Eran como las 10:00 pm y me encontraba en mi habitación, mis padres había decidió ir a cenar con unos amigos y yo me quise quedar en casa, no tenia muchas ganas de salir, y que decisión más sabia había tomado, pues había comenzado a llover y no me gustaba mucho la lluvia, aunque si el clima que traía... ¿Soy rara? Lo sé, me suelo contradecir mucho, aunque me gusta estudiar mucho y leer mucho, no suelo ser tan sabia.
Estaba viendo un programa de asesinos en serie, debo decir que me traen mucho ese tipo de programas, sobre asesinos, casos sin resolver y las mentes criminales, es interesante todos esos temas, saber que hay en la mente de un asesino y la pregunta que todo mundo se hace ¿El individuo nace malo o es la sociedad la que lo corrompe? Buena pregunta... yo creo que es ambas, el individuo nace malo y la sociedad lo termina de corromper.
Siento que es como un chip que el individuo trae cuando viene al mundo y depende del entorno donde crezca se activa o queda ahí apagado. Estaba tan entretenida que no me había dado cuenta de que mi celular había una notificación de un mensaje, es que cuando suelo ver mis programas me concentro tanto que es como si el mundo dejara de existir para mí.
Me perdía en ese mundo de sombras, donde la línea entre el bien y el mal se difumina. Analizaba cada detalle, tratando de entender la psicología de esos monstruos. Es como si me sintiera atraída por lo oscuro, por lo prohibido. Adoro debatir sobre si la naturaleza o la crianza moldean a un asesino, si es algo innato o si la sociedad los corrompe. Es como un juego macabro que me fascina.
Estaba totalmente absorta en el programa. Es increíble cómo el cerebro puede transportarte a otros mundos. Me olvidaba de todo lo demás, como si el mundo real se desvaneciera y solo existiera esa pantalla. Es como una droga, una adicción que me hace desconectar de la realidad.
La notificación de mi celular fue como un balde de agua fría que me sacó de mi trance. Pasé de estar totalmente inmersa en un mundo de oscuridad y misterio a la realidad cotidiana. Es frustrante, pero al mismo tiempo, me siento un poco culpable por disfrutar tanto de estos temas tan macabros.
Odio que me interrumpan cuando estoy viendo algo que me gusta. Es como si alguien me arrancara de un sueño maravilloso. Pero bueno, supongo que la vida real siempre termina imponiéndose.
Soy una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Por un lado, soy una chica normal a la que le gusta salir con sus amigos y ver series. Pero por otro lado, tengo esta fascinación enfermiza por los asesinos en serie. Supongo que así soy, una mezcla de luz y oscuridad.
Me encanta sumergirme en las mentes de los asesinos seriales, pero a veces me pregunto si estoy cruzando una línea. Es como si estuviera jugando con fuego. Y justo cuando estaba empezando a entender un poco más sobre la psicología criminal, la vida real me llama a la realidad. Es una sensación extraña, como si viviera en dos mundos diferentes.
Suspiro un poco decepcionada. Tomo una bocanada de aire, y extiendo uno de mis brazos para poder tomar el celular que está depositado a una corta distancia de mi. Deslizo mis dedos sobre la pantalla y hay una petición para unirme a un grupo de chat. Frunzo el ceño desconcertada, dado que no conozco el número que envía la solicitud.
Mi corazón dio un pequeño salto al ver la solicitud. ¿Quién sería? La intriga me consumía. Siempre he sido curiosa, me encanta descubrir cosas nuevas y conocer gente. Mi mente comenzó a divagar. ¿Qué tipo de personas habrá en ese grupo? ¿Será algo interesante o simplemente una pérdida de tiempo? La curiosidad me empujaba a aceptar, a pesar de esa pequeña voz en mi cabeza que me advertía de los peligros de hablar con desconocidos.
Una mezcla de emoción y cautela me invadió. Por un lado, estaba ansiosa por descubrir qué se escondía detrás de esa solicitud. Por otro, no podía evitar sentir una punzada de miedo. ¿Qué riesgos estaba corriendo al aceptar? Pero la curiosidad siempre ha sido mi perdición.
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¿Quién eres?
RomanceUna noche, un mensaje desconocido irrumpe en la vida de Karol, una joven de 22 años, convirtiéndola en la principal sospechosa de la desaparición de una mujer llamada Hanna. A partir de ese momento, Karol se ve arrastrada a un peligroso juego de eni...