Watch Me To Death

Capitulo 2 Parte 1

Capítulo 2: ¿Qué es lo que quiero?

Ha pasado un mes desde ese fatídico día, y muchas cosas han ocurrido desde entonces, Emma por su parte no estaba mentalmente estable y gran parte de sus días sé la pasada deprimida.

A eso le siguió el funeral de sus amigos, evento que sucedió 2 semanas después de lo ocurrido, al no poder recuperar sus cuerpos solamente se les hizo un hueco entre las lápidas del cementerio de Nyarla, al mirar a sus tumbas y a sus familias llorar sentía como la carcomía la tristeza, la culpa... Y la ira.

Desde entonces, sus días han consistido solamente en entrenar, entrenar, entrenar y entrenar sin parar, solo disparándoles a los objetivos hasta cansarse físicamente al no poder vaciar su ira por completo, tal y como el día de hoy...

E: «Mierda, mierda, mierda, mierdamierdamierdaMIERDAMIERDAMIERDA»
-repetía en su cabeza constante mientras le disparaba a todo objetivo que viera.

Simplemente, no se dejó ni uno solo sin llenarlo de balas con su fusil, solo para una vez terminar dejarse caer al suelo y ponerse de rodillas.

E: Mierda... ¿Qué carajo estoy haciendo?...«Chris... Stanley... Ayúdenme» pensó con la mirada baja y las lágrimas empezaban a salir.

VM: ¡OYE CHICA CABALLO! –grito desde la entrada de la zona de tiro.

E: ¡N-Noah! –dijo mientras levantaba la cabeza en su dirección.

N: Hola, ah, perdona, recuerdo que me dijiste que no te llamara así –respondió caminando hacia ella. Te llamabas Emma, ¿verdad? –dijo mientras le ofrecía su mano para poder levantarse.

E: S-Sí, ha pasado un tiempo desde esa vez –contesto mientras la ayudaban a levantarse y se secaba las lágrimas. Y eh, ¿me estabas buscando?

N:Si de hecho, veo que eres muy perspicaz, necesitaba discutir un asunto contigo, ¿tienes tiempo ahora?

E: S-Si claro.

N: Muy bien, hablemos en la planta N3, no debería haber nadie a esta hora, por lo que podremos hablar tranquilos, ¿te parece?

E: D-De acuerdo.

Con eso, dicho ambos se dirigieron al elevador directo a esa planta, Emma que no había desayunado, así que pensó en aprovechar y fue a pedir algo de comida, un solo plato fue lo único que trajo a la mesa donde había decido sentarse...

N: Muy bien, antes que nada me tomé la molestia de revisar un poco tu información dentro del cuartel, -dijo a su vez que sacaba unas hojas de papel de un portafolio que tenía en su mochila y las acomodaba en la mesa. Tu nombre es Emma Spears, 22 años, entraste a los 18 en la academia de la AGSF, nada más terminar y pasar con honores decidiste entrar de inmediato a trabajar, ¿es correcto?

E: Sí es correcto.

N: También puedo ver que tienes un buen rendimiento físico, y parece que muchos de los que fueron tus instructores destacan a relucir tus reflejos, precisión y sobre todo tu alto desempeño con las armas de fuego, definitivamente tienes talento para esto.

E: G-Gracias «¿por qué me siento como en una entrevista de trabajo?».

N: De acuerdo, una vez dicho eso pasemos a lo importante, Emma, el mes pasado fue precisamente tu primera misión, ¿correcto?

E... S-Sí, es... Correcto –expreso con ansiedad en su cara y apretando los puños en su abrigo.

N:... Desde esa misión hasta donde pude saber te tomaste el resto de esa semana en descanso y a su vez tuviste 2 semanas de terapia diaria, como sabes este trabajo es muy duro, no son pocos los novatos que renuncian después de la primera misión, -menciono al mismo tiempo que volvía a colocar las hojas en el portafolio. También sé dé primera mano que no la pasaste muy bien durante esta, así que permíteme preguntarte una cosa.

E: ¿U-Una cosa?

N: Probablemente, ya se lo dijiste al psicólogo, pero quiero que me lo digas personalmente, ¿Por qué no has renunciado después de un mes a este trabajo?

En ese momento, hubo una pausa silenciosa en la conversación, Noah que llevaba viendo a Emma desde que empezó a hablar, podía ver como esta apretaba cada vez más fuertes sus puños y su cara no se veía muy bien, pensó en decirle que podríamos continuar después pero...

E: Yo... No lo sé... No... En realidad, si sé el porqué no lo he dejado hasta ahora –respondió con la cabeza agachada. La razón es porque siempre que me lo planteo, puedo ver a esa cosa frente a mí.

N: ¿Esa cosa?

E:... El resto, esa... Esa maldita mierda, siempre que me plateo renunciar a este trabajo, esa cosa se aparece ante mí, casi como si se burlara, en ese momento es cuando me siento realmente furiosa y no se me ocurre otra cosa que hacer que no sea entrenar para liberar mi frustración –expreso con una cara y una voz que dejaban muy en claro su enojo. Pero...

N: ¿Pero?

E: Pero no importa cuanto dispare, cuantas veces de en el blanco, mi rabia contra esa horrible cosa simplemente no desaparece, y yo... Yo... Simplemente, ya no sé... Que es lo que debo hacer. –contesto con una cara que parecía que se pondría a llorar.

N:... Emma, ahora que me has dicho esto creo es momento de pasar a lo que quería realmente – guardo el portafolio en su mochila, y puso las manos sobre la mesa. Quiero que te una a mi escuadrón y nos ayudes con la eliminación de restos.

E: ¡¿Q-Qué?! –sorprendida, levanto la cabeza y lo miro directo a los ojos. P-pero, ¿Qué no los escuadrones solo están formados por gente de alto rango?

N: Así es, ¿algún problema?

E: ¡C-Claro que lo hay! Digo, después de todo apenas acabo de comenzar con esto y..., ¿está bien que me pidas que me una siendo solo una novata? –pregunto mientras volvía a agachar la cabeza.

N:... Escucha Emma, en primera no hay nada de malo en que tú te nos unas, si así lo fuera no estaría preguntándotelo, en segunda personalmente, quiero que te unas como mi compañera en este escuadrón.

E: P-Pero, ¿Por qué yo de entre todos los demás?

N: Hay varias razones, una de esas es que eres la única de los agentes que sabe sobre mi secreto, otra es porque creo que nos serás de mucha utilidad, tienes un buen rendimiento y también pude comprobar no una sino 2 veces que tienes tanto buenos reflejos como una excelente vista y precisión, en resumen, quiero a alguien que pueda apoyarnos tanto desde la distancia como desde cerca y no se me ocurre alguien mejor ahora mismo que tú.

E: B-Bueno yo... No sé qué decir ante tal petición.

N: Solo debes decir, acepto o me niego, ¿Qué dices?

E: Y-Yo... Acepto, por favor, déjame unirme a tu escuadrón –expreso con una voz y mirada decidida.

N: Muy bien, bienvenida seas entonces al escuadrón H de Nyarla –le respondió con una gran sonrisa en la cara y estrechaba su mano. Bueno, ahora que se ha decidido me toca reportarle al comandante sobre tu respuesta, ¿me acompañas?

E: Claro, por favor cuida bien de mi

N: Eh, igualmente los demás detalles te los contaré en el camino, vámonos –dijo mientras se paraba de la mesa en dirección al ascensor.

E: De acuerdo –contesto mientras se levantaba e iba detrás de él.