Capitulo 14 Parte 1

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Capítulo 14: Bestia en ascenso y momentos relajados.

Ya han pasado 3 días desde que empezamos con esta misión, no se ha reportado nada sospechoso por el momento más allá de esa anciana que se encontraron Emma y Noah. Y como siempre, por mi lado, la cosa no podría estar más abandonada que un pueblo fantasma. Ni siquiera ha pasado un solo animal por aquí, ¿Qué se supone que tiene este lugar para que se encuentre así? Lo peor es que al no pasar gente por aquí no puedo preguntarle a nadie la razón del porqué.

Intente preguntarle a Ruby y a la empleada de esa panadería, pero no obtuve respuestas satisfactorias. Ruby solo me dijo que así ha estado desde hace días y la empleada parece ser que no se ha pasado tampoco por aquí recientemente, por lo que tampoco tiene idea. Se siente como si al jugar DS matara a ese caballero cebolla por error, y como castigo ahora no puedo completar su historia hasta que haga una nueva partida. Es frustrante.

Al menos ahora con Ruby acompañándome ya no es tan aburrido vigilar este lugar. Cuando llegue me la encontré sentada en la banca, mirando en todas direcciones hasta que me vio frente a ella; parecía estar muy feliz al verme con esa cara sonriente y saludándome con la mano en alto mientras gritaba mi nombre. No quise hacerla esperar, así que fui directo a la banca, continuando la lectura de ayer.

Pasamos varias horas leyendo esas páginas y acabando algunos libros, hasta que fuimos interrumpidos por un ligero gruñido.

R: Señor Hunter, ya me está dando hambre -me dijo mientras su estómago seguí gruñendo.

H: Ahora que lo dices -saqué mi teléfono del bolsillo. Ya son las 12 pm.

R: ¡Vamos a la panadería! -exclamó con una gran sonrisa.

H: No será necesario, ya le pedí a alguien más que fuera por nosotros.

R: ¿a uno de tus compañeros?

H: Si, no debería tardar mucho en llegar... ¡Oh! Aquí viene.

A: Bueno, aquí está lo que me pediste que trajera -se acercó a mí y me entrego una bolsa de papel.

H: Gracias por hacerme este favor, Amelie.

A: Ni lo menciones, y ahora dime, ¿Dónde está tu acompañante?

H: Está a tu lado -le dije mientras le apuntaba a Ruby con mi dedo.

A: ...

R: H-Hola -levantó ligeramente su mano para saludarla.

A: Que... ¡¡QUE LINDAAAAAAA!! -gritaba mientras la abrazaba con fuerza. ¿De verdad es quien te ha estado acompañando, Hunter? -me miró con una expresión llena de alegría.

H: Sí, ha estado conmigo desde el primer día.

A: Ya veo, dime, ¿Cómo te llamas?

R: Me-Me llamo Ruby.

A: "Ruby", es un nombre muy bonito -la soltó y se sentó a su lado, ahora estando Ruby en el centro de la banca. Y dime Ruby, ¿Cuántos años tienes?

R: Tengo 10 años.

A: Entonces aún vas en la primaria, tú debes la más lista de tu clase, ¿no?

R: ... ¡Si! -exclamó con una mirada confiada. Mis profesores y mi abuelo siempre me felicitan por mis calificaciones.

A: Lo sabía, una niña tan lista como inteligente.

R: Jeje -reía a la vez que deja escapar un leve gruñido. Ah, ja, ja; perdón, tengo hambre.

H: En ese caso empezamos a comer, entonces -abro la bolsa y saco un bollo de dentro. Mira, Amelie los compro para ti.

A: ¡¿En serio?! ¡Muchas gracias, Amelie! -tomó el bollo y lo comió con una cara sonriente.

A: No hay de qué. Puedes comer todos los que quieras.

H: Al menos deja uno para mí, ¿De acuerdo?

R: ¡Si! -metió la mano en la bolsa y saco un bollo. ¡Toma!

H: Gracias -lo agarró y comienzo a devorarlo.

R: También uno para ti, Amelie.

A: Gracias, Ruby... ¡hm!, ¡está muy bueno!

H: Yo dije lo mismo cuando los probé.

A: Emma ya me había comentado sobre estos bollos, pero de verdad que están increíbles.

H:... Por cierto, me sorprende que no le preguntaras sobre porque no va a clases.

A: A eso es porque el lugar que me toca vigilar es en donde se encuentra la escuela primaria.

H: ¿Eh?, ¿De verdad?

A: Si, hasta me contaron como sucedió el accidente que tuvieron, fue algo digno de los mangas que lees.

H: ¿Ah si? ¿Qué paso en ese lugar?

A: Verás, ese día la escuela se supone que iba a cambiar 2 tanques de gas, cuando se encontraban cerca de uno de los salones, hubo un pequeño tropiezo y uno de los tanques se calló dentro, al principio no le dieron mucha importancia porque no parecía haberle pasado nada por lo que decidieron primer conectar uno de los tanques y después volver por el otro.

H: «Creo que ya me hago una idea de lo que sucedió»

A: De lo que no se percataron es que dentro de ese salón había un pequeño calefactor apagado, parece que la escuela apagaba la energía eléctrica en algunos salones para ahorrarse costos, además que parece ser que el tanque durante la caída empezó a dejar salir el gas, así que una vez instalaron el tanque uno de los profesores encendió la corriente eléctrica encendiendo el calefactor y ¡bum! Adiós al salón y los baños que se encontraban al lado.

H: ¿En serio un calentador pudo generar una explosión así de grande?

A: Bueno, en realidad no fue el calentador en sí, en realidad fueron las chispas que salieron de este al encontrarse en tan mal estado debido a que siempre se quedaba conectado al encender y apagar la luz de ese salón.

H: Ya entiendo, y supongo que la electricidad más el agua en los baños dejo hecho un desastre el edificio.

A: Sip, y nadie sabe cuándo volverá a estar listo.

R: Amelie, ¿quieres uno más?

A: Ah, claro, muchas gracias.

H: Oye Amelie, ahora que lo pienso, ¿no deberías estar vigilando tu lado?

A: Ah, no te preocupes, tengo a un dron haciendo ese trabajo por mí.

H: ¿Un dron? No creo que no este contento con eso.

A: Es verdad, pero por ahora dejaré que la Amelie del futuro se encargue de eso, je, je, je.

H: A veces eres muy despreocupada, Amelie.

A: Mira quien habla, señor "cara de póker" -me respondía en forma de burla.

R: ¿Cara de póker? ¿Qué es eso?

A: Verás, cara de póker es como se le suele decir a la gente que suele tener una cara de que no se puede distinguir ninguna emoción.

R: ¿Y eso es malo?

A: No realmente, pero sí que puede llevar a malentendidos.

H: Siempre intento mostrar expresiones a través de gestos con mis manos y mi cuerpo, pero a veces creo que no consigo que me entiendan.

A: Es por eso que a Emma le cuesta entenderte.

H: Me doy cuenta de eso, aunque parece que ya no se le dificulta como antes.

A: ¿Ah si? Me alegra mucho saber -me dijo con una gran sonrisa. Bueno, creo ya es hora de que regrese a mi puesto; Ruby, ¿podrías cuidar de él mientras no estoy con ustedes?

R: ¡Entendido! -se levantó y le hizo un saludo militar.

A: Muy bien, confió en ti.

H: Oye, oye; que yo ya no soy un niño.

A: Jajá, es verdad; ten cuidado, ¿de acuerdo?

H: Lo tendré, gracias por pasarte por aquí.

A: Cuando quieras, jeje.

Amelie se fue caminando de regreso a su posición, volviéndome a quedar solo con Ruby hasta que termine el día de hoy.

H: Dime Ruby, ¿te agrada Amelie?

R: ¡Si! -expreso con gran emoción.

H: Me alegro mucho -le dije mostrando una sonrisa.

R: Quiero que se nos vuelva a unir.

H: Je, yo también... Bueno, ¿quieres que continuemos con el libro?

R: Aja -se sentó en la banca y volvió a abrir el libro.

Watch Me To DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora