69. Nunca te deje de buscar.

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Señora Silvia, pase , mire puede sentarse allí, dijo la señorita Alderete, señalando una silla.

Los ojos verdes y pequeños de Silvia miraban espectantes, había venido en cuanto colgó la llamada, su corazón latía acelerado, cómo un animalito esperando la muerte o la redención, sus ojos brillosos por las lágrimas contenidas, 28 años habían pasado y hoy por fin había noticias.
Pensaba en el camino, en el gran abrazo que le daría a su hijo, las veces que le pediría perdón por no ser más fuerte y evitar que se lo llevarán, le mostraría su habitación que se ha mantenido como la dejo, le diría que Pulgas su perro ya había muerto, había tantas cosas que decir, todas las noches que oró por el, cuánto lo ha extrañado, le daría tantos besos...
Cuánto amor le daría a su amado cachorro, por un momento se quedó pensando y si a su hijo ya no le gusta que lo besen, no importa al menos lo podrá abrazar.

Cerro sus ojos y un escalofrío recorrió su espalda, y si su hijo estaba muerto, si su cachorro ya no la podía ver, si ella ya no lo podría abrazar y consolar.

Su fin al sufrimiento habría llegado?, quién la consolaria, quién le diría que todo estaba bien, que había hecho lo correcto, que era tiempo de descansar...

*****
Los especialistas no lo podían creer, efectivamente la persona Muerta era Aldo Pardiu Ricaud, su madre era Silvia Ricaud, pero lo más sorprendente era que Isis era hijo de Aldo, con un 99% de confianza.

Ahora era el momento del paso siguiente, decirle a Silvia la verdad y a Isis decirle que si tenía familia, una abuela que se mantuvo en pie de lucha buscando a su padre por 28años, una abuela que no sabía absolutamente nada de su existencia.

En otra oficina Nimha con Isis y los cachorros esperaban pacientes.
Que es lo que buscan, porqué no lo dicen abiertamente.
Lo lamento Sr. Nimha...
Unos toques  en la puerta interrumpió las palabras del oficial, buenos días, Soy Maurice Corch y junto con el Sr. Nimha tenemos la custodia y cuidado de Isis y los niños.
Cuál es la causa de que se encuentren aquí?
******

Silvia me puede acompañar, por aquí por favor, Maurice observo a la mujer al cruzar a una de las oficinas, la recordó de inmediato, ese día se preguntó si el podría mantener su espíritu firme por tantos años sin saber nada de su hija y la respuesta a su pregunta le golpeó el corazón.

En la mesa el expediente con la foto de su hijo quedó a la vista, Silvia, los doctores encontraron una coincidencia y por eso esta aquí, Silvia miro al médico
El Dr. Hans kalcker dijo, Silvia, hemos encontrado los restos de su hijo, lamento mucho informarle.
Un estallido de emociones inundó el cuerpo cansado de Silvia y las lágrimas escurrían por su rostro, lo encontré susurró, lo encontré...
*****

Isis, recuerda que dijo que su madre murió cuando usted nació?
Si
Bueno la razón de que usted esté aquí obedece a qué encontramos los restos de su madre.
Así es, Dijo el Dr. Douglas, y no solo eso, su madre se llamó en vida Aldo Pardiu Ricaud.

Isis miro perplejo sin entender, con la mente en blanco, Maurice colocó la mano sobre su hombro y le susurró, tranquilo encontraron a quien te dió a luz.
Las lágrimas se volcaron sin remedio, cuántas noches lloró buscando consuelo sin una caricia amable, cuántas noches aguantó pensando en morir, la palabra que más quería decir y que no tenía a quien decir.
Al ver a su madre llorar, el pollito lloró y pidió, no pegue mamá, tú no pegue!, Isis abrazó al pollito y a sus hijos, mamá está bien, solo que me machuque el dedo, el pollito beso el dedo de su mamá y preguntó, no lele? Ya no?
No pega a mamá, no pega?... No amor nadie me pega.

Había muchos traumas que curar y muchas heridas que cerrar.
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Después de asimilar la noticia preguntó,
Mi hijo está muerto? Lo lamento señora Silvia, pero así es.
Cuándo podré llevarlo conmigo a casa?
Señora Silvia con respecto a esto usted tendrá que ponerse de acuerdo con el otro familiar que también quiere los restos.

Doña Silvia, Su hijo Aldo dió a luz a un hermoso Omega, el está en la otra oficina, su nieto está aún lado, usted quiere conocerlo?

Mi cachorro dió a luz? Mi nieto está aquí?
Tranquila Silvia, tómelo con calma.
Es verdad señorita Alderete? No es un sueño?

La puerta de la oficina se abrió, Isis entró y vio a la mujer, se veía abrumada, pero en cuanto lo vió, la mujer se puso de pie, no lo podía creer Aldo su hijo estaba frente a ella, Aldo? Hijo eres tú?

No, yo soy Isis, mi mamá se llamaba Aldo, Silvia cubrió su rostro con las manos, aguantando un sollozo sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, ahí frente a ella estaba su nieto, había valido la pena, su lucha al fin había valido la pena, su hijo descansaría y ella cuidaría de su nieto...
Cubrió de besos a Isis y todas las palabras que se había guardado en su corazón se las dijo a su nieto, nunca, nunca deje de buscarte, hipó, siempre oré por ti, te extrañe cada noche, nunca me olvidé de ti...
En un inicio Isis se sintió sofocado, jamás había recibido una muestra de afecto, solo golpes y manos lujuriosa tomando su cuerpo, pero se sentía bien sentirse amado, con voz ahogada dijo, mamá yo también te extrañé..

La oficina se abrió y el pollito corrió en busca de su madre, no pegue, no pegue, quita, quita, su llanto se escuchó mientras jalaba el pantalón de su mamá y lanzaba pequeños golpes a su bisabuela.

Tranquilo Alfa, lo levanto Maurice, no le pegan a tu mamá, se machuco el dedo de nuevo el tonto.

Silvia soltó a Isis y vio a los tres niños, Mamá el es Luca, ella Isabel y él es el mayor Marion, ellos son mis hijos.

Los señores son Nimha y Maurice quienes nos han cuidado.

Esa mañana la tierra se veía como nueva, había llovido por la noche y el pasto se veía reluciente, los árboles destellan como si cientos de diamantes Pendieran de sus hojas, los restos de Aldo fueron sepultados en una tierra bendecida para darle descanso a su alma, cientos de flores cubrieron su tumba, después de 28 años el gran nudo en el corazón de una madre se había desecho, estaba en paz, su hijo al fin estaba en casa, no estaba sola, tenía a cuatro cachorros faltos de amor y mimos, y a ella le sobraba amor.

Estaba tranquila, Nunca dejó de buscar...
Su fin al sufrimiento había llegado, a su lado un dulce Omega la consolaba y le agradecía por encontrarlo, ahora todo estaba bien, había hecho lo correcto, era tiempo de descansar y disfrutar del amor de su pequeña familia...

Aldo estaba de vuelta en casa, su mamá lo había encontrado...

Mi cálicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora