—Entonces, ¿Tsunade aún no ha despertado? —preguntó Naruto, sentado en unas vigas de madera apiladas—. Quiero decirle tantas cosas...
—No te pongas así, mi maestra es la mujer más fuerte del mundo, en pocos días volverá a gritarme como siempre —dijo Nozomi, sonriendo.
—Lo siento, seguro que tú también lo estás pasando mal... —Ella asintió.
—¡Cuánto tiempo sin vernos, Naruto, Nozomi! —exclamó un hombre mayor, a su lado estaba un chico de unos trece años.
La chica frunció el ceño sutilmente, no era capaz de reconocerlos.
—¡No pensaba que volvería a veros! —exclamó el chico.
—¡Oh, Inari y Tazuna! —exclamó la Hatake, poniéndose de pie.
—Inari, cuánto has crecido —dijo Naruto con una sonrisa—. Y tú todavía estás más viejo, Tazuna.
—A mí déjame en paz —murmuró el hombre con una diminuta sonrisa.
—Pues, ahora soy carpintero y estamos aquí porque Konoha nos ha pedido que trabajemos para reconstruirla —explicó Inari—. Y quería aprovechar para saludaros a ambos. ¡Nozomi, qué guapa te has vuelto!
—Tú también, Inari, seguro que ahora eres muy popular con las chicas, ¿eh? —El chico asintió con efusividad mientras la Hatake sonreía. Naruto frunció el ceño. —Que no me entere yo de que eres un rompecorazones. —Enserió su semblante y él negó sutilmente.
—¿Cuánto tiempo llevábamos sin vernos? —preguntó Tazuna.
—¿Dos, tres años? ¿Más? —dijo Naruto—. Me acuerdo de cómo eras entonces...
—Sentimos mucho lo que pasó aquel día y también lo de Gato. Por suerte, el País de las Olas ha prosperado mucho —comentó el hombre.
—Por eso, ahora nos toca a nosotros devolveros el favor —habló Inari vehementemente—. A ti, Naruto, lo primero, el Ichiraku, ¿no? ¡Estáte atento porque voy a construir uno genial!
—¡Te lo agradezco, de veras! Pero preferiría si primero reconstruís un pequeño puesto de dangos cerca de la casa de Nozomi, eran sus favoritos —comentó el Uzumaki, sonriendo.
—No hace falta, yo puedo vivir sin ellos, en cambio, tú... —susurró Nozomi, provocando que Inari riera.
—Tenemos que seguir trabajando, me alegro de haberos visto —dijo el chico, sonriendo.
—Sí, espero que volvamos a coincidir pronto —comentó Tazuna. Los dos ninjas asintieron con una sonrisa en la cara.
El par de las Olas les dio la espalda y comenzaron a caminar hacia otro grupo de carpinteros cuando, de repente, Inari se dio la vuelta, sonriendo malévolamente.
—¡Nozomi, confiésate pronto, estoy seguro de que Naruto no se ha enterado todavía! —exclamó él y su abuelo le dio una sutil colleja.
—¿Eh? ¿Enterarme de qué? —preguntó el Uzumaki mientras su amiga se sonrojaba.
—De nada, de nada —masculló ella, comenzando a caminar hacia su casa, que había sido reconstruida por Yamato.
—¡Eh, dímelo, venga! —exclamó Naruto, sonriendo.
—Que no es nada, de verdad —murmuró la Hatake, acelerando el paso.
—¡Por favor, Nozomi! —El rubio sonrió y agarró su muñeca.
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Smile | Naruto Uzumaki
ФанфикSonreír nunca se nos hizo fácil a ninguno de los dos, quizá a mí más que a Nozomi. Su nombre significaba esperanza, y eso es justo lo que me dio. Cuando nadie podía amarme, llegó ella, y, por Dios, lo puso todo patas arriba. -aerhyan | 2019