82. Piernas flacas

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Adela tomó una gran bocanada de aire, se sentía temblorosa, el ver la cabaña donde alguna vez encontró refugio, los recuerdos se desbordaron, Ariel abrazó fuertemente a su madre y su aroma delicado y relajante los envolvió.

El sol se colaba por los árboles y daba una bella imagen, el grupo de médicos forenses y técnicos bajaron el equipo que ocuparían para el rescate de los restos.

Señora Adela, Soy Madford agente especial, la señorita es Cindy Betancourt psicóloga forense, le daremos el tiempo que usted considere necesario, cuando se sienta lista nos indica.

Mamá yo siempre seré tu hijo, se que no reemplazo a mi hermano Aarón, pero yo aquí estoy, después de esas palabras Adela suspiro fuerte, como si al exhalar el aire contenido con ello se fueran los grilletes de la tristeza y el dolor.

Agente Madford, estoy lista, Adela camino hacia la casa se paró en el marco de la puerta, puso sus manos sobre el pecho y camino al lado derecho de la puerta, caminó como si contara los pasos, cruzó el claro, siguió unos cuantos metros más y aún lado de un abeto señaló el lugar donde sepultó el cuerpo de su hijo.

Elim junto con el grupo de Alfas y betas que vinieron con él se acercaron, Irving al igual que Carol tomaron posiciones de defensa, vigilando el entorno.

Adela quien en un inicio parecía tranquila, rápidamente se puso en cuclillas y con sus manos desnudas empezó a retirar la nieve, y las lágrimas se deslizaron cuál cascada.

Señora Monárrez, nosotros nos encargaremos, de forma suave Cindy la tomó de las manos ayudándole a incorporarse, Fabián pasó su brazo por los hombros de Adela y la retiró un poco, Elim se acercó lentamente, se escuchaba el crujir de la nieve bajo sus zapatos, el entendimiento fue tácito, en cuanto Adela lo vio, salió del abrazo de Fabián y junto con Ariel caminaron a su encuentro.

En la parte de atrás de la casa junto a un árbol muerto, se levantaba lo que parecía un pequeño montículo de piedras, había maleza seca, ramas secas, se notaba el abandono total del lugar y como la naturaleza había seguido su curso.

Este es el lugar, Allí está la mujer que me dió a Ariel hace ya más de 16 años, mi cachorrito murió unos días antes y tú llegaste como una bendición para mí, hijo, tenerte me dio fuerza para luchar ahora por ti y por tu hermana.

Por la Diosa Luna, exclamó Elim, Ariel sabes que distancia hay entre está cabaña y la casa de tus padres?
29 kilómetros, tu casa está a mitad de montaña, casi siempre está nevado, en primavera es agradable ver toda la belleza que oculta la nieve, Damiana camino hasta está cabaña para buscar un lugar seguro para ti, porque te amaba hijo, nos amaba, es por eso que 29 kilómetros a pie, en medio de la espesa nieve y frío son un gran sacrificio, uno que solo el amor incondicional es capaz de realizar, mi Nana jamás se casó, para ella Tu padre y yo éramos sus hijos.

Por fin le daremos descanso a su Alma y su lobo no vagará solo, ahora Ariel debe quedarte claro que eres lo más valioso para nuestra familia y no alguien que fue desechado.

Se que nos tomará un tiempo adaptarnos, pero hay cosas pendientes que atender cuando tú identidad quede clara.

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Señorita Francois por favor tome asiento, en un momento la Lic. Zavala de Recursos humanos le atenderá, permítame anunciarla.

El alto edificio de Yibus Inc dominaba la vista, la oficina en tonos ocres y acabados en madera daba un toque de seriedad y elegancia, el gran ventanal a espaldas del escritorio de acero gris y cristal contrastada contra el piso laminado, el tono chocolate hacia resaltar la alfombra caramelo en la que un enorme sofá así como dos agradables y cómodos sillones custodian la mesa de centro, empotrado en la pared luce un hermoso librero color caramelo, de frente a él y en forma de escuadra el enorme ventanal da vista a un bello y floreado jardín, más allá todo Apricot puede ser visto desde el piso 28, un toldo ocre cubre una mesa de madera natural para 8 personas, en el otro extremo bajo una vid, dos bancas dan un ambiente de calma y tranquilidad.

Mi cálicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora