BRITANIA DEL NORTE
CONQUISTA ROMANA
—No puedo creer que haya una nueva zorra aquí.
Gia sintió que el aire le faltaba, esta vez no de dolor si no de coraje. Estaba harta de que siempre que pensaba que había logrado algo, llegara algo que lo amenazara.
¿Acaso no podía estar tranquila?
—No creo que tengas que preocuparte por ella. Seré yo quien tenga problemas—musitó en voz baja Cornelia sabiendo que su marido nunca prestaba atenciones a ninguna mujer a menos que le interesara de alguna forma. A ese punto Marius ya debía haberse acostado con ella, lamentablemente no estaba en lo incorrecto.
Su sexto sentido siempre le hablaba y nunca fallaba.
—¿Por qué dices eso?
—Marius se la folló.
—No digas eso Cornelia, Marius te quiere.
La mujer negó.
—No tengo dudas de que lo hace, pero también sabe lo mucho que me enfada que haga esto y ahora, mucho más porque no es una esclava Gia, es una britana, una princesa celta para variar.
Gia estaba sorprendida, pues Cornelia no había ido a pasar un rato a solas con su marido, si no había entrado con ella al Praetorium y se pusieron a conversar de aquel tema tan incómodo para ambas.
—No te preocupes, verás que no es lo que piensas.
—Es lo que pienso—repitió Cornelia—, verás que lo es. No es la primera vez que hace algo así, yo le he dado sus mujeres, me he asegurado de que él esté feliz, no tiene necesidad de meter su miembro en un coño extrangero y menos con una mujer con toda la capacidad para olvidar su posición e intentar algo más grande. Ha cometido el mismo error que Maximilian y no pienso permitirlo. Yo no soy tu Gia, si me decido mañana mismo esa zorra no respira.
Julia intentó calmarla.
No quería creer que Marius fuera capaz de serle infiel, pero cuando una cosa se le metía en la cabeza, era imposible de dejarlo pasar y menos algo tan delicado.
—Creo que debes hablarlo con Marius.
—No pienso hacerlo, no tocaré ese tema ¿Puedo quedarme contigo?—preguntó tomándola por sorpresa.
—¿Conmigo? ¿En el Praetorium?
—Espero que tu marido no tenga problemas con eso.
—No te preocupes, hay otra habitación, no tengo problemas de que te quedes conmigo, sabes que siempre que lo necesites voy a apoyarte. Le diré a Seia que acondicione la habitación para ti pero no creo que Marius se tome bien que lo abandones.
—Que Marius se vaya a la mierda.
Gia sonrió y Cornelia sintió que esa sonrisa era contagiosa. Sin poder evitarlo, sonrió de regreso a la otra mujer quien intentó tomar aquello con humor, aunque por dentro sabía que su amiga no la estaba pasando bien. Se acercó a Cornelia y sujetó su mano.
—Tu marido va a sacarte del Praetorium.
—Sería bueno que lo haga, así me doy cuenta que aun le importo pero hay otra cara de la moneda, puede simplemente ignorar que me fui y usar nuestra cama para follarse a otra. Estoy preparada para ello, una mujer siempre debe estar preparada para este momento en Roma pero una cosa es que sea traicionada y otra que deje ganar a quien le traicionó. Me importa una mierda tener que darle un veneno para que no tenga una erección nunca, le advertí que antes de verlo hacerme un lado iba a matarlo y voy hacerlo. Tenemos famas de ser envenenadoras en Roma, pues que lo digan provecho "Que digan con provecho que Domine Cornelia mató a Fabio Mario con una dosis de veneno letal y después, se suicidó con él ". La realidad es que lo haría, pero creo que ahora tengo otros deberes más importantes que Marius.
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ARTS AMATORIA (VOL III)
Historical FictionCuando el odio lleva a la venganza y los enemigos asechan todo se torna inestable, lo que se creyó posible se torna imposible y las personas en las que creíste fielmente te traicionan. Antes de obtener lo que desean Gia y Maximilian deberán aprender...