Ya habían pasado nueve meses del ascenso a jonin de la joven ninja, nueve meses en los que había cumplido más de cincuenta misiones tanto en solitario como con su maestro. Justo aquel día de septiembre, había acabado una misión por su cuenta y estaba caminando por la aldea para entregarle el informe a la Quinta.
Entró en el despacho de la mujer y le dio los papeles correspondientes, como solía hacer normalmente, aunque, aquella vez, todo fue un poco diferente.
—Nozomi, me gustaría proponerte algo —dijo la Senju con una cara bastante más seria de lo habitual.
—Vamos, no hace falta tanta seriedad —susurró la chica.
—El asunto lo amerita —comentó la Hokage. Nozomi tragó en seco y asintió—. Como sabrás, el ataque a Konoha no solo acabó con el Tercero, sino con muchísimos ninjas de élite, incluyendo a la líder del escuadrón médico de los ANBU, la escuadra trece. La situación de entrar como capitana es excepcional, pero tú eres mi alumna y sé que serías perfecta para el puesto. Tus amplios conocimientos de anatomía, adquiridos gracias a mi entrenamiento, nos serán increíblemente útiles. Obviamente, será algo temporal hasta que encuentre a alguien al menos la mitad de buena que yo en ninjutsu médico, por ahora esa persona eres tú. Siéntete libre de rechazar la propuesta, pero durante estos meses me has demostrado tu crecimiento y gran habilidad, es por eso que quiero que te unas a los cuerpos de élite.
—No creo pegar demasiado en ANBU, pero si es usted quien me lo pide, aceptaré. Necesito compensar todo lo que ha hecho por mí. Además, si cree que puedo ayudar a la villa, lo haré. Necesito proteger aquello a lo que Naruto le tiene tanta estima —dijo la Hatake.
—Muchas gracias por aceptar —habló la rubia, rebuscando en un armario—. He mandado hacer esta máscara especialmente para ti. —Sacó un uniforme del armario y se lo entregó a la chica, junto con una máscara de porcelana de una babosa. La Hatake agarró el traje y lo miró por encima; era negro, con una especie de chaleco gris y algunos protectores metálicos. Además, le había dado una espada un tanto extraña. Lo metió todo en una bolsa completamente negra y se preguntó desde hacía cuánto tiempo Tsunade le quería proponer aquello. —Bien, si me dejas tu brazo derecho, yo misma te haré el tatuaje con mi chakra. —Nozomi asintió y, en unos segundos, ya tenía la marca que la identificaba como ANBU. —Tu primera misión será en una semana, deberás acabar con un criminal de Konoha que se oculta en Kirigakure, aunque tu misión principal es curar a tus aliados, eso no te excluye de participar en la lucha, ¿entendido?
—Sí, no se preocupe, lo haré bien —respondió la Hatake.
—Perfecto, en una semana, aquí a las cinco de la mañana, te presentaré a tu escuadra —explicó la sannin.
—Entiendo. No la decepcionaré —susurró Nozomi.
—No podrías, venga, puedes retirarte —ordenó Tsunade. La chica salió de su despacho y se encontró al equipo de Gai.
—¡Nozomi! —exclamó Lee, sonriendo—. ¿Qué haces por aquí?
—Acabo de entregar un informe de una misión, nada del otro mundo —respondió ella—, ¿qué tal vosotros? Hace mucho que no coincidimos.
—Muy bien, justo vamos a recibir una misión de la Quinta —explicó Tenten. Nozomi asintió.
—Me he enterado que participaréis en el examen chunin que viene, mucha suerte —dijo la chica, sacando un libro de su bolsa.
—¡Claro que sí! ¡Ya verás como lo conseguimos! —exclamó su rival. La Hatake asintió.
—Bueno, ya nos veremos —se despidió Nozomi antes de seguir caminando hasta su casa.
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Smile | Naruto Uzumaki
FanficSonreír nunca se nos hizo fácil a ninguno de los dos, quizá a mí más que a Nozomi. Su nombre significaba esperanza, y eso es justo lo que me dio. Cuando nadie podía amarme, llegó ella, y, por Dios, lo puso todo patas arriba. -aerhyan | 2019