Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 71: Quizá uno no deseara tanto ser amado como ser comprendido.

     Nozomi abrió los ojos paulatinamente. Su pecho le ardía y apenas podía moverse. Bajó su vista al abdomen y lo vio atravesado por varias barras de metal. "Felicidades, Nozomi, has sobrevivido", pensó jocosamente mientras llevaba su mano a una de las barras de metal. Primero se retiró la del hombro y después las del torso. Confundida, observó a su alrededor; no había nada. Se dio cuenta, entonces, de que una sombra gigante se postraba sobre ella y miró hacia el cielo. Por encima de ella se había alzado un enorme terreno y el chakra descomunal de Naruto la golpeaba ferozmente de vez en cuando.

     De repente, la plataforma cayó del cielo. Nozomi consiguió teletransportarse justo a tiempo y apareció en un pedazo de tierra en el aire, justo por encima de Naruto, que había sacado seis colas.

     —Mierda... —susurró la chica—. ¡Jutsu de invocación!

     —Menos mal, señora —susurró Katsuyu desde su hombro.

     —Manda a todos evacuar. Konoha, incluido el refugio subterráneo será arrasado si Naruto deja salir más colas.

     —Sí, ahora mismo, señora. —La babosa desapareció y Nozomi comenzó a seguir a Naruto, que perseguía a Pain.

     "No aguantaré. No queda mucho para que pase el efecto del Sello... Si consigo que Naruto me vea, seguramente se calme", pensó Nozomi, que cayó de rodillas al suelo.

     —Solo un poco más —susurró para sí, levantándose—. ¡Naruto! —gritó, pero el chico estaba demasiado furioso como para oírlo.

     Pero ambos ninjas se habían tirado por un precipicio y a la Hatake no le quedó más que arrastrarse de nuevo hasta la Hoja. A trompicones, logró reunirse con Shikamaru, que, nada más verla, la abrazó con tanta fuerza que ella creyó que la iba a matar.

     —Lo siento... lo he hecho lo mejor que he podido —murmuró Nozomi antes de desplomarse en sus brazos.

     —¡Nozomi! ¡Nozomi! —gritó Shikamaru mientras el cuerpo de su amiga se resbalaba entre sus manos. Ambos cayeron al suelo mientras él la abrazaba.

     —Déjeme a mí —murmuró Katsuyu, poniéndose al lado de Nozomi—. Está bien, solo está cansada... Ha conseguido reparar todos sus tejidos en diez minutos y ha recobrado la consciencia para intentar calmar a Naruto Uzumaki. Por favor, dejenla descansar.

     Tuvieron que pasar unas cuantas horas para que la Hatake se despertara en el regazo de su amigo, que hablaba con Katsuyu sobre la reparación de Konoha. Nozomi se levantó rápidamente y miró a su alrededor.

     —¿Y Naruto? —preguntó.

     —No lo sabemos... —respondió Katsuyu.

     Nozomi localizó el chakra de su amigo, que estaba junto al de su maestro y corrió hacia ellos como alma que lleva al diablo. "Por favor, que esté de una pieza, no puedo regenerar tejidos de otras personas en este estado", se dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. En la entrada del bosque, consiguió vislumbrar la silueta de Kakashi cargando a su amigo, así que se quedó frente a ellos, esperándolos, sin reparar en la multitud de gente que se había acumulado a sus espaldas.

     —¡Nozomi! —exclamó él, bajando de la espalda de Kakashi. Corrió hacia ella y agarró su cara entre sus manos. "Está más delgada...", pensó mientras lloraba—. ¡Tonta, más que tonta! —Abrazó el cuerpo de su amiga, que correspondió el gesto rápidamente. —No hagas nada así otra vez... Pensar que casi te pierdo de esta manera... y sin haberte pedido perdón... Lo siento. —Apretó su agarre más todavía.

     —Tonto tú. —Sonrió Nozomi, llorando también. —Yo siempre lo he tenido todo bajo control.

     —Tengo tantas cosas que contarte... —dijo el Uzumaki, separándose de ella.