Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 86: Si uno es diferente se ve condenado a la soledad.

     —¿Te vas ya, Nozomi? —le preguntó un médico dentro de la carpa.

     —Sí. Aquí la batalla ya está terminando, y ya hemos atendido a los pacientes más graves —respondió la chica antes de salir de la carpa.

     Caminó hasta otra ninja médico y le sonrió.

     —La Primera y Segunda compañía ya han ido a apoyar a otras unidades. Me gustaría ir a ayudar a más gente... Te dejo a los que quedan, no están demasiado graves, así que podrás con ellos —dijo Nozomi.

     —No te preocupes, los que no combatimos podemos atenderlos. Ahora estoy más preocupada por Naruto y su grupo... Tú les llevaste allí, ¿no? A Kakashi y Gai, digo... —La Hatake asintió. —La batalla allí es mucho más dura que la que nos ha tocado a nosotros.

     —Sí, tienes razón... Pero conozco a Naruto y sé que no hay nada que pueda con él. —Sonrió.

     —¡Nozomi! ¿Estás lista? —preguntó Shizune, corriendo hasta llegar a su lado.

     —Sí —respondió ella.

     —Ten cuidado —dijo la médico.

     —Gracias por hacerte cargo de esto —comentó la Hatake antes de crear un portal delante de ella.

     "¡Mensaje del cuartel general! ¡Estamos ganando la batalla a la que os dirigís! ¡El enemigo no logra hacer ceder a Naruto Uzumaki! Aquellos a los que teníamos que proteger, Naruto y el señor Bee, ¡se están entregando por completo al combate en el frente! ¡Gai y Kakashi también están allí! ¡Tropas aliadas, tenéis que pelear con todo vuestro corazón! ¡Usad vuestras almas guerreras! ¡Esta es la profecía de nuestra victoria en esta guerra!", le dijo el cabeza del clan Yamanaka a toda la Alianza mediante su jutsu.

     —Shizune, vamos. —Nozomi le ofreció su mano a la mujer, que la tomó con seriedad antes de que ambas se metieran en el portal de la chica.

     Las dos mujeres se teletransportaron a flancos en los que la ayuda médica era necesaria y comenzaron a curar a los heridos. Nozomi observaba la situación con cuidado mientras trataba de adivinar quién estaba detrás del jutsu de reanimación.

     —¡Nozomi, necesitamos tu ayuda por aquí! —exclamó un ninja de la arena.

     —¡No, iré yo! —gritó Shizune—. ¡Nozomi, ves al frente con Naruto, estoy segura de que necesitarán tu fuerza!

     —¡Está bien, siento dejártelo todo a ti! —dijo la Hatake, creando un portal a su lado.

     Una vez salió por el portal, se dio cuenta de lo mucho que había cambiado la batalla. Había una bestia con cola controlada por Madara Uchiha, que estaba al lado de un chico con el pelo negro y el Rinnegan. No necesitó ser demasiado avispada para darse cuenta de que era el enmascarado.

     —Siento llegar tarde —dijo la Hatake, sonriendo, al lado de su novio—. ¿Estás bien, Naruto?

     —¡Sí! —exclamó él, sonriéndola de vuelta.

     —No tienes que hacerte el duro delante de Nozomi —comentó Kiba jocosamente. El rubio se sonrojó ligeramente y negó con la cabeza.

     Los Aburame y algunos ninjas capaces de realizar el jutsu de la niebla, crearon un jutsu conjunto para evitar que el enemigo les viera desde esa especie de bestia hecha de madera. Nozomi comenzó a curar a Kakashi, que estaba gravemente herido.

     —Nozomi, lo primero de todo... —comentó el Uzumaki.

     —Ya estoy en ello —respondió ella seriamente, transfiriéndole chakra al hombre.