Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 44: Unos ojos helados te mirarán con firmeza ardiente.

     —¡Vuelven a llegar los dos tarde! —gritó el Uzumaki para sí, ya que ni Nozomi ni Kakashi se habían dejado ver todavía. La chica apareció a su lado gracias a un portal—. ¡¿Dónde estabas?!

     —He ayudado a Neji a llevar unos papeles a la casa de su maestro —se inventó ella, con una sonrisa bastante forzada en la cara.

     —Yo estaba ocupado con el papeleo del nuevo equipo —explicó Kakashi, apareciendo de la nada.

     —¡Mentirosos, los dos! ¡Hoy nos asignan nuestra primera misión como equipo, pero parece que todo os la resbala! —chilló el rubio.

     —Eh, yo llevo haciendo equipo con Kakashi desde hace tres años, eres tú el que se tiene que acostumbrar a nosotros —dijo la Hatake. El hombre miró a sus compañeros hablando entre ellos con aquella química a la que estaba acostumbrado, parecía ser el sujeta velas de su cita.

     —Será mejor que vayamos a ver a Tsunade ya —sugirió Kakashi.

     —Hace un muy buen día, Nozomi, cuando acabemos, podemos dar un paseo —habló Naruto. Ella asintió sutilmente.

     —Ya nadie me respeta —susurró el Hatake—. Con lo monos que eran de pequeños... Les decía algo y me prestaban atención al instante...

     Los tres ninjas caminaron hasta donde estaba Tsunade, ella les asignó una misión de rango C (vigilar un cargamento de oro), con la que Naruto no estaba muy contento.

     —¡No tiene sentido que nos dé algo tan fácil! —exclamó el Uzumaki.

     —Se deberían quejar Kakashi o Nozomi, por tu culpa el rango del equipo baja a genin, es lo que hay —comentó la Quinta jocosamente—. Además, es la primera misión que haces en mucho tiempo, te servirá de preparación.

     —¡No necesito que me traten como a un bebé! —gritó el rubio. El párpado izquierdo de Nozomi comenzó a temblar sutilmente.

     —Por favor, cállate ya —susurró la chica—. No hagas enfadar a mi maestra, me matará.

     —Aquí está la información sobre la misión —dijo la Hokage, entregándoles un folio. Kakashi lo agarró. De repente, un ninja irrumpió en la sala.

     —¡Tenemos problemas! —gritó mientras corría hacia la Senju.

     —¿Qué pasa? —preguntó la rubia.

     —Hemos recibido un mensaje urgente de la Arena. Esto es lo que he descifrado. —Le entregó un papel a la Hokage, cuya cara palideció al instante.

     —Unos miembros de Akatsuki han secuestrado al Kazekage de la Villa de la Arena —anunció Tsunade—. Ahora disponemos de más información sobre la organización Akatsuki, por eso la Arena nos ha solicitado ayuda.

     —¿No pretenderá enviar al equipo de Kakashi? —preguntó Shizune.

     —Es una emergencia, no tenemos tiempo de preparar a otro equipo. Además, contáis con alguien que ha luchado contra miembros de Akatsuki. Kakashi, desde este momento tenéis una nueva misión. Por favor, Nozomi, lleva a tu equipo a la Arena ahora mismo, comprobad qué ha sucedido y enviad un informe completo. Después seguid las órdenes de la Arena y apoyadles en lo que sea necesario —ordenó la sannin.

     —Entendido, nos llevaré al bosque más cercano y seguiremos a pie desde ahí —dijo la chica mientras subía su máscara con la mano derecha y creaba un portal con la izquierda.

     El equipo entero entró y, al salir, se encontraron de frente con Temari. Tras avisarle de lo que había sucedido en su aldea, los cuatro reanudaron el paso, tardarían dos días en llegar a la Arena desde allí, pero Kakashi no quería tomar el riesgo de abrir un portal justo en frente de la Villa y ser atacados.