Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 89: Aquel que ayuda a otro a alcanzar el poder está condenado a caer.

     Nozomi tragó en seco y posó su vista en los Hyuga, que estaban bastante más pálidos que de costumbre. Hinata y Neji hablaban sobre si lo que estaban viendo —el Jinchuriki del Jubi— era real, y Hiashi se lo afirmaba.

     Obito consiguió librarse del sello del Primero con facilidad y acabó por romper la barrera que lo mantenía preso.

     —¡No rompáis filas! —exclamó Nozomi con el ceño fruncido—. ¡No os acerquéis de momento, los Hokages están peleando contra él!

     De repente, de una nube de humo grisácea, apareció Obito, flotando en el cielo. El Tercero le atacó, pero él consiguió esquivar el ataque con simpleza.

     —¡Tercero! —exclamó Neji al ver que Obito había reventado la mitad de su cuerpo.

     —¡Los Hokages están aquí gracias al Edo Tensei, saben que no pueden morir y están estudiando las técnicas del enemigo de cerca! —avisó Nozomi—. ¡En vez de preocuparos por ellos, quiero vuestros ojos puestos en la pelea, especialmente si tenéis el Byakugan!

     —Qué mal genio —dijo Sai a su lado—. La vena de tu frente está a punto de explotar, como la de la Quinta.

     —Tú también, concéntrate —ordenó la Hatake—. Si fuera tú, estaría observándoles con tus pájaros desde el cielo.

     —Sí, es entendible —comentó el chico.

     —Te estoy diciendo que lo hagas —masculló la chica.

     —Ah, ¡entendido! —exclamó él, desapareciendo de su lado.

     "No debería ser tan dura con ellos, esta también es su primera guerra. Debo calmarme y recuperar chakra —se dijo—. Pero no puedo quedarme aquí ocupándome de Katsuyu simplemente". Quizás estaba enfadada por la ineptitud de los demás porque ella se sentía una inepta. Nozomi creó un clon para que se quedara y ella apareció detrás de sus compañeros de equipo, que estaban siendo agarrados por Obito. Nozomi creó un portal al lado de cada chico y consiguió alejarlos del Jinchuriki al ser absorbidos. Ambos acabaron a su lado y al de Minato.

     —Siento el retraso, chicos —dijo Nozomi.

     —Mirad, parece una serpiente —comentó Gamakichi mientras el cuerpo de Obito se deformaba.

     —¿Qué es eso? —preguntó Naruto, mirando a la Hatake, que se encogió de hombros.

     —Debemos vencerlo mientras no pueda controlar su cuerpo —habló Minato mientras Obito se disparaba a sí mismo.

     —Parece que su voluntad no puede controlar al Jubi, es nuestra oportunidad —dijo Nozomi.

     —Quédate aquí, nosotros nos ocupamos —comentó Sasuke.

     —¿Crees que no soy lo suficientemente fuerte para ir con vosotros? —masculló ella, fingiendo molestia.

     —No, sabes que eso no es lo que quería decir —murmuró él.

     —Es broma, sé que sin mí no tendríais a quien os curara. Sed precavidos, ¿entendido? —ordenó la chica.

     —Nozomi, necesito que desplaces a los chicos con tus portales, yo crearé una oportunidad para poder atacarle —dijo Minato. Ella asintió con vehemencia.

     —Rin... —murmuró Obito mientras miraba a Nozomi y su cuerpo se volvió a descontrolar.

     De repente, Obito se alzó delante de ellos con total control sobre el Jubi.

     —Por fin, maestro —dijo el Uchiha mientras Minato corría hacia él.

     Con solo un manotazo, Obito había cortado el brazo del que un día fue su maestro. Nozomi ajustó sus guantes y dio un par de pasos frente a sus amigos.