Nadie podía oírme, sabía que ese era mi momento, me arrepentí de unas cuantas cosas y agradecí otras. Me encontraba tirada en el piso del elevador cuando de repente se detuvo. Sentía como se movía de un lado para el otro, yo me agarraba fuerte de las barandas. Mis lagrimas comenzaron a salir, no queria morir. Sentí unos golpes,
-¡Estoy atrapada! ¡Por favor ¡ ¡Aquí estoy! -Comencé a gritar -¡Por favor, se lo pido! ¡Ayúdenme a salir! -Seguía gritando, pero nadie respondía -¡Auxilio, por favor! -Comencé a desesperarme aun más...
-¡Por favor, auxilio! -Gritaba cada vez mas con desesperación -¡Estoy atrapada! ¡Ayúdenme a salir de aquí! -Ya no pude aguantar más y solté el llanto, por más que pedía ayuda nadie venia ayudar -Jin ¡Ayúdame por favor! ¡Sálvame! -Era lo que podía decir.
Me encontraba acurrucada en el piso, me tapaba los ojos con un gorrito de lana blanco que llevaba puesto. En ese momento sentí unos ruidos en el techo del elevador, alguien descendía de ahí, yo seguía con los ojos tapados. El ascensor se comenzó a mover otra vez, cada vez caía más.
Iba a ver quien era, pero la persona rápidamente volvió a taparme los ojos con el gorro. Me levantó del suelo, y comenzó a ponerme algo en la cintura, no podía ver bien que era lo que hacía, me di cuenta de su desesperación por sacarme de ahí. Sentía que me amarraba con algo. Después tomo mis brazos y hizo que lo abrazara. Esa persona me rodeo con una de sus manos y sentí como algo nos jalaba, yo me aferré a esa persona, mientras lo que era nos subía, después de un rato de subir y subir llegamos a suelo firme, yo seguía con los ojos tapados, estaba aferrada a su cuello, mi cabeza posaba sobre su pecho, podía sentir los latidos de su corazón y si respiración agitada.
Después se abrió una puerta y la suave brisa del viento golpeo mi rostro suavemente. Está persona me saco de aquel lugar. Cuando ya pude sentir el suelo firme, bruscamente quité sus brazos de encima de mí. Me iba a quitar ahora si el gorro, pero vi que se giró inmediatamente. Así que lo dejé así. La verdad no queria que se fuera, me sentían aun asustada como para quedarme sola.
-¡Casi te mueres allá! ¿Estas loco? -Le dije algo alterada -¡Yo sé que pedía ayuda! Pero hubieras muerto por mi culpa -Mis manos temblaban -Pero gracias por salvarme. Estoy viva gracias a ti... -Me quede en silencio un momento, sentía que seguía ahí, pero no decía nada -Pero si nos hubiéramos caído en este momento estaríamos muertos... ¿Y por qué? -Mi corazón comenzó a latir fuertemente, no sé por qué tenía la sensación de que era Jin - ¿Aun sigues aquí? -Estiré mis manos para poder tocarlo, pero me di cuenta de que se alejó un poco -¿Eres Jin cierto? -Esperaba una respuesta, pero seguía sin hablar -Lo eres ¿O no? No sé por que has desaparecido de esta manera, no sabes cuanta falta me has hecho, vine hasta aquí no solo para encontrar a Hanna, si no, para encontrarte a ti tambien -Hice una pausa, me estaba costando hablar -Te debo toda mi vida... ¡Muchas gracias! -Sentí como se comenzó a alejar, en todo ese tiempo nunca pronuncia palabra alguna.
Yo estaba ahí, sin poder moverme. Seguía con el gorrito puesto en los ojos, sentía sus pasos, pero ya no lo sentía a él cerca de mí. En ese momento sopló una brisa fría, yo tenía mis manos descubiertas así que comencé a temblar, sentí como alguien se acercó lentamente a mí, levanto un poco el gorro que cubría mi cara por completo, dejando solo expuesto mis labios. Unas manos tomaron las mías, y unos labios se posaron en los míos, era un beso suave y tierno, estaba un poco sorprendida, pero me dejé llevar por aquel beso, mis labios se movían al mismo ritmo que los otros labios. Ese beso duró algunos minutos, sus manos en mis brazos los apretaban fuertes, como si no quisieran soltarme jamás, mi corazón galopeaba rápidamente. Después de un momento los labios se alejaron y yo fui subiendo poco a pocos mis manos, queria tocarlo, pero él simplemente se alejó de mí. Pasaron unos minutos y cuando me sentí completamente sola me levanté el gorro, miré para todos lados, pero ya no había nadie en el lugar. No sabia que estaba sintiendo, por fin pude sentir sus labios, pero no pude ver su rostro, ni oír su voz, eso me decepciono un poco,
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¿Quién eres?
RomanceUna noche, un mensaje desconocido irrumpe en la vida de Karol, una joven de 22 años, convirtiéndola en la principal sospechosa de la desaparición de una mujer llamada Hanna. A partir de ese momento, Karol se ve arrastrada a un peligroso juego de eni...