Capítulo 56: La pérdida de las ganas de vivir, la incapacidad de sufrir.

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     Una vez dejaron a Sai en el exterior, el equipo Kakashi se dispuso a entrar en la guarida de nuevo en busca de Sasuke. Pese a las advertencias del miembro de Raíz, harían todo lo que estuviese en su mano para salvar a su amigo. Pero, Kabuto se interpuso en su camino.

     Naruto comenzó a atacar al de cabellos blancos rápidamente, pero él esquivaba todos sus ataques. Nozomi golpeó el suelo, intentando que se quedase atrapado entre la tierra, pero él lo esquivó.

     —¡Yamato! —gritó Nozomi. El nombrado construyó una especie de puente, que daba a una montaña, y tanto Kabuto como ella subieron por él.

     Nozomi golpeó la montaña, liberando a unas abejas que se encontraban dentro de la tierra. Kabuto fue perseguido por ellas, pero se libró de los insectos en unos segundos. El siervo de Orochimaru desató a Sai y la chica corrió hasta llegar al lado de su amigo.

     —Siempre que os veo me dais lástima, pero que mucha lástima —dijo Kabuto—. Sobre todo, tú, Naruto. Es ver tu jeta y... Aunque me vencierais, no os serviría de nada. Las personas cambian, Sasuke ya no es el mismo que conocéis. —De repente, Sai inmovilizó al de cabello blanco. —¡¿Pero qué haces?!

     —Las personas cambian —repitió Sai—. Entonces yo también. Pero algunas cosas nunca lo hacen. Ese vínculo que los tres compartís... Mostrádmelo. Quiero verlo con mis propios ojos.

     Yamato inmovilizó a Kabuto con su madera y Nozomi comenzó a curar a Sai, bastante contenta.

     —Muchas gracias —susurró él.

     —No tienes por qué dármelas. Es más, soy yo quien te tiene que agradecer a ti, me has dado la razón —comentó ella una vez hubo acabado.

     —¿A qué te refieres?

     —Te dije que tenías buen corazón, no me equivoqué. Siento el golpe de antes, estaba enfadada.

     —No te preocupes —murmuró Sai.

     —Sai, ¿por qué nos ayudas? —preguntó el Uzumaki.

     —Me desconcierta mucho el hecho de que estéis tan obsesionados con Sasuke. ¿Qué es ese vínculo? —preguntó el de Raíz—. Me gustaría saberlo. Si lo veo con vuestros ojos, es posible que yo también me pueda aferrar al vínculo con mi hermano. —Nozomi sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas, así que se giró sutilmente y restregó su manga por su cara. —Si en realidad fue algo importante para mí, quizá pueda entenderlo si veo vuestro vínculo con Sasuke. O eso creo. —Kabuto comenzó a reír.

     —¡¿Qué te hace tanta gracia, pedazo de mononeuronal?! —exclamó la chica.

     —Vosotros no conocéis al verdadero Sasuke —dijo él.

     —¿Dónde está? —cuestionó Yamato.

     —A estas alturas habrá terminado de entrenar y estará en las habitaciones del fondo —respondió.

     —Sí, puedo sentir su chakra —susurró Nozomi. Sasuke se había hecho mucho más fuerte, podía notarlo.

     —¡Bien! ¡Entonces, vamos! —gritó Naruto.

     —Espera, Naruto, dentro no podré rastrear el chakra de Sasuke porque desvelaría el mío propio... ¿qué habitación es? —preguntó la chica.

     —Ni yo lo sé. Hay más de dos y entre ellas también se encuentra la de Orochimaru. Tendréis que descubrirlo vosotros mismos. —Rio. —Os digo esto porque dudo mucho que salgáis vivos de ahí, no os hagáis ilusiones.

Smile | Naruto UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora