Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 69: Volveré a fracasar, estoy seguro.

     —Por fin he acabado —murmuró Nozomi, que llevaba días trabajando en el laboratorio sin descanso. Secó el sudor de su frente y acabó el informe—. No quiero saber cuánto hace que no duermo, pero por fin podré entregarle el documento a Tsunade. —Abrazó las hojas de papel con una sonrisa en la cara. —¡Tenía razón, como siempre!

     De repente, comenzó a escuchar unas explosiones fuera del laboratorio. Apareció con sus portales en lo alto del laboratorio y notó la presencia de algunas masas de chakra terriblemente poderosas.

     Algunas casas habían comenzado a derrumbarse, por lo que Nozomi se puso manos a la obra y comenzó a ayudar a los civiles y a curar a los heridos.

     —¡Nozomi, tienes que darnos instrucciones! —exclamó un ninja, rodeado de algunos más.

     —¡Ayudad a los civiles y llevad a los heridos al hospital! ¡Que no cunda el pánico y que todos vayan al pasadizo subterráneo a través de los portales que he creado! —exclamó la chica mientras curaba las heridas de un niño pequeño.

     —¡Entendido! —exclamaron antes de separarse.

     —¿Cómo te llamas? —le preguntó al niño con una sonrisa en la cara.

     —Mahito... —susurró él, atemorizado.

     —No te preocupes, te llevaré a un lugar seguro.

     Nozomi creó un portal e hizo que el niño lo cruzara. "He creado doscientos portales que comunican directamente con el subterráneo. No es suficiente... ¡Joder!", pensó la chica. El edificio amenazaba con derrumbarse, así que ella lo golpeó e hizo que se convirtiera en polvo.

     —Un último esfuerzo... —susurró, creando un portal que comunicaba con el hospital.

     —¡Nozomi! —exclamó Sakura, acercándose a ella—. Hay muchísimos heridos, necesitamos que tomes el mando. Estamos desbordados.

     —Está bien, no os preocupéis —murmuró Nozomi—. ¡Escuchadme todos! ¡Si podéis caminar, atravesad el portal del hospital hacia el subterráneo! ¡A los más graves ponedles un lazo rojo para que los podamos distinguir! ¡Si pueden esperar, amarillo! ¡Andando!

     —Nozomi, ¿estás bien? —preguntó Sakura, agarrando la mano temblorosa de la chica con cuidado— ¿Cuántos portales has creado?

     —Quería crear uno por casa, pero no he podido... —murmuró la Hatake—. En total, unos doscientos diez, no te preocupes. Los cerraré una vez me comuniquen que la mayoría está dentro.

     —Vete a descansar, no tiene sentido que te agotes de esta manera...

     —Lo tiene, tenemos que salvarlos a todos —dijo Nozomi—. Soy la discípula de la Quinta, no me subestimes. —La chica puso su mano en el suelo y comenzó a traspasar su chakra al cemento y del cemento pasó a los heridos.

     —¡Nozomi, estás usando demasiado chakra! —exclamó Sakura, curando a otro herido.

     —Tranquila, esto no es nada. —Las explosiones se reanudaron y el hospital comenzó a temblar. —Sakura, mantén la red de chakra que he creado. Voy a mover a los pacientes y médicos al subterráneo con un portal gigante en el suelo. Sigue curándoles, si se desestabiliza el chakra, todo estará perdido.

     —¿Al subterráneo? ¿Por qué? Tenemos espacio de sobra aquí...

     —Sakura, esto se derrumba —masculló la Hatake en voz baja. La de cabellos rosas asintió e intentó mantener la red de su amiga, pero se desestabilizó al instante—. No te preocupes, te ayudaré.