Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 42: Una historia que ya he vivido antes.

     —¿Has oído lo de esa ANBU? Era su primera misión y ha perdido a toda su escuadra. Ya sabía yo que meter a alguien tan joven e inexperto como capitán causaría esto.

     —Aunque quizás lo ha hecho para completar la misión. De todas formas, da miedo, he escuchado que solo tenía trece años —escuchó Kakashi a un par de ANBUs que pasaban por allí. Comenzó a correr hasta la casa de Nozomi. Golpeó la puerta varias veces, pero no le contestaba, estaba temiéndose lo peor. Abrió la puerta de una patada y se la encontró en una esquina de su cocina, con sus manos tapando sus orejas y un cuchillo en la otra punta de la habitación. En cuanto la chica alzó la cabeza y le vio, palideció. Sus manos comenzaron a temblar y sus ojos se llenaron de lágrimas.

     —No te acerques, Kakashi —murmuró ella.

     —Sé lo que sientes, que todos a tu alrededor mueren, pero eso no me pasará a mí. No te preocupes, concéntrate en tu respiración —dijo el Hatake, acercándose con cautela—. ¿Qué ha pasado?

     —No he podido salvar a nadie, soy un fracaso —habló entre sollozos—. He cumplido la misión a costa de la vida de mis compañeros, merezco morir.

     —No digas eso, venga explícame qué ha pasado —susurró, sentándose a su lado, su alumna no podía dejar de llorar. La rodeó con su brazo y acarició su espalda suavemente.

     —Tenías razón, no me hicieron caso —dijo Nozomi, secándose las lágrimas—. Les indiqué que había contado a veinticinco ninjas a nuestro alrededor, pero me dijeron que Tsunade había notificado solo a diez, así que me estaría equivocando. No me dejaron entrar al campo de batalla, algunos de ellos no querían ni que les curase, fue mucho peor de lo que esperaba.

     —¿Y qué pasó después?

     —Sus cuerpos estaban esparcidos por el suelo, intenté salvarlos, pero no pude, estaban todos muertos. Habían acabado con unos quince ninjas, yo maté a los demás.

     —¿Mataste a diez tú sola? —preguntó Kakashi incrédulo. Ella asintió.

     —Fue sencillo, no conocían que podía crear portales —respondió la chica—. No valgo para ninja, Kakashi, siquiera pude hacer que me escucharan, he matado a toda mi escuadra.

     —No has matado a nadie, Nozomi, ellos mismos eligieron morir al desobedecerte. Entiendo por lo que estás pasando, quizás lo mejor sería que no siguieras en ANBU, puedo comunicárselo yo a Tsunade.

     —¡No! ¡No puedes hacer eso, se lo debo! Me enseñó todo lo que sabe y entrenó conmigo hasta desfallecer... Ya es suficiente con que todos los demás ANBUs crean que soy una incompetente, no quiero que ella también lo piense.

     —Si eso es lo que quieres... Haz que los demás crean que los has matado —dijo el Hatake con simpleza—. Si tanto te molesta que te vean como alguien incompetente, que piensen que eres despiadada y que debías matarles para acabar la misión.

     —Pero no quiero que me vean como alguien así... Pensaba que había cambiado, pero sigo siendo la misma ilusa de siempre —susurró ella, desatando su bandana—. Siempre supe que ser ninja no iba conmigo, sin importar cuan fuerte me hago, siempre acabo perdiendo algo. Y no quiero seguir despidiéndome de la gente, Kakashi, porque pronto te tocara a ti, y luego a Sasuke, y, por último, a Naruto. —Observó con cuidado su reflejo en la cinta ninja y sus lágrimas cayendo sobre ella.

     —Pero las despedidas no son tan malas, significa que has querido y te has preocupado. Sé lo duro que es perder a tus compañeros delante de ti sin poder hacer nada al respecto, pero no puedes renunciar a tu camino ninja solo por esto. Tu objetivo es caminar junto a tus amigos, nunca te olvides de eso.