Capítulo 33: Detrás de mí es el lugar más seguro en el que puedes estar.

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     La carrera comenzó, Idate en vez de ir por el agua, decidió ir por otro lado. A los ninjas no les quedó más remedio que seguirle. Parecía haberlo tenido planeado desde el principio, quizás era una ruta más corta o más fácil, o quizás simplemente pensaba que haría mal tiempo, pero Idate parecía saber lo que hacía.

     —Hay ninjas por aquí, diría que tres, se me hacen conocidos... Id con cuidado —advirtió la Hatake, enseguida se dio cuenta del genjutsu, quien lo había hecho parecía ser bastante malo.

     —¿Un genjutsu? —susurró Sasuke. Ella asintió mientras el corredor se detenía—. Mierda, Naruto está haciendo lo que le da la gana...

     —¡No vayáis por ahí! —gritó Nozomi, pero fue ignorada tanto por Idate como por el Uzumaki. Ambos cayeron por un precipicio, obligando a Nozomi a salvarles

     —Casi acabáis muertos de una caída por un acantilado. Si no llega a ser porque Nozomi ha abierto un portal, estaríais en la otra acera —dijo Sasuke—. ¿Estás bien?

     —Sí, no te preocupes —respondió ella, limpiándose un poco de sangre que le caía por la comisura del labio—. Sigamos.

     Llegaron a una playa con algunas barcas y un barco, que es el que utilizaron para iniciar el trayecto al templo Modoroki, donde debían recoger una de las Joyas.

     —Siento si es una intromisión —dijo Nozomi—, pero ¿eres familiar de Ibiki Morino?

     —Es mi hermano, ¿sigue vivo? —preguntó Idate, que no podía creerlo.

     —¡Vivo y coleando! ¡Nos puso una pregunta muy rara en nuestro examen de acceso a chunin! —exclamó el Uzumaki. De repente, les lanzaron una felcha desde otro barco.

     —¡Una emboscada, proteged al cliente! —exclamó Nozomi mientras paraba con su kunai algunas flechas que se dirigían hacia Idate—. Naruto, cuida de Idate, Sasuke y yo acabaremos con ellos.

      —Son los de los exámenes chunin —habló Sasuke. La chica asintió mientras acumulaba rayos en las palmas de ambas manos. Pese a sus esfuerzos, no consiguió impactar su jutsu en ninguno de ellos.

     —Será un problema —susurró uno de los enemigos—. Plan B, ¡acabemos con todos ellos! —De repente, comenzó a llover petróleo. Nozomi tragó en seco.

     —¡Todos al agua, quieren incendiar el barco! —gritó ella, uno de los tres ninjas rivales rio.

     —Muy lista, pero ya es demasiado tarde —dijo antes de prender fuego al lugar para proceder a marcharse en pocos segundos.

     —¿Sabes nadar? —le preguntó la chunin a Idate, que asintió. Nozomi agarró al chico por la cintura y le tiró al agua; hizo lo mismo con sus compañeros.

     —¡Nozomi, salta ya! —exclamó el Uzumaki desde el agua, viendo que su amiga seguía en el barco. Ella se quedó mirando a los ninjas enemigos, memorizando su chakra para poder localizarles más fácilmente pero, de repente, la agarraron del brazo y tiraron al agua—. Menos mal que estaba ahí para salvarte.

     —No seas tonto —habló Sasuke—. Estaba memorizando sus chakras para poder saber dónde están en todo momento, siempre que intentas ayudar, acabas empeorándolo todo.

     —Basta, Sasuke —ordenó ella—. Mierda —susurró mientras la hundían hacia el fondo. Los ninjas les habían seguido, y estaba en un entorno que no le favorecía en absoluto. No podía usar sus jutsus pues podría matar a su equipo por culpa de la conductividad de las sales minerales en el agua. Naruto impactó el rasengan en el enemigo que la sujetaba y ella le dio una patada.

Smile | Naruto UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora