95. Rival

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El edificio lucía en penumbras, subió con cierto temor por las obscuras escalinatas, busco su celular y alumbró su camino a su apartamento, el 401, miró a todos lados, confirmando que no había nadie observándolo, ingresó los números y la puerta se desbloqueo, era un apartamento para una persona, la mini cocina estaba detrás de la barra, enseguida un sofá y una mesita baja, el librero separaba el sofá de la cama y el diminuto baño al final de la habitación, aún lado del guardarropa. De un vistazo podías ver todo.

Gamaliel rápidamente cerró la puerta tras de si, estaba nervioso, en su recorrido matutino por accidente habia visto a unos Alfas acompañados de una esbelta mujer arrastrar a un hombre que vestía con ropa hecha a medida, meterlo en un vehículo, el iba en su pequeña motoneta, casi pasando el vehículo y al voltear para ver un poco más , el vehículo le cerró violentamente el camino, sacándolo del pavimento y mandándolo directo al suelo, regresó a su trabajo para reportar el hecho y unas horas después estaba de vuelta en otra motoneta,le había tocado entregar un paquete a las afueras de Apricot, una zona poco habitada,pero la dirección de la casa frente a él lucía abandonada, se veía una especie de granero a un lado, por lo que rodeó la vieja casa, había llamado y nadie salió, era su último paquete de está ruta por lo que empezó a buscar, además se veía que el granero había al menos dos vehículos, llamó pero no hubo respuesta, vio que la casa tenía sótano, así que se agachó para ver por la ventanilla a través del cristal, y para su sorpresa vio a la mujer de esa mañana, congelado sin emitir un solo sonido, presenció como el hombre era arrastrado y puesto de rodillas, la mujer encañonó al hombre y le disparó, el traje verde olivo se cubrió de sangre rápidamente y el cuerpo sin vida chocaba contra el suelo, era el ministro de cultura, lo sabía, hacía apenas unas semanas el hombre fue a su universidad para inaugurar la sala de música y danza... Pero la mujer... No podía creer lo que veía, Se alejó lo más rápido que pudo del lugar, montó la motoneta alejandose.

Entró a la oficina de correo y devolvió la caja, "no se encontró la dirección" fue la razón que anotó en el formulario...

Te ves pálido y hueles a vómito de borracho, dijo una Omega con cara de asco.

No me siento bien, creo que me iré a casa, salió de la oficina postal pensando que alguien lo seguía cada dos tres pasos volteaba para ver sobre su hombro se sentía nervioso, había vomitado de regreso a la oficina, la impresión fue tanta que no podía ni hablar todo su cuerpo temblaba de temor, a quién le podría decir lo que había visto, en quién podría confiar y sentirse seguro, no se sentía seguro, a pesar de que es un beta y que sabe que no quedó aroma de él en el lugar aún así temía por su vida.

Un poco antes de llegar a la universidad el dilema seguía, pensaba en denunciar, pero los policías no son confiables, y si están aliados con la cantante, y si lo hace de manera anónima, se preguntaba.

*********

A puerta cerrada, en la oficina del ministro de cultura, Amira, La traviata perdía el control...
Maldito bastardo de mierda!
Lo que te comías , ya se te olvidó cuántos bocadillos te conseguí, y ahora me vienes con esa mierda de la moralidad y las buenas obras!!!
Escucha bien tu no eres mejor que yo, al contrario eres como esos hipócritas que bendicen el pan que compraron con sus manos escurriendo sangre.
Así que elige, me ayudas junto con el canciller a entablar las relaciones diplomáticas y culturales con el país de Lavanda o cuando te vengas te vas! Tu eliges

Señorita Amira por favor, lo que me comí, lo pagué, pero eran prostitutas, se dedican a eso, no los secuestré, no los viole, no los obligue!

De acuerdo, entiendo pero al menos hazme el pequeño favor de poner al canciller más accesible a mi, Solo eso, no pediré más aunque estoy muy decepcionada, esperaba más de ti...

Mi cálicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora