Capítulo 49: El mundo no es más que un entramado de mentiras.

552 73 0
                                    

     —Chiyo, detrás de mí —ordenó Nozomi, sujetando su brazo derecho con el izquierdo.

     —Vamos, ambos sabemos que en tu estado actual, un Chidori más significaría la muerte —dijo él.

     —Me encargaré de llevarle conmigo al infierno —susurró la Hatake.

     —El combate empieza ahora... Esta es una técnica que yo misma sellé —habló la anciana mientras sacaba un rollo de su bolsa—. No creía que necesitaría usarla otra vez. Parece que me equivocaba. —Abrió el rollo y de él comenzaron a salir distintas marionetas.

     —Dicen que la habilidad de un marionetista se mide por el número de títeres que puede utilizar. Es lo que esperaba de ti, abuela. Ese es tu jutsu secreto de los diez dedos... Había oído rumores sobre él. Con esas marionetas acabaste tú sola con las defensas de un castillo. El jutsu blanco de la colección de Chikamatsu, las diez obras maestras de Monzaemon, creador del jutsu del marionetista. Qué gran colección. —Sasori abrió un pergamino y comenzaron a salir innumerables marionetas de él. —Pero aun así ¡yo derroqué una nación entera con esto! Estoy disgustado conmigo mismo, ¿cuánto rato más me voy a pasar peleando con una mocosa y una vieja chocha?

     —Nozomi, no te metas en esto —dijo Chiyo.

     —Veo que todavía no ha comprendido mi camino ninja. Yo nunca me desdigo de mis promesas ni retrocedo, lo adopté de Naruto. Prometí matar a su nieto y lo haré —habló la Hatake.

     —Es verdad, eres igualita a Tsunade —susurró la anciana—. Este será el último acto de la función. ¿Estás lista?

     —¡Sí!

     La batalla contra las marionetas de Sasori comenzó, Chiyo destruía los muñecos con los suyos propios y Nozomi lo hacía a base de fuerza bruta, ya que era incapaz de realizar más jutsus al no poder mover los dedos completamente. La anciana era, posiblemente, la marionetista más fuerte que Nozomi había conocido, luchar junto a ella era sinónimo de recibir una clase magistral.

     —¡Mierda! —exclamó Chiyo, había sido herida. Nozomi corrió rápidamente a su lado y le entregó el antídoto. Ella se lo pinchó. Solo les quedaba una dosis—. Céntrate en atacar a Sasori.

     —¡Sí! —Nozomi, en compañía de las marionetas de Chiyo, se abalanzó hacia los títeres del pelirrojo.

     —¡Usa esto! —La anciana le lanzó una marioneta diminuta.

     —Bien, ¡este será mi último movimiento! —exclamó la chica, corriendo hacia Sasori. Recubrió la marioneta con rayos y se la lanzó al marionetista. Al hacerlo, el títere se expandió y dejó a Sasori contra un muro—. No se ha acabado —susurró ella, hiperventilando. Chiyo cayó al suelo, Nozomi corrió hasta llegar a su lado, estaba extremadamente débil.

     De repente, Sasori se alzó detrás de ambas, había conseguido escapar del sello de Chiyo e iba a encajar una espada en la anciana. Nozomi, que no podía hacer mucho más, se interpuso en el ataque y recibió ella el corte. La espada atravesó completamente su abdomen.

     —Te mentí, este sí será mi último movimiento. ¡Fuerza de un Centenar! —El rombo de su frente desapareció, creando un patrón de líneas por toda su piel. Rompió la espada de un golpe y se sacó el pedazo restante en su abdomen. Gracias al sello, pudo curar su herida rápidamente y corrió hacia Sasori con mucha más velocidad que la del principio.

     —¿Cómo? —susurró él. Chiyo miró la escena atónita, pensaba que aquel jutsu era una especie de mito, pero estaba equivocada.

     —Me has subestimado, y si me subestimas a mí, también subestimas a mis maestros. Acabaré contigo enseguida. —Nozomi limpió la sangre que le corría por la comisura de la boca y se pinchó el antídoto. En vez de golpear aquella caja que contenía su chakra con un puñetazo, agarró un kunai y la apuñaló repetidas veces.

Smile | Naruto UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora