Smile | Naruto Uzumaki

Capítulo 67: La cordura no depende de las estadísticas.

     —Tienes mala cara, Nozomi —murmuró Naruto, tumbado en su cama, mientras jugaba con el pelo de su amiga, que estaba sentada en el suelo con la cabeza apoyada en el colchón.

     —Y después te preguntas por qué no tienes novia —masculló ella—. No le puedes decir eso a una chica...

     —Pero tú eres mi amiga... —Ella suspiró pesadamente y negó.

     —De todas maneras, no estás tú como para hablar —comentó con sorna—. Vete a dormir, mañana será un día duro.

     —¿Eh? ¿Por qué?

     —Una corazonada —murmuró ella, que no quería ser la encargada de darle las malas noticias sobre su maestro—. Buenas noches.

     Nozomi se puso de pie, pero Naruto agarró su muñeca y se la quedó mirando desde la cama.

     —¿Pasa algo?

     —Quédate a dormir esta noche, por favor —respondió el chico.

     —Oh, claro, sin problema.

     Nozomi se sentó en la cama del chico y se deshizo la coleta. Se tumbó y le dio la espalda a su amigo. Suspiró y se planteó decirle lo de su maestro ella misma, pero era demasiado cobarde como para hacerlo. "Además, quiero disfrutar de esta calma antes de la debacle", pensó.

     De repente, Naruto la abrazó y apoyó su cabeza en la espalda de la chica.

     —Nozomi, tengo mucha suerte de tenerte a mi lado —murmuró él, apretando más su agarre.

     —¿Eh? ¿Te encuentras mal? —preguntó ella, sorprendida de que le estuviera haciendo la pelota justo en ese momento.

     —No, era simplemente un pensamiento que se me ha cruzado por la cabeza. —Sonrió. —Es solo que he estado dándole vueltas a la idea de qué hubiera pasado si te hubieras ido con Sasuke... Creo que él tiene que estar sufriendo mucho sin ti a su lado. Bueno, al menos eso es lo que me hubiera pasado a mí, no sé.

     —Le traeremos de vuelta, te lo prometo —murmuró Nozomi.

     —Buenas noches —susurró él, sin separarse de su amiga.

     —Igualmente.

     Los dos chicos se quedaron dormidos en apenas unos minutos, ya que la misión les había dejado agotados. Nozomi encontró una calidez muy particular en los brazos de su amigo, así que fue la primera en dormirse. Naruto la siguió aunque sus brazos habían comenzado a entumecerse.

     Unos golpes despertaron al dúo. Era su maestro desde la ventana, que les miraba con incredulidad, casi incapaz de creer que su alumna hubiera dado el primer paso en la relación. "Lo de que Nozomi vaya a tener pareja antes que yo es casi humillante", pensó.

     —Naruto, te llama la Hokage. Prepárate enseguida. Yo os espero allí.

     El hombre se retiró rápidamente. Naruto, por su parte, se fijó en Nozomi, que frotaba sus ojos adormilada. "Está guapa hasta cuando se despierta, de veras", se dijo, intentando resistir el impulso de agarrar su cara entre sus manos.

     —¿Quieres que te acompañe? —murmuró ella—. Da igual, iré de todas maneras...

     —Te paso a buscar en media hora —susurró Naruto.

     —Ajá.

     Nozomi se introdujo en un portal y apareció en su dormitorio. Se duchó rápidamente y se puso su ropa de diario. Salió de su casa y, como si hubiera estado calculado, Naruto había llegado hacía apenas diez segundos.