Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 25: Lágrimas que se funden en la arena.

     —El Kazekage... Es el chakra de Orochimaru —le dijo Nozomi a su maestro.

     —¿Estás segura? ¿No te estarás confundiendo? Has usado mucho chakra ahí abajo, puede que sea el cansancio —habló el Hatake.

     —Yo no me confundo en estas cosas y no puedes saber cuánto chakra he gastado—sentenció la chica. Kakashi miró al Hokage, que le asintió, posiblemente él lo sabía.

     —Puede que no haya estado, pero me han dicho que tu combate ha sido increíble. Mírate, no has sufrido ningún daño —comentó el hombre. Nozomi asintió sin retirar la vista del frente—. ¿Estás enfadada porque no he visto tu combate?

     —Jamás me enfadaría por una estupidez así —mintió—. Simplemente estoy preocupada por Sasuke, y por todo lo que está pasando. —El hombre removió el pelo de la chica y ambos se enfocaron en la pelea que tenían delante: la de Sasuke y Gaara.

     —Estoy muy celoso de vosotros, habéis mejorado muchísimo gracias a Kakashi —susurró Naruto, mirando a su maestro.

     —No me mires así, me han dicho que tú también has estado genial.

     —¡¿Cómo lo vas a saber si te lo has perdido?! —gritó el Uzumaki. La chica se levantó del asiento y caminó hacia una salida—. ¿Adónde vas, Nozomi?

     —Naruto, un ninja debe evitar mostrar sus emociones en público de esa manera, sobre todo en esta situación —respondió la Hatake, desapareciendo de la vista de ambos. Naruto pensó que se lo decía a él, pero era más una especie de recordatorio para sí misma. No era capaz de seguir viendo la pelea entre aquel monstruo y su amigo, prefería no enterarse de nada.

     —Vienes a ver el combate de Sasuke, pero no el de Nozomi, a la cual también has entrenado. Vaya poca vergüenza... —susurró Naruto—. ¡Estoy seguro de que también quería que observaras cuánto ha crecido como ninja, no es justo en absoluto!

     —No digas tonterías, ya lo has oído, no le importa —dijo Kakashi.

     —No puedo creerlo, has sido su mentor cada día durante un mes y todavía no la conoces para nada...

     Antes de salir del estadio, Nozomi notó el genjutsu que se había lanzado, así que lo dispersó y volvió al lado de sus compañeros, despertando a algunos ninjas por el camino.

     —¡Nozomi! —exclamó Kakashi. Ella alzó su pulgar y despertó a Naruto—. ¡El Hokage! —gritó en cuanto vio la explosión en el palco de los Kages.

     —¡Entendido! —gritó ella, creando un portal para poder rescatar al hombre, pero un ninja de Sunagakure la paró.

     —La niña besada por el rayo... siento que tu leyenda acabe aquí —susurró él, antes de impactar unas cuchillas de chakra en su pecho.

     —Lamentable... —susurró ella, apareciendo detrás del hombre gracias al jutsu de sustitución—. Todo vuestro, Kakashi, Gai.

     Se introdujo en un portal pero, para su sorpresa, no podía salir del espacio negro para volver al lado del Hokage, como si hubiera una barrera que se lo impidiese.

     —Imposible —susurró ella—. Tengo chakra, ¿qué está pasando? ¡Dispersión! —La chica volvió al lado del Uzumaki, bastante cansada. Él agarró el cuerpo de la chica con lágrimas en sus ojos.

     —¡No vuelvas a hacer eso! ¡Me has preocupado! —gritó el chico, abrazando su cuerpo.

     —Es inaccesible, no he podido llegar a él —explicó la chica mientras un hilo de sangre caía por su comisura.