El primer día del nuevo curso de Nozomi no se hizo esperar. La niña se dirigía a la academia, aunque ella la asociaba a una cárcel sin barrotes, al menos no visibles. Suspiró pesadamente mientras su pelo grisáceo tapaba su cara y algunos mechones llegaban a parar a su boca, haciendo que tuviese que estirar de ellos para sacarlos de la misma.
—Maldito aire. Siquiera sé por qué me presento en la academia... —dijo la niña con cara de pocos amigos—. Esto es peor que una condena... ¡como si esto de ser ninja se me diese bien!
Al cabo de un rato, llegó a la academia, donde todos los niños estaban con sus padres, sonriendo y haciendo todas esas clases de cosas que Nozomi nunca más podría disfrutar. Entró en el edificio sin esperar mucho tiempo y se dirigió a su aula. Una vez allí, se sentó en su pupitre para preparar la lección; "Si la luna fuese a caer mañana, ¿con quién pasarías tu último día?" Esa oración estaba escrita en la pizarra, y la niña le dio muchas vueltas. No tenía familia, tampoco amigos... No tenía a nadie con quien pasar su último día.
De repente, todo el aula se inundó de niños desbordantes de energía. El que más llamó la atención de la de cabellos grisáceos fue Naruto. Siempre le había caído muy bien, aunque a los demás no, y disfrutaba verlo en silencio cuando hacía alguna tontería.
El rubio se sentó a su lado y, como siempre hacía, sonrió a la chica con alegría. Naruto Uzumaki había sido una de las pocas personas que había intentado teñir su mundo gris con colores alegres.
—Hola, Naruto —saludó la de ojos negro azabache.
—¡Hola, Nozomi! —habló energéticamente el rubio—. La lección de hoy parece aburrida. —La Senju asintió.
—¡Chicos! ¡Atención! Debéis poner en el papel con quien pasaríais vuestro último día en la Tierra. Podéis pensarlo durante toda la hora —explicó Iruka, haciendo que la chica se preguntase cuál era el propósito de la actividad. En unos pocos segundos, Nozomi vio volar delante de sus narices un avión de papel.
—¡Es imposible que la Tierra se caiga! ¡Veo más probable que llueva carne! —exclamó el Uzumaki.
Nozomi sonrió de lado y agarró su lápiz. No sabía si podía considerar a Naruto su amigo, pero era lo más cercano a uno que tenía. Siempre era ella la que iniciaba la conversación con él, y siempre hablaban sobre cosas idiotas pero le agradaban sus estúpidas conversas. Sin pensarlo mucho, se había interesado por el chico, y, muy en el fondo, esperaba que algún día él se acercara a hablarle a ella también.
Apuntó el nombre "Naruto Uzumaki" y puso los motivos por los que querría estar con él: "Es muy fuerte, valiente y divertido, sería un gran compañero." Nozomi se levantó y le entregó la hoja al profesor. Después, volvió a su asiento.
Deseaba, anhelaba, con todo su corazón que Naruto hubiese puesto su nombre en el nuevo papel que Iruka le había proporcionado. Pero no, en su lugar estaba el de "Sakura Haruno" junto con un "Porque es muy guapa". Nozomi cruzó sus brazos y apoyó su cabeza en ellos, dejando que su cara mirase al lado contrario del rubio. Estaba mirando a Sasuke, Sasuke Uchiha. No solo eso, él también la miraba a ella.
—Hola —saludó la de pelo gris sin mucho ánimo.
—Hola, ¿estás bien? —preguntó Sasuke, poniendo mala cara.
—Sí, ¿y tú? —dijo Nozomi por educación.
—También bien —contestó el Uchiha. La niña hundió su cabeza en sus brazos, no sin antes ver qué había puesto el chico en su hoja. "Itachi Uchiha; es el mejor hermano y ninja que puede haber."
—Nozomi, puedes dormir en tu casa. Si tanto te aburres, lee lo que has puesto en tu hoja —ordenó Iruka. La Senju se levantó de nuevo, agarró de malas maneras la hoja, miró a sus compañeros y después volvió la vista al papel, aburrida.
—La persona con la que me gustaría estar es Nozomi Senju. No hay nada mejor que yo misma —explicó ella, haciendo como que leía. Dobló la hoja y la rasgó en pedacitos de papel—. Este ejercicio es estúpido y jamás os diría con quién quiero pasar mi último día —susurró la niña, subiendo de nuevo a su banco.
La clase transcurrió con total normalidad, e incluso se le hizo un poco más amena de lo habitual. Al momento de salir de clase, agarró su mochila con prisa y corrió hasta la entrada. Estaba lloviendo.
—Mierda... —susurró Nozomi. Por una vez que no llevaba su paraguas y empezaba a llover.
—Podemos ir juntos si quieres, nuestros clanes están cerca —sugirió Sasuke, ofreciéndole su paraguas.
—Muchas gracias, Sasuke, te debo una. —Nozomi se puso al lado del Uchiha bajo el paraguas, haciendo que toda la clase se les quedase mirando. Las chicas estaban celosas de Nozomi, y los chicos, de Sasuke. En cambio, Naruto, miraba la escena entre triste y enfadado.
—¿Qué hace Nozomi con ese tonto? —preguntó el Uzumaki para sí—. Yo también habría podido llevarla...
Os iré dejando datos de Nozomi y el equipo siete al final de cada capítulo. Si les preguntasen a los integrantes del equipo siete cuál es su sueño (antes de la tragedia del clan Uchiha), estas serían sus respuestas:
Naruto: Convertirse en Hokage.
Sasuke: Lograr superar a su hermano y ser reconocido por su padre.
Nozomi: Crecer en alguien amable en quien la gente pueda confiar.
Kakashi: Ser amado.
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Smile | Naruto Uzumaki
Fiksi PenggemarSonreír nunca se nos hizo fácil a ninguno de los dos, quizá a mí más que a Nozomi. Su nombre significaba esperanza, y eso es justo lo que me dio. Cuando nadie podía amarme, llegó ella, y, por Dios, lo puso todo patas arriba. -aerhyan | 2019