Capítulo 84: Una vez tuve a una chica.

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     —¡Nozomi! —exclamó el clon de Naruto, viendo aparecer a la chica por un portal—. ¿Qué haces aquí?

     —Me han dicho que Madara Uchiha ha entrado en acción, así que hemos activado el protocolo cuarenta y ocho —explicó la Hatake delante del ejército ninja.

     —¿No pensarás enfrentarte a él? —masculló el Uzumaki. Ella sonrió y alzó el pulgar de su mano derecha.

     —Hay pocas cosas que consigan igualar la velocidad del Sharingan y mis portales son una de ellas. No planeo exponerme demasiado, pero os seré de ayuda a la hora de movilizar tropas y huir —dijo Nozomi.

     Temari lanzó una gran ráfaga de viento con su abanico, haciendo retroceder al Uchiha, que la miró con desdén.

     —¡No me subestimes! —exclamó la rubia mientras Madara se sacudía la arena de sus ropas.

     —¡Katon: Devastación abrasadora! —De la boca del Uchiha salió una gran ráfaga de fuego en dirección a la Alianza Ninja.

     —¡Detrás de mí, todos! —gritó Nozomi, creando la entrada de un portal de tales dimensiones que salvaguardaba a todos los ninjas. La salida daba justo al final del ejército, por lo que ningún ninja de su bando salió herido.

     —Qué interesante —profirió Madara—. Una descendiente directa de los Otsutsuki... ¡bailemos un poco más!

     El Uchiha se abalanzó hacia la Hatake y comenzó a pelear con ella con su espada. "¿Qué demonios...? —se dijo Nozomi, esquivando los ataques del hombre a trompicones—. ¿Por qué tiene que atacarme a mí? Qué desgracia... Sé que es lo mejor estratégicamente, pero no quiero trabajar tanto. Quiero unas vacaciones." Nozomi se introdujo en un portal y cayó desde el cielo con un Chidori en su mano izquierda, pero Madara consiguió esquivarlo sin complicaciones.

     —Veo que hay bastantes ninjas destacables entre las tropas —murmuró el hombre—. Es una pena que esto acabe aquí para ti. —Justo cuando el hombre iba a asestar una estocada en el estómago de la chica, la arena de Gaara lo impidió.

     —¡Esto se acaba aquí! —exclamó el Kazekage, creando un gran muro de arena que perseguía al Uchiha.

     Varios ninjas más se unieron al ataque, pero el Susanoo de Madara consiguió protegerlo a la perfección. Nozomi curó a varios heridos e intentó calcular cuánto tiempo faltaba para tener el Sello de la Fuerza de un Centenar, pero no podía saberlo a ciencia cierta y lo más seguro era que no aparecería para la batalla contra Madara. El ejército comenzó a atacar a Madara, pero no consiguieron ningún avance por culpa del Susanoo. Naruto consiguió realizar el Rasenshuriken, pero, una vez la arena que rodeaba al Uchiha se disipó, todos pudieron ver que estaba de una pieza. Y no solo eso, también había conseguido despertar el Rinnegan. En definitiva, Madara Uchiha había absorbido el jutsu.

     El hombre volvió a construir su Susanoo a su alrededor. La Hatake miró hacia arriba, ya que una sombra se había postrado sobre ella. Tragó en seco en cuanto vio la enorme estructura rocosa que caía hacia el ejército. "Venga, Nozomi, no puedes vacilar", pensó, creando un portal.

     —¡Yo absorberé aproximadamente un setenta por ciento desde el centro del meteorito con mi portal! —gritó la Hatake—. ¡Ocupaos de lo demás!

     —¡Está bien! ¡Los demás, alejaos de aquí todo lo que podáis! —ordenó el pelirrojo mientras el Tsuchikage volaba hasta un extremo del meteorito. La arena de Gaara consiguió frenar los fragmentos restantes del meteorito.

     Nozomi cayó de rodillas al suelo. Jamás había creado un portal tan grande y le había pasado factura. Naruto apareció a su lado y sostuvo su cuerpo con cuidado, manteniendo la vista fija en el enemigo.

Smile | Naruto UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora