—Naruto, ¿entrenamos juntos? —dijo Nozomi—. Sai, tú también puedes venir.
—Será mejor que vayáis vosotros solos —murmuró Naruto, que tenía miedo de descontrolarse y herir a su amiga de nuevo.
—Yo tengo cosas que hacer, lo siento —comentó Sai.
—Oh, no os preocupéis, ya lo haré yo sola. —La chica sonrió y se despidió de sus compañeros con un ademán de mano.
Los tres chicos se separaron y Nozomi comenzó su marcha hacia el campo de entrenamiento número dos. Al entrar por la puerta, se dio cuenta de que ya estaba ocupado pero, antes de que pudiera reaccionar, alguien se había lanzado a sus brazos: Rock Lee. Ella correspondió su abrazo torpemente hasta que ambos se separaron.
—¡Nozomi, ¿estás bien?! —exclamó él—. ¡El maestro Kakashi le dijo a mi maestro que estábais en una misión muy importante! ¡Me alegro de que hayas vuelto de una pieza!
—¡Au! —exclamó ella, ya que el chico había apretado algunas de sus heridas.
—Lee, ¿no ves que le duele? —comentó Tenten, intentando separar al par.
—¡Que va! ¡A mi rival no le dolería algo tan minúsculo como esto! —Observó a la chica, que tenía el ceño fruncido. —¡Perdón, Nozomi! —Se separó de ella rápidamente.
—No deberías entrenar en ese estado —dijo Neji.
—Tengo que hacerlo —murmuró ella.
—No seas tonta, tienes muy poco chakra. Vete a descansar —añadió el Hyuga.
—¡Eso, haz caso a Neji! —exclamó Tenten—. No te dejaremos entrenar si te quedas, podemos ser muy pesados, ya lo sabes. —Sonrió mientras ponía sus manos en los hombros de la chica.
—Ah... Está bien, muchas gracias por preocuparos por mí —murmuró Nozomi, creando un portal con su mano izquierda—. Nos vemos, chicos.
—¡Adiós! —exclamó Rock Lee.
Nozomi apareció en su casa y caminó hasta el lavabo. Aunque quería quedarse dormida en el sofá, después del encuentro con Sasuke, no podía permitirse descansar. Ojalá existiera una forma de convencerlo que no requiriese de violencia.
—Quizás si asesino a su hermano... —susurró ella. Pero sabía que no podría contra el prodigio Uchiha.
Se duchó y cambió a su ropa de diario. Si no podía entrenar su cuerpo, entrenaría su mente. Observó el reloj de su sala de estar, ya habían pasado cuatro horas desde que habían llegado a Konoha.
No tenía la energía suficiente como para crear un solo portal más, por lo que no le quedó más remedio que caminar hasta la biblioteca como un ninja normal. Al llegar, fue directamente a la sección de ninjutsu médico. Tsunade le había comentado que había pedido expresamente a Sunagakure un libro sobre plantas medicinales, por lo que Nozomi debería estudiarlo, ya que su maestra seguramente se lo preguntaría a modo de examen.
En cuanto lo encontró, lo agarró y se encaminó hacia una mesa. Para su sorpresa, Sai estaba sentado en la única mesa libre. Se le acercó y le sonrió, pese a que en un principio tenía pensado estudiar en casa, decidió quedarse un poco allí para hacerle compañía. Él se sonrojó sutilmente y tapó lo que estaba leyendo. Estaba estudiando sobre las relaciones humanas, sobre los amigos y compañeros. A Nozomi se le hizo adorable.
—Tú también te estás esforzando, ¿eh? —murmuró ella. La cara del chico se puso más roja todavía—. Demos lo mejor de nosotros mismos.
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Smile | Naruto Uzumaki
Fiksi PenggemarSonreír nunca se nos hizo fácil a ninguno de los dos, quizá a mí más que a Nozomi. Su nombre significaba esperanza, y eso es justo lo que me dio. Cuando nadie podía amarme, llegó ella, y, por Dios, lo puso todo patas arriba. -aerhyan | 2019