Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 18: Una utopía no es algo que los humanos puedan ser capaces de crear.

     —Voy a explicaros ahora lo que haremos en esta prueba —dijo Anko—. Lo principal es que vamos a poner a prueba vuestra capacidad para sobrevivir. Primero, os haré una descripción del terreno donde haremos la práctica. El campo de instrucción número 44 tiene 44 puertas de entrada cerradas a cal y canto. En su interior hay un bosque con ríos. En el centro, hay una torre cerrada ubicada a 10 kilómetros de cada puerta. La prueba consiste en una lucha en la que "todo vale" para conseguir estos rollos. —Enseñó dos pergaminos. —Lucharéis por conseguir los dos, el rollo del cielo y el de la tierra. En total, participaréis 26 equipos en este examen, la mitad irá en busca del rollo del cielo y la otra mitad en busca del de la tierra.

     —¿Y cómo aprobamos el examen? —preguntó el Uchiha.

     —Vuestro equipo entero ha de llevar ambos rollos hasta la torre. El examen tiene tiempo limitado. Deberéis terminarlo en cinco días.

     —¡¿Y qué vamos a comer?! —gritó Choji.

     —Mirad por ahí, es un bosque, habrá suficiente para todos —contestó la mujer con obviedad—. Esta prueba también evalúa la resistencia con los enemigos. Está pensada para ser muy agotadora, estoy segura de que la mayoría no estará a la altura.

     —Y, digamos que a mitad del examen, ¿se puede uno rendir? —preguntó Shikamaru.

     —Pues claro que no. En mitad de una batalla no podéis abandonar. También hay otras formas de las que podéis quedar descalificados. La primera: No llegar a la torre con todos los miembros en el tiempo establecido. La segunda: Perder a un miembro del equipo. La tercera: Mirar el contenido de los rollos antes de llegar a la torre.

     —¿Y si se abre solo y se lee por casualidad? —cuestionó Naruto.

     —Es mejor que no lo sepas. El objetivo del rollo es poner a prueba vuestra integridad. Ya hemos terminado, coged vuestros formularios y cambiadlos allí por vuestros rollos. —Señaló un puesto con tres ninjas. —Después, cada equipo elegirá una puerta y se os permitirá entrar. Si me permitís un último consejo: salid con vida.

     Nozomi rellenó su formulario rápidamente y miró a Naruto, que seguía dándole vueltas al papel. Los ninjas del puesto indicaron que comenzarían a dar los rollos. El Equipo 7 se reunió de nuevo y se puso en la fila. El rollo que les había sido entregado era el del cielo. La puerta elegida fue la doce y, una vez de abrió, el equipo entró en el recinto.

     —Nozomi, tu manera de ubicar chakra nos será muy útil —dijo Sasuke—. Pero sabemos que requiere de mucha concentración y chakra...

     —No os preocupéis por mí, de verdad. Haré lo que sea para ganar. —Los tres chicos comenzaron a caminar por el bosque. Hasta que Naruto tuvo que ir a hacer sus necesidades a un arbusto. Cuando volvió, Nozomi y Sasuke se miraron entre sí, era obvio que no era él.

     —¿Piensas que somos imbéciles? —dijo la chica, lanzándole tres shurikens—. Vuestros chakras son increíblemente diferentes.

     —Habla, ¿qué le has hecho a Naruto? —cuestionó Sasuke—. Tu técnica de transformación es peor que la de él, dime quién eres. —El auténtico ninja se dejó ver, era de la Aldea Oculta de la Lluvia.

     —Me has pillado, aun así, voy a quitarte el rollo. Entregádmelo. Venga, ¿quién de los dos lo tiene? —La negativa de habla de los dos le hizo atacar. Nozomi intentó ubicar a Naruto, pero no podía hacerlo mientras esquivaba golpes constantemente.

     —¡Katon: Hosenka no jutsu! —gritó el Uchiha.

     —¡Raiton: Amigum! —dijo Nozomi, pasando los rayos al suelo, atrapando al enemigo. Pese a creer que no tenía tipo de chakra, Kakashi le insistió en que probara con el rayo, pues todos los Hatakes eran capaces de usarlo, y no se equivocaba. Aunque solo sabía técnicas de nivel bajo, debía admitir que los entrenamientos con su profesor le habían sido sumamente útiles. Sasuke desató a Naruto, y entre los tres, hicieron que el ninja se fuera.