle otra vez –dijo con la mirada cansada.

C: Me lo temía, eso significa que no podremos contar con tu transformación durante el exterminio.

A: Lo siento –expreso un tanto deprimida.

C: Tranquila, con o sin 50% no las podremos apañar durante la misión, después de todo tanto Leo como Noah pueden transformarse sin mucho problema –le dio unas palmaditas en la espalda. Además, parece que tu compañera tiene un as bajo la manga, ¿verdad Emma?

E: ¿Hm? Ah, sí, tengo algo preparado para el día de mañana, ¿pero cómo lo sabes Celia?

C: Jacob me contó un poco sobre eso, aunque no me dio detalles al respecto.

E: Ya veo.

C: Dime Emma, ¿qué te parecía entrenar con él?

E: Emm, ¿Cómo describirlo? –miro un momento hacia el techo. Supongo que fue... "Muy completo".

A: ¿completo? ¿A qué te refieres?

E: Normalmente en cuando entreno con ustedes en Nyarla solo suelen utilizar sus habilidades y poder físico a la hora de entrenar, pero con Jacob fue diferente; él no solo uso su fuerza, sino que también hizo uso de su armamento y su equipo para llevar las cosas a su favor, terminando el enfrentamiento con una victoria total.

C: Si, eso suena como Jacob.

E: Ahora que lo pienso, tal vez más que "completo" creo que la palabra que lo define mejor es "real", se sintió como un combate real contra un miembro de alto rango normal que verías en un cuartel de la organización.

C: Así es, ahora creo que ya te haces una idea de lo que se espera de alguien que busca llegar a rango superior, ¿no?

E: Si, aunque tuve que quedarme agonizando durante un rato para darme cuenta de eso –mencionó con una sonrisa nerviosa.

A y C: ¡¿CÓMO?!

E: Ah, bueno, no fue la gran cosa. Durante el primer encuentro término con Jacob me dio un rodillazo en el estómago, pero ya estoy bien de verdad –dijo un tanto nerviosa por sus reacciones.

C: Ah, rayos, perdónalo, ¿sí? –juntó las palmas de sus manos. Supongo que es por nuestra culpa al siempre hacerlo ir con todo durante los entrenamientos, en serio lo lamento.

E: Ah, no, está bien, después de todo fue mi culpa al yo tampoco contenerme en ese momento, y él ya se disculpó conmigo por eso, así que no tienes por qué hacerlo tú también.

A: Hay que ver, como siempre eres una caja de sorpresas, Emma –exclamó de forma burlona. ¿Pero estás segura de que estás bien? Después de todo, hoy también tuviste el entrenamiento con Zack.

E: Ah, sí, no te preocupes; Jacob me atendió la herida con un botiquín médico, por lo que ya no me duele.

A: «No estoy muy segura de eso»

C: Ayy, supongo que es lo mejor que se puede hacer por el momento, si tan solo Lily estuviera aquí no habría necesidad de usar un botiquín.

E: Por "Lily" te refieres a Lilith, ¿no es así?

C: Si, todos le llamamos así tanto para acortar como porque a ella le parecía lindo.

E: Ya veo, ah, por cierto, sobre la habitación donde Diane y yo nos quedamos a dormir, ¿era la habitación de Lilith, verdad?

C: Si, ¿Cómo lo supiste?

E: Al inicio solo fue una suposición, ya que era la única habitación libre que había en este lugar, pero mientras acomodábamos nuestras cosas, Diane encontró una foto donde ella aparecía dentro de uno de los cajones.

C: Emmm, que extraño, no creí que se nos faltara una foto de Lilith por guardar –menciono colocando su mano sobre su barbilla.

A:... ¡Oh vaya! Miren la hora, parece que ya casi es la hora de cenar, ¿Qué les parece si comenzamos a cocinar ahora mismo?

C: ¿Hm? Ah, sí, es verdad, vayamos arriba de una vez, entonces –se levantó del sofá y se dirigió a las escaleras a la vez que Amelie y Emma la seguían...

Por otro lado, en el último piso de la planta, un chico solitario subía tranquilamente las escaleras, llegando al último piso de la planta, topándose en el pasillo a una chica pelirroja que venía en su dirección.

D: ¡Oh! Hola –dijo sorprendida. Tú eres Leo, ¿verdad?

L: Sí, y tú eras Diane, ¿verdad? ¿Necesitas algo?

D: Ah, no, en realidad quería darte esto –sacó una foto de su bolsillo y se la entrega.

En la foto se puede ver a Leo junto a una chica bajita y de cabello negro, sentados en el sofá mientras la chica lo toma del brazo con una sonrisa.

D: ¿Es tuya verdad?

L: Ah, sí, ¿Dónde la encontraste?

D: Estaba dentro de un cajón en la habitación donde nos alojamos Emma y yo, pensé que sería buena idea devolvértela.

L: Ya veo, muchas gracias, de verdad.

D: Jeje, no hay de qué.

A: ¡DIANE! –grito mientras subía las escaleras. ... Oh, estás aquí.

D: ¿Qué ocurre Amelie?

A: Ah, verás, las chicas y yo vamos a preparar la cena y quería saber podrías venir a ayudarnos, ¿puedes?

D: Claro, justo estaba por ir a buscarlas.

A: ¡Perfecto! Vamos entonces.

D: De acuerdo, nos vemos, Leo –dijo a la vez que se iba junto con Amelie.

L: Si, seguro... Lilith –murmuro dirigiendo su mirada a la foto. ... Te extraño.

... Al día siguiente, a las pocas horas de salir el sol, ambos escuadrones se hallaban en una de las salidas del cuartel, ya listos y preparados para la misión que se avecinaba. Ambos grupos ya estaban dentro de sus respectivos vehículos, a excepción de sus capitanes que verificaban que ya nada les hiciera falta desde el exterior de estos mismos.

L: Uff, ya termine con mi parte, no hay nada más que nos haga falta a nosotros.

N: Bien, en ese caso ya está todo listo, deberíamos ir subiendo a los coches de una-.

I: Ejem, creo que se olvidan, se les está pasando una cosa por alto, ¿no lo creen?

N: Ah, claro, discúlpenos por eso.

I: No importa, asegúrense de regresar a salvo, ¿entendido?

N: Claro, y de nuevo, muchas gracias por cuidar de Ruby en nuestra ausencia, en serio se lo agradezco.

I: Je, ni lo menciones, pero ten en cuenta que me deberás un favor después de esto.

N: Jajá, seguro –afirmo con una sonrisa. Nos vemos luego, profesora –exclamó caminando hacia el coche.

L:...

I: ¿Qué pasa Leo?

L: Ah, no, no es nada, jajá. Solo me quedé pensando... Bueno, Adiós profesora Ivy.

I: Cuídate Leo –le mostró una ligera sonrisa.

L: Si –le regreso la sonrisa y camino hacia el coche.

Una vez ambos se subieron a los vehículos, encendieron los motores y salieron uno detrás del otro.

I: Emm «Que curioso que ese chico diga "adiós" al partir a una misión» -pensaba al mismo tiempo que encendía un cigarrillo.

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