Capitulo 8 Parte 4

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Con las compras hechas y con el cielo anaranjado indicando el atardecer, Emma y Noah se dispusieron a regresar al cuartel.

E: Ayyy, al final nos tardamos más tiempo del que pensé que lo haríamos –comento mientras caminaban.

N: Si, no creí que se nos haría tan tarde, pero al menos no nos fuimos con las manos vacías.

E: Aunque por un momento me aterre al ver la caja registradora, sabía que sería caro, pero por un momento pensé que llegaría a los 4 dígitos de dólar. –dijo con una cara de preocupación.

N: Jajá, bueno, este hobby no es precisamente algo barato.

E: Me doy cuenta ahora que tengo estas bolsas en mis manos.

Al caminar, terminaron topándose con un pequeño parque que se encontraba al lado de la calle: este tenía una fuente en el centro con algunas bancas alrededor y una zona de juegos para los niños; el ambiente del parque se veía muy tranquilo, con gente caminando de un lado a otro, sentados en las bancas y los niños jugando.

E: Se ve muy lindo, ¿no crees? –se detuvo un momento para mirarlo.

N: Así es, se ve como un buen lugar para relajarse y simplemente dejarse llevar.

E: no sería una mala idea venir aquí de vez en cuando...

N: ... ¿Hm?, ¿pasa algo?

E: Ah, bueno, solo mira hacia haya. –dijo mirando hacia la fuente.

Sentado cerca de la fuente, se encontraba un anciano con aspecto de indigente con un pequeño bote en la mano enseñándoselo a la gente mientras hablaba en un idioma extraño.

AV: Some coins... ¿Please?... ¿Could you give me some coins? (unas monedas... ¿Por favor?... ¿Podría darme unas monedas?) –hablaba con una voz un tanto baja y cansada.

N:... Ya entiendo, «ese anciano, está hablando en una lengua muerta; no me sorprende que le sea tan difícil el conseguir que las personas le entiendan».

E: Noah, ¿podrías cargar esto por mí un momento? –pregunto acercándole sus bolsas.

N: Emma... claro, no te preocupes –sostuvo las bolsas de Emma mientras ella se dirigía hacia la fuente del parque.

Mientras se acercaba a la fuente saco su cartera y saco un billete de 200 dólares, al llegar lo coloco dentro del bote el cual el anciano se la pasaba mostrando a la gente.

E: Here you are, hope it helps (Aquí tiene, espero que le ayude) –expreso con una amable sonrisa en su cara.

AV: Oh... thank you so much young lady (Oh... muchas gracias, jovencita) –aun con su rostro cansado, este le regreso la sonrisa por su amabilidad.

E: Don't mention it (No hay de qué) –volvió a dejar salir una gran sonrisa y regreso hacia donde estaba su compañero. Uff, perdón, ¿te hice esperar mucho? –preguntaba mientras le regresaban sus bolsas.

N: Nah, para nada, sigamos con nuestro camino.

E: Claro.

Mientras ambos retomaban su camino, comenzó a oscurecer más y más hasta que el cielo se quedó completamente negro, haciendo que la luna se posicionara en la cima de nuevo.
N: Por cierto, me sorprendió que pudieras hablar con el anciano.

E: Ah, ¿acaso nos escuchaste?

N: No, pero si podía ver que estabas hablando un poco con él; no sabía que podías hablar una lengua muerta.

E: Bueno, eso es porque mi bisabuela me lo enseño cuando era una niña.

N: ¿tu bisabuela?

E: Sip, claro, ella también podía comunicarse normalmente con nosotros, pero parecía que se sentía más cómoda hablando con en ese ya antiguo idioma. –explicaba mientras podía verse en su cara una mirada nostálgica. En algún momento alcance a escucharla hablar así y me interese mucho en saber lo que decía, por lo que cuando le pregunte si me podría enseñar ella me respondió que si inmediatamente.

N: Así que desde pequeña ya eras bastante curiosa por las cosas –respondió con una alegre mirada.

E: Jajá, sí, tenía muchas ganas de aprender, y a mi abuela parecía gustarle mucho el enseñarme; por lo que cada que podía siempre la buscaba para seguir aprendiendo a como hablar en ese idioma; era muy divertido, ella era muy amable y paciente conmigo.

N: Ya veo, puedo ver que te encantaba estar con ella.

E: Así es, aunque de eso ya habrán pasado unos 14 años; ya hace tiempo que ella falleció junto con mi bisabuelo. –tenía la mirada un tanto deprimida.

N:... Lo lamento, creo que no debí preguntar

E: Ah, no, está bien; no me molesta, es solo que me es imposible no recordarla cuando se trata de este tema; ya no quedan mucha información relacionada con ese idioma y por lo que ese, incluso algunas personas que todavía lo hablan parecen que lo hablan mal.

N: No me sorprende, ya hace muchos años desde que se dejó de usarse como tal.

E: Aun así, no me arrepiento de haberlo aprendido; mi bisabuela se veía muy feliz mientras me enseñaba y el momento que pasamos juntas es algo que quiero atesorar por siempre en mi corazón. –le expreso con una grande y brillante sonrisa.

N:... Je, entiendo; creo que tu abuela estaría feliz de saber que lo mucho que la quieres.

E: ¿Eeeeh?, ¿tú crees?

N: Así es... por cierto, Emma, cambiando de tema; me interesa cuando hablamos de subir el nivel de entrenamiento, no pude evitar pensar que tal vez no me estás diciendo toda la verdad, puedo preguntar, ¿cuál es tu verdadera razón sobre el asunto?

E:... Veo que te das cuenta fácilmente de las cosas, sin embargo... no puedo decírtelo –le comento con una cara sonriente.

N: ¡¿Eh?!, ¿cómo que no puedes decírmelo? –dijo con la mirada confundida.

E: Jajá, pues eso, tonto; es un secreto, al menos por ahora, pero cuando llegue el momento créeme que te lo diré sin tapujo alguno.

N: con que un secreto... ya veo, aunque ahora tengo curiosidad por saber que es lo que tramas.

E: Jeje, puede que me lo piense mejor si tú me cuentas el que no quisiste decirme en el café. –le dijo con una sonrisa burlona.

N: Aaah, con esas tenemos, pues lo siento, pero de momento tampoco voy a decírtelo. –le contesto también burlándose de su intento.

E: Emm, Bueno valía la pena intentarlo –comento un tanto molesta.

De pronto, un extraño sonido se empezó a escuchar cerca de ellos, parecía ser un tipo de gruñido que provenía venir de algún lado, aunque no paso mi un segundo para que Noah se percatara de donde provenía.

N: Oye, ese sonido... ¿Era tú estómago?

E: Ah, S-Si, a-así parece –respondió con la cara roja como un tomate.

N:... Pff, ja, ja, ja, ja, ja, ja, mira que eres de lo que no hay –exclamo mientras no paraba de reír.

E: ¡NO TE RÍAS!, ¡SOLO ME HACES SENTIR MÁS AVERGONZADA!

N: Jajá, lo siento, lo siento; Bueno que se le va a hacer –saco su teléfono de su bolsillo y comenzó a escribir. –Estamos cerca del cuartel de todas formas, ¿quieres venir a cenar con nosotros?

E: B-Bueno... si no es mucho problema, me gustaría ir –decía aún avergonzada por lo de antes.

N: Muy bien, en ese caso déjame escribirle a los demás que vamos en camino hacia allá; solo no te acabes la nevera, ¿de acuerdo?

E: C-Claro que no tonto –le respondió molesta.

N: Jajá, muy bien –levanto su mano y la coloco sobre su cabeza. Apresuremos, entonces, que no están esperando en casa.

E: ¡S-Si! –le dijo con una alegre y emocionada sonrisa.

Y así, en un día como cualquier otro, es gracias a un par de secretos y la relación entre una novata y su superior que se puede ver un nuevo continuara a esta historia.

Capítulo 8: Un día tranquilo en Nyarla.

Fin.

Comentario del autor:

Últimamente, no hago más que escuchar música de entre varias de mis listas de reproducción, a veces me sorprendo de la cantidad de canciones que uno puede tener guardadas, ya sea en YouTube, Spotify o incluso descargadas en el PC o en el móvil; y más me sorprendo cuando veo que estas ya pasan el gigabyte de espacio y tengo que ver que ahí que quitar y que no.

Como bonus hoy vamos a poner un pequeño juego, intente adivinar a que series junto a sus respectivas portadas hago referencia en este capítulo, que estoy seguro de que talvez más de uno las conozca y quien no, pues que sepa que al menos ya tendrá algo que leer cuando la encuentre.

Por cierto, si todo va de acuerdo al plan, en 2 semanas más tendré preparadas unas cuantas cositas para ustedes, los que siguen mi historia, no es mucho, pero espero que lo aprecien.

¡Nos vemos la siguiente semana!

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