Mi cálico

103. Luna de Sangre, a qué debo tu odio? ...

He sido claro?
Totalmente
Entonces ya sabes lo que hacer....

De forma sigilosa se deslizó cuál serpiente en la hierba, no se notaba su presencia y avanzó entre los arbustos.

Podía ver a La traviata,  el cuerpo sin vida de un sujeto con los ojos abiertos, era como si no pudiera entender lo que le pasó, sus ojos llenos de sorpresa pero vacíos de vida, mirando sin ver, así estaba el cuerpo de ese hombre.

A un lado un Alfa era sujetado por dos hombres y a unos metros, frente a el, un Omega con lágrimas rodando por sus mejillas, el pensamiento triste y arrepentido del joven Omega, lo podía sentirlo por el lazo, era todo su culpa, si el se hubiera ido con su madre hace un momento Fabián no estaría expuesto, pero el hubiera sólo es un lamento.

El beta en la hierba respiró suave y su murmullo fue llevado por el aire, se deslizó mimetizandose a su entorno.

Jajajaja jajajaja esto es verdadera suerte!!!
Festejó la traviata.

Jalil, si este Alfa me ataca, mata a su apestoso Omega, el hombre sólo soltó un chasquido y siguió apuntando.

Fabián vió a Ariel, y le sonrió

No olvides la promesa amor, tu eres mi fortaleza, cuando caiga al suelo corre, yo iré tras de ti.
Ariel abrió sus ojos con sorpresa, por el lazo escuchó la voz de su amado, y levantó la mirada siguiendo la luz roja que lo apuntaba, sonrió a Fabián, se limpió las lágrimas el era la fortaleza de su Alfa.

He leído que las personas que son violentas y recurren a este tipo de prácticas es porque son impotentes sexuales y por eso recurren a la tortura, son personas frustradas sexualmente, dijo Ariel con voz temblorosa pero al ver qué la traviata detuvo su agarre y aflojó el lazo con el cual estaba extrangulando a su Alfa, girando hacia él, su voz sonó firme y continuó con su monólogo.

La mirada borrosa de Fabián por la asfixia busco a Ariel.

Ese no era el plan!

Si, por lo general como no te satisfacen y luego como tampoco te embarazan pues se te junta la frustración... Cállate maldito Omega! eres un ignorante, yo vibro de placer cuando veo como luchan por respirar, es tan estimulante, además tengo un hijo que es mil veces mejor que tú!.

La luz roja quedó en la cabeza de la traviata al pararse frente a Ariel, Fabián vió la oportunidad y se lanzó con todas sus fuerzas sobre la traviata, llevando consigo a los dos hombres que le sujetaban, habían bajado la guardia al sentir que el Alfa había sucumbido por la asfixia.

Es un engaño! al suelo, gritó Jalil, la traviata volteó pero Fabián fue más rápido y sujetó a la traviata, mientras que Ariel corría entre el bosque.

La traviata cayó al suelo , tres hombres cayeron encima de su estilizado cuerpo, Fabián golpeó su puño contra la tráquea de los hombres mientras que Jalil rodaba colina abajo, sin poder apretar el gatillo, era una serpiente la que lo había abrazado?

Fabián saltó por entre el resto de los hombres que se vieron sorprendidos por el ataque inesperado, la Traviata aturdida intentaba levantarse mientras buscaba su arma,si esto se llegará a saber serían el házme reír de todos los carteles, aunque ahora había algo más aterrador que enfrentar, a la Alfa, que disparó furiosa en dirección a dónde había visto a la pareja escapar.

En el fondo de la colina estaba Jalil, en su rodar colina abajo, una roca le partió la cabeza, después el abrazo cálido que lo envolvió soltó el cuerpo sin vida, el beta se deslizó cuál serpiente mientras que otros 5 guerreros corrían cuál sombras silenciosas siguiendo los pasos de Ariel.

********

La ciudad en una calma asfixiante era vigilada por todos los hombres en activo.

Otoniel de pie frente al inmenso bosque agudizaba la vista, tenía la fuerza y el poder como secretario de defensa del país de Soltus, pero su deber era vigilar que la calma se mantuviera en la ciudad.
No entendía porqué?
La guerra se extendía desde el bosque de las penumbras, paraíso y el bosque de los aullidos, con su fuerza militar podría fácilmente acabar con esta guerra de cárteles, pero se debía a su país así que giró sus pasos y se dirigió a Apricot, el lugar que le encomendaron cuidar.