72. Tu me recuerdas a alguien.

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Que está pasando contigo Gael, desde que viste a ese chico no le quitaste la mirada de encima, te gusta?

No mal intérpretes, la verdad es que los dos Alfas que estaban ayudando en la cocina, se parecen mucho a alguien y de verdad me sorprende que no te hayas percatado de a quién.

La verdad no preste mucha atención Gael, estaba más pendiente de tu cara tratando de disimular lo que es una mirada casual, jajajaja jajajaja jajajaja.

No lo habrás fotografiado o si?

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Afuera en el pequeño caidizo de palma, Daniel leía y releía viejas cartas.

Casi pierde la vida al igual que su cachorro, y todo por esa maldita mujer, había perdido tanto por culpa de ella.

Había perdido su hogar, su pequeño cachorro, a sus padres, a su familia.

Y seguía varado en ese pueblo esperando el milagro de ver a su cachorro, pero ya habían pasado casi 5 años y lo último que supo que el hombre que protegía a su cachorro había muerto y no había vuelto a tener noticias.

Lo último que el abuelo de los cachorros le escribió fue una despedida, y pidiendo que no se moviera de allí, la causante de toda esta desgracia había muerto, y contrario a lo que pensaban que pasaría, sucedió lo contrario, la cacería se recrudeció

" las cosas se deben apresurar, he puesto a tu cachorro al cuidado de uno de los hombres de mi entera confianza.

Partirán pronto, en 3 noches estará contigo como siempre debió ser.

Mi hijo mayor los ayudará, en cuanto tengas a los cachorros, has lo que ya habíamos hablado, por cierto ten cuidado al elegir los nombres."

Jamás llegó su cachorro.

Esa fue la última vez que supo algo de su cachorro y del anciano.

El llanto silencioso de Daniel era doloroso, pues aún muerta esa mujer el daño era tal que lo seguía torturando.

No había vuelto a enamorarse, no había vuelto a mirar a nadie con el amor y pasión que sintió alguna vez.

Unos pasos "silenciosos" lo sacaron de su tormento, papá?

Daniel giró la cabeza y vió a su hijo acercarse a él, sigues pensando en mi hermano?

Si, no lo puedo evitar, les amo tanto y quizás es tiempo de dejarlo ir, pero algo en mi dice que está vivo y que debo permanecer aquí.

Papá y si lo buscamos?

Se que no quieres entrar a buscar en internet porque tienes miedo de que nos rastreen , pero hay formas de indagar sin que te rastreen, por cuanto tiempo estaremos incomunicados como lobos salvajes.

Yin, a decir verdad de lo que tengo miedo es que lo que encuentre no sea lo que espero.
Tengo miedo de descubrir que el está muerto.

Yin abrazó a su padre y consoló al hombre que se deshace en sollozos.

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Yurani cariño, por favor, vamos bebé no me hagas esto, mira como me tienes... La mirada sugerente de Omar bajo a su propia entrepierna.

No tenemos tiempo Omar ya es tarde, seré rápido, es más, aprovechemos la ducha y así matamos dos pájaros de un tiro, dijo Omar levantando repetidamente las cejas y guiñándole un ojo a Yurani.

Dije que no! Y no es hey! Omar levanto a Yurani entre sus brazos y lo colocó contra la pared, Qué , qué haces, Omar que, ahhh! Omar para, paaa...ah! Tu!
Oh! Mmmm, sintió como los labios y lengua de Omar lo cubrían y se abría camino al sur, camino a la gloria, lo movió rápidamente colocándolo sobre la mesa alta de caoba, retirando de un solo movimiento las flores recién colocadas, abrió por completo la pijama y como era de esperar, la gloria quedó a la vista, sin perder tiempo, separó las piernas de Yurani y con sus labios atrapó el glande, era un toque ligero, una caricia tan sutil que de inmediato prendió el deseo del otro que se deshacía en gemidos, el rubor cubrió las mejillas de Yurani, pero no hubo tiempo para avergonzarse, ya que antes de que pudiera pensar algo, toda su hombría era devorada por Omar, la succión elevó su placer y el aroma de fresco algodón inundó la habitación, estaba tan húmedo, tan entregado, que los gemidos expresaban la intensidad del momento, tenía la cabeza de Omar entre sus piernas y la boca perversa de Omar comiendo sus genitales, sus pies se apoyaban en la espalda de Omar abriendo más las piernas para darle libre acceso a esa boca caliente que lo hacía gemir, sus manos sujetaban fuertemente el cabello de Omar y por momentos las retiraba para cubrir su propio rostro, empuñaba sus manos dejando escapar gemidos, su pasión se había desbordado y necesitaba ser atendida urgentemente, se sentía necesitado, desesperado y enojado con la intrusa que solo alimentaba más su pasión, esa intrusa resbaladiza, que estaba probando todo de él y preparaba el camino para la entrega absoluta, sintió como era invadido una y otra vez, como era saboreado, de a poco y tan delicioso, que se perdió en esa marea de pasión, alcanzando el orgasmo, sólo con esa pequeña intrusa que lo volvía loco, Omar lamió del perineo al glande, limpiando y succionando cada parte hasta tomar todo de su hermoso Cálico, mientras esté se trataba de reponer del orgasmo, en ese momento Yurani era una masa suave y deliciosa, que era devorada de una manera tan avasallante, pero el quería más, lágrimas empezaron a brotar de los ojos de un Cálico atrapado en su propio deseo, por favor, por favor tómame, Omar no esperó más, lo levanto de la mesita y lo cargó colocándolo con las piernas de Yurani rodeándo su cintura y de apoco empezó a entrar en esa cueva húmeda y estrecha que se resistía a ceder, leves estocadas preparaban el camino, sujetando a Yurani de los glúteos, subiendo y bajando, se veían los pectorales firmes y perlados en sudor, los músculos de los brazos marcarse con cada levantamiento y bajada, Yurani aferrado al cuello de su Alfa, tomaba impulso arqueando su espalda, buscando más contacto, más placer, más profundo, una estocada profunda logró llevar a Yurani al placer total y antes de que pudiera recomponerse, otra más lo hizo temblar, de pie Omar recargado sobre la pared no dejaba de penetrar cada vez más rápido y más profundo a su Cálico, levantó el rostro y Yurani invadió su boca, acariciando cada rincón de su boca y enganchados en la lucha de dominar el beso, al final la habilidad de Omar se impuso, Yurani ejerciendo toda su presión en las piernas, inicio a impulsarse contra el miembro del Alfa, buscando más contacto, buscando sentirse lleno, aprovechando el impulso de Yurani, Omar, paso sus brazos por la espalda baja y glúteos de Yurani, retiró su miembro y entro a tope, tocando profundo y obteniendo un grito de Yurani, su nombre resonó en toda la habitación, así bebé?, te gusta así? mmm? Más quieres más? Te gusta? Otro gemido se escuchó, Alfa, Alfa, oh!, más, las estocadas se aceleraron y un fuerte grito se escapó de Yurani, el climax había llegado para ambos, las marcas se reabrieron y el nudo se formaba, de pie contra la pared Omar sostenía Yurani en sus brazos, ambos Alfas lamían las marcas, con las piernas atrapando la cintura de su Alfa Yurani veía la marca que había reabierto, se sentía completo, totalmente lleno, cansado pero satisfecho.
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Mi cálicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora