Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 24: La niña besada por el rayo.

     —¡Nozomi, concentra más chakra en los puños cuando vayas a golpear al rival, sino jamás podrás noquearlo! —gritó su maestro. Ella asintió—. ¡Jamás me alcanzarás si no estás dispuesta a matarme!

     —Estás loco —susurró la chica, acumulando rayos en su mano derecha.

     —¡Tu combate es mañana y te sigues moviendo como una abuelita! ¡Lee estaría muy decepcionado si viera que su ayuda no ha servido para nada! —dijo el Hatake, lanzándole unos shurikens. Ella los esquivó con facilidad, creó un portal con su mano izquierda, lo atravesó y se puso detrás de Kakashi, dispuesta a impactar en él sus rayos, pero él lo evitó con simpleza—. Mucho mejor, ¡otra vez!

     —¡Sí! —gritó ella, repitiendo el movimiento varias veces, hasta que Kakashi vio cuán cansada estaba y decidió dejar el entrenamiento.

     —Pese a que tu Chidori no es ni la mitad de fuerte que el original, es increíble que hayas conseguido hacerlo, sobre todo teniendo en cuenta que antes no podías crear ni un solo portal decente, estoy muy orgulloso de ti.

     —Muchas gracias —murmuró mientras los rayos de su mano desaparecían—. No te decepcionaré.

     —No te preocupes ahora mismo por eso, ya lo sabes, el Chidori y los portales son la última opción siempre. Gana al ninja del sonido rápido y no enseñes demasiadas técnicas hasta la semifinal, ninguno de los presentes tendrá idea de cuánto has crecido.

     —Está bien, eso haré. Dejaré al clan por todo lo alto, no tienes de qué preocuparte. ¿Lo dejamos por aquí hoy? —pidió ella, sonriendo ampliamente—. Por favor.

     —Está bien, ve a ver a Lee. —Nozomi asintió. —Mañana iremos Sasuke y yo a tu casa y entraremos los tres juntos al estadio.

     —Hace mucho que no lo veo, espero que esté bien.

     —Claro que lo está, al fin y al cabo, es Sasuke Uchiha. Él también ha mejorado mucho. Venga, vete ahora antes de que me vaya de la lengua.

     —¡Muchas gracias, maestro! —exclamó ella. El hombre sonrió bajo su máscara—. ¡Kakashi! ¡Pienso entrenar día sí y día también para poder llegar a ser tan fuerte como tú! —La Hatake creó un portal y apareció en la habitación de Lee.

     —¡Nozomi! —exclamó él al verla salir del portal—. ¡Cada vez eres más rápida entrando y saliendo de los portales, sigue así!

     —Muchas gracias, todo ha sido gracias a tus consejos, jamás podría haberlo conseguido sin ti. —Sonrió.

     —¡Eres como un ángel!

     —No digas tonterías, mañana irás a verme, ¿no? —El chico asintió entusiasmado.

     —Aunque tenga que romperme la otra pierna, ahí estaré para apoyarte. —La chica rio. —Estoy preocupado por tu rival, hasta Neji dice que es fuerte.

     —¿No confías en mí? Ya sabes que no soy tan débil como antes. Además, si no avanzo de ronda, jamás tendré oportunidad de enfrentarme a Gaara y vengarte...

     —¡No digas estupideces! Si llegas a luchar contra Gaara, huye —habló él seriamente.

     —Era una broma, claro que huiría, ¿has visto el mal rollo que da? Siquiera mi eterno rival ha podido con él, no tengo oportunidad. —Ambos rieron. —Me voy ya a casa, recupérate para poder pelear pronto contra mí.

     —¡Claro que sí! ¡Buena suerte mañana, Nozomi!

     La chica salió del lugar y caminó a paso lento por la aldea, desde hacía unas dos semanas, en vez de caminar, utilizaba sus portales, así que tenía miedo de que se le olvidase cómo andar. Miró a su alrededor, no podía permitirse perder, así que no lo haría, si debía matar a su rival, lo haría. Haría cualquier cosa para allanar el camino de sus amigos a la victoria.