Capítulo 22: El camino que lleva a la seda y diamantes.

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     —Felicidades a todos por haber alcanzado las finales —dijo Hiruzen—. Cogeréis un papel de la caja de Anko y eso nos indicará vuestros combates.

     Los combates se decidieron por puro azar e Ibiki fue el encargado de anunciarlos. El primer combate sería el de Naruto contra Neji, el segundo el de Gaara contra Sasuke, el tercero el de Kankuro contra Shino. El cuarto era el de Temari y Shikamaru. El último sería el de Nozomi, a la cual le había sido emparejado el ninja de la Aldea de Sonido. Ella suspiró, si las cosas se ponían difíciles, simplemente se rendiría.

     —Tengo una pregunta —dijo Shikamaru—. Si esto es un torneo, ¿significa que solo habrá un vencedor? ¿Solo uno de nosotros se convertirá en chunin?

     —En realidad, es todo lo contrario. Habrá varios jueces observando las rondas finales, como yo mismo, los líderes ninja y el Kazekage. A través de este torneo, esos jueces podrán evaluar exhaustivamente vuestras capacidades. Luego decidirán si alguno de vosotros pasa. Aunque perdáis en la primera ronda, aún podéis ascender a chunin. Os agradezco vuestra paciencia. Bien, os emplazo para el mes próximo.

     Nozomi y Naruto corrieron al hospital para ver a su compañero. Lamentablemente, no les dejaron entrar a su habitación, decían que era protocolario, pero la chica sabía que algo debía haber pasado.

     —Eh, chicos —dijo Kakashi.

     —¡Kakashi, tengo algo que...! —exclamó el Uzumaki.

     —Ya sé lo que me vas a pedir, por eso he estado buscando a alguien que supervise tu entrenamiento.

     —¿Y por qué no lo haces tú? —cuestionó el chico—. ¡Ya lo sé! ¡Vas a entrenar a Sasuke y a Nozomi! ¡Traidores!

     —Eh, yo no sé nada —susurró ella.

     —No te quejes, te he encontrado a alguien mejor que yo. Mira ahí está. —Señaló a un hombre vestido completamente de negro que era un poco extraño.

     —¡¿Tú?! ¡Pero si eres un pervertido! —gritó el niño. Los Hatakes se miraron entre sí, sin entender nada—. ¡Si Ebisu es más débil que yo! ¡Le hice mi Harem no jutsu y acabé con él! —El hombre le tapó la boca para que no pudiera seguir hablando.

     —Vaya, vaya, no sabía que os conocierais —dijo el de cabellos grisáceos.

     —Sí, desde hace tiempo —susurró Ebisu.

     —Naruto, Ebisu es un tutor privado que solo entrena a la élite. Francamente, él es mejor profesor que yo —explicó Kakashi—. Además, Naruto, del equipo siete, tú eres el que más necesita trabajar los fundamentos básicos.

     —¡¿Estás diciendo que no soy tan bueno como Sasuke o Nozomi?!

     —Naruto, da igual cuántos jutsus domines, los fundamentos son básicos —susurró el Hatake, cansado—. Si de verdad quieres ser fuerte, guarda silencio y presta atención a tu maestro. Bien, Ebisu, te lo dejo en tus valiosas manos.

     —¿Y qué hay de Nozomi? —preguntó Naruto.

     —Solo un Hatake puede entrenar a otro Hatake, yo me encargaré de ella. Trabajará tan duro que no la reconocerás cuando luche —dijo Kakashi. Ella frunció el ceño—. No te preocupes, Nozomi, los lunes, miércoles, viernes y domingos, entrenaremos por la mañana, los demás días por la tarde, lo tengo todo bajo control, tú confía en mí. Vete a casa y descansa esta tarde, mañana empezaremos, así que tienes que prepararte mentalmente. Iré a tu casa para comentarte un par de cosas.

     —Bien, solo me queda desearte buena suerte, Naruto —susurró la chica, ofreciéndole su mano.

     —Igualmente —habló él, agarrándola—. No te lo pensaba decir, pero también tengo ganas de luchar contra ti, así que, si llegamos a ser enemigos, no te contengas.

Smile | Naruto UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora