Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 39: Su último aliento fue cortado por un rayo.

     El único recordatorio de Nozomi para hacerle saber que era su cumpleaños fue una carta terriblemente adorable (según ella) de Naruto:

     "Nozomi, ¡felicidades (no sé si va con "z" o con "c", perdón :()!

     Ya cumples trece años, ¡¡¡me alegro mucho de que hayas nacido ^^!!! He leído la carta que me escribiste por mi cumpleaños y es tan buena que no creo que pueda igualarla ni en veinte años, ¡odio que mi mejor amiga sea tan lista TT!

     Te he metido dinero en el sobre, seguramente sigas pagando la deuda de Kakashi, así que no te irá mal hahaha

     Ya queda menos para que volvamos a vernos, no te olvides de mí.

     Naruto Uzumaki, el próximo Hokage."

     Con la carta había adjuntado mil ryo, la chica no pudo evitar reír. Dejó la carta en su mesita de noche y escribió una para el chico como agradecimiento.

     "Muchas gracias por tu carta y regalo, Naruto.

     Hace dos semanas que me presenté al examen jonin (he entrenado arduamente con Kakashi y Tsunade y ambos me incitaron a hacerlo), justo hoy me dicen si he ascendido, probablemente cuando recibas esta carta a manos de mis babosas, ya tendré la respuesta, aun así, deséame suerte.

     Tu futura mano derecha se ha esforzado mucho este año para poder haceros sentir a todos muy orgullosos. Mis jutsus médicos son muy buenos (ya tengo el sello de la Fuerza de un Centenar) y he desarrollado alguna que otra técnica, cuando nos veamos, no me reconocerás.

     Nozomi Hatake, mano derecha del próximo Hokage."

     Una vez hubo acabado, invocó a una de sus babosas y le ordenó que se la entregara al Uzumaki.

     Salió de su casa y caminó hacia el despacho de su maestra, con cierta parsimonia y las manos en los bolsillos. Por el camino, se encontró a Rock Lee.

     —¡Mi eterna rival, Nozomi, pongámonos a prueba! —exclamó el chico. Ella rio y asintió.

     —Tengo prisa, ¿qué te parece un piedra, papel o tijeras? —dijo ella.

     —¿Prisa? ¡¿Qué es más importante que tu eterno rival?!

     —Hoy me dicen si he ascendido o no a jonin —respondió Nozomi como si nada. La mandíbula del chico casi rozó el suelo de la sorpresa.

     —¡Entonces vete, nuestro duelo puede esperar! —gritó él, dándole un sutil empujón en la espalda.

     —Oh, no te preocupes, si ya llego tarde, unos minutos más o unos minutos menos es lo mismo. —Sonrió.

     —¡¿Cómo puedes llegar tarde si puedes teletransportarte?! ¡Siempre que quedamos llegas la última, ¿no cambiarás nunca?! —chilló Lee.

     —Bueno, si me vas a echar la bronca, me voy —susurró la chica.

     —¡No, venga, uno, dos, tres, piedra, papel o tijeras! —gritó el chico, que sacó papel. Nozomi, por su parte, sacó tijeras.

     —Veintitrés a dieciocho —comentó ella antes de introducirse en un portal y desaparecer de la vista del chico. Cuando salió del portal, se encontraba frente al despacho de Tsunade. Picó a la puerta y ella ordenó que pasara. Se encontró con varios ancianos y los maestros de sus amigos (y el suyo propio).

     —Nozomi, después de tu actuación en los exámenes jonin —habló la Hokage—, se ha decidido por unanimidad tu ascenso a jonin, felicidades.