CAPITULO 30

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El sol se asomaba a través de mi ventana, el despertador sonó, no había tenido una buena noche, hoy regresaría a clases, mis padres aun no regresan de su viaje, por lo que tengo la casa sola, debo admitir que eso me pone nerviosa. Hago un poco mas de pereza en la cama, hasta que decido levantarme, me dirigí a la ducha, me quité la ropa, y tome un baño largo, dejaba que el agua cayera sobre mi cuerpo, pensamientos se vinieron a mi cabeza, todo este tema de la desaparición de Hanna me tenía algo desconcertada, eran muchas cosas, cada vez se enredaba mas ¿Quién podría ser el culpable? Esa era la pregunta que siempre me acompañaba a medida que pasaba el tiempo.

Extrañaba mucho a mi hacker, ya no podía seguir mintiéndome, comenzaba a tener sentimientos fuertes por él, aun sin conocerlo, saber que me cuidaba de esa forma, hacia que mi corazón se agitara, por otro lado, estaba esta dichosa votación ¿De verdad no se dan cuenta que solo quiero ayudar? A cada uno le he tomado algo de aprecio, pero pienso que sigo aquí metida en esto por Jess y mi hacker, ellos son los que en todo momento se han mantenido de mi lado.

Sali de aquel baño largo, me puse ropa cómoda para ir a la universidad, me tomé un jugo, tomé las llaves del auto y me puse en camino, tenia que dejar aun lado todos esos pensamientos, necesitaba concentrarme en los estudios, no podía permitir que esta situación siguiera consumiendo todo mi tiempo.

Llegué a la universidad, estacioné el auto y me baje, camine hasta el bloque donde daría mis clases, iba caminando distraída, sumida en mis pensamientos, tenia tantas cosas en la cabeza... Cuando de repente...

-¡Ouch! -sentí que tropecé con alguien...

-¡Lo siento! Venia algo distraída -Cuando alce la mira era él, aquel chico que me había visto en el parque de diversiones y en el parque...

-¿TÚ? -Le dije asombrada....

-¡Oh, el mundo es tan pequeño! Nos volvemos a ver... ¿Sera el destino? -Me dio una gran sonrisa, debo admitir que mi corazón se aceleró un poco, sabia que me gustaba mi hacker, pero no podía negar que este chico es lindo, tiene una sonrisa que cautiva.

-¿Que cosas dices? -Le dije algo apenada.

-¿Estudias aquí? ¿En que año vas? -Me seguía haciendo preguntas, pero tenia esa mirada, algo intimidante, pero coqueta a la vez.

-¡Si! Estudio aquí... ya casi termino mi carrera ¿Y tú? -Le pregunté...

-Yo también casi termino mi carrera, me transferí hace poco, no soy de la ciudad- Que suerte la mía, así que podría verlo cada vez que viniera a la universidad.

-¿En qué salón estas? -Le pregunté.

-¡En este! -Me dijo, señalando justo el mismo salón donde yo estaría...

-¡Karol! -La voz Irma daño todo aquel momento. Sabía que comenzaría a hacer preguntas así que antes de que comenzara su interrogatorio me despedí, de él y entre al salón.

-¿Quién era ese? ¡Esta guapo! -Me dijo, mientras no le quitaba la mirada al chico, yo sentía como él me seguía con su mirada, era algo persistente.

-¡Después te cuento! Ahora solo prestemos atención a la clase -Le dije restándole importancia a lo que decía.

Las horas pasaron, juro que casi me dormía en la clase, hasta que por fin terminó... todos salimos del salón, sabia que como mi tiempo ahora era limitado, no podría dedicarle mucho tiempo al caso de los chicos, así que había decidió, que apenas saliera de las clases, los días que no tuviera las clases de defensa personal, me iría rápidamente a mi casa, para poder seguir investigando.

¿Quién eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora