—Nozomi, despierta —dijo el Hatake desde la ventana de la habitación de la chica. Ella se levantó abruptamente y se le quedó mirando, notablemente sorprendida. A diferencia de su típico traje ninja que llevaba en misiones, tenía puesto un montsuki.
—Podías haber picado al timbre —comentó la chica.
—Lo he hecho, ocho veces para ser exacto. Tenemos que ir a hablar con el Hokage para el cambio de apellido, aunque parece no importarte demasiado... —habló el hombre jocosamente.
—Te abro la puerta, puedes esperar dentro. —Nozomi bajó al salón y dejó pasar a su maestro, que no pudo evitar sorprenderse ante lo espaciosa que era la casa y lo ordenada que estaba.
—Sabes que si no sigues siendo Senju, tendrás que abandonar esta casa, ¿verdad?
—Y menos mal, no necesito un sitio tan grande, ¿sabes lo que cuesta limpiar esto? Contrataría a alguien, pero no quiero gastarme los ahorros de mi madre en eso. Tu vives lejos de los demás clanes, como apartado del mundo, ¿no? —El hombre asintió. —Pues perfecto, creo que mi felicidad aumentará si no veo a tantas personas a diario, ¿cómo llevo mis cosas a tu casa?
—¿Cómo?
—¿Lo piensas llevar tú? Yo haría clones de mí misma, pero casi no puedo moverme...
—No, no es a eso a lo que voy. No vamos a vivir juntos, Nozomi, puedes vivir en la casa de al lado —comentó el Hatake.
—¿No me escuchas cuando hablo? Te he dicho que soy pobre, soy un genin, apenas tengo para pagarme la comida, ¿qué te hace pensar que tengo para pagar un alquiler?
—No te preocupes por eso, puedo pagarlo yo.
—Ni de broma, quiero que la casa esté a mi nombre. En cuanto consiga el dinero necesario dejaremos de vivir juntos, no te preocupes, no molesto demasiado. Además, tú sigues siendo un ninja, tendrás misiones y puede que no nos crucemos mucho.
—Nozomi, tengo suficiente viéndoos en las misiones grupales, no quiero tener que verte merodeando mi casa todos los días de mi vida, quiero un poco de intimidad —expuso el hombre.
—Entiendo —susurró ella—. Entonces cómprame una casa, ponla a mi nombre y yo te la iré pagando con lo que gane de las misiones, ¿bien?
—Me parece perfecto.
—Bien, pues voy a cambiarme y vamos ahora —habló Nozomi antes de subir a su habitación. Se lavó los dientes y la cara y se puso un kimono de color granate, intentando no contrastar mucho con el de Kakashi.
—¡Intenta ir presentable, sacaran tu foto de registro y nos haremos una foto de clan! —exclamó él desde la planta de abajo.
Nozomi bajó en cuanto estuvo lista, sonriendo ampliamente. Se había recogido el pelo en un moño alto, dejando dos mechones sueltos para que adornasen su cara.
—¿Vamos? —preguntó la chica, el hombre asintió.
Salieron de la casa y caminaron en silencio hasta llegar a la torre del Hokage, Kakashi había sido previsor y había conseguido una cita para que aprobase ese mismo día todo el papeleo. Llamaron a la puerta del despacho del Hokage y él les dejó pasar.
—Oh, chicos, ya estáis aquí. Tomad asiento —ordenó el Tercero. Ellos dos obedecieron—. Nozomi, parece que ya sabes de tus orígenes, lamento habértelo escondido, de verdad.
—No fue la mejor idea desde mi punto de vista, pero soy capaz de entender por qué lo hizo, no se preocupe —comentó la chica.
—Bueno, a lo que vamos, aquí tenéis los papeles. Tenéis que firmarlos ambos tanto en la parte de arriba como en la de abajo. Después tenéis que ir al estudio fotográfico y sacaros fotos para el libro del clan. Kakashi, siento pedírtelo, pero ya sabes que no puedes llevar la máscara mientras firmas los papeles, es el protocolo. —El maestro asintió y se bajó la tela que cubría su rostro. Nozomi se le quedó mirando por el rabillo del ojo, era más atractivo de lo que había imaginado. —Mirad cuánto os parecéis, sois dos gotas de agua.
ESTÁS LEYENDO
Smile | Naruto Uzumaki
FanfictionSonreír nunca se nos hizo fácil a ninguno de los dos, quizá a mí más que a Nozomi. Su nombre significaba esperanza, y eso es justo lo que me dio. Cuando nadie podía amarme, llegó ella, y, por Dios, lo puso todo patas arriba. -aerhyan | 2019