34- Negociación fallida

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Lewis estaba inquieto, observó el poder del enemigo y decidió que, si iba a meterse en medio, debía ser con su forma humana. Si estaba en su forma de lobo iba a ser presa fácil si lanzaba más lanzas de hielo.

Se sentía frustrado, fuera de su fuerza física, no podía hacer nada, por mucho que quisiera, a diferencia de Eli, sus poderes estaban totalmente restringidos.

—Ustedes dos, ¿Están conscientes que están al lado de un demonio? ¿Están siendo amenazados?

Preguntó el chico de cabello plateado a Lewis y Erick. En ese momento, Erick pensó que tenía una oportunidad de entablar una conversación.

—No los somos, tampoco queremos pelear con ustedes ni causar daños a su población.

Erick dio unos pasos al frente, intentando negociar.

—Por favor, escúchenos, necesitamos los fragmentos que están usando para crear esta barrera. Él es Lewis y es quién es dueño de esos fragmentos, para poder cerrar las grietas de forma definitiva, él debe juntar todos esos pedazos.

El chico de cabello plateado se quedó pensando en las palabras que Erick le dijo, tras pensar un poco, llegó a una conclusión.

—Suponiendo que lo que me dices es real, ¿Tienes alguna prueba?

Erick se quedó petrificado, ¿Existía alguna prueba de que Lewis era dueño esos fragmentos? Él había decidido confiar en ellos, pero no sería lo mismo para otras personas.

—Lo siento... no tengo pruebas...

Comentó Erick con resignación, sabía que en frente de él corría un grave peligro. El aura que esa persona al aire era claramente poder divino y las flechas de hielo que vio, venían de él, solo alguien se le vino a la cabeza.

"Es uno de los príncipes del imperio de Altair, sin duda tiene la bendición del hielo infinito. Si no llegamos a un acuerdo, vamos a morir".

Observó con temor al chico mientras pensaba en algo, luego llegó a una conclusión, su rostro mostró clara negación.

—Sin pruebas no hay nada que podamos hacer, si esta barrera cae, los demonios tendrán pase libre para causar estragos.

Luego caminó hacia ellos de forma tranquila, mientras explicaba sus puntos.

—Tienen dos opciones, ustedes dos deben ser arrestados por cooperar con un demonio y a este demonio será eliminado. La segunda opción, es que los tres sean eliminados juntos.

Erick retrocedió unos pasos, hasta que sintió una mano en su hombro, se trataba de Eli. Luego se acercó a su oído.

—Déjense atrapar, es posible que los lleven al calabozo del castillo, si es así, pueden infiltrarse.

Lewis tenía un oído agudo, por lo que pudo escuchar el susurro de Eli. Luego ambos se acercaron al príncipe y entregaron sus manos.

—Me alegra que hayan entrado en razón, mi compañero les hará custodia mientras tanto.

El compañero del chico de cabello plateado sacó dos esposas con poder divino y algunos grabados en ellas. Eran esposas supresoras de magia, el más afectado era Erick, no podría usar su poder.

Por otra parte, el chico ya estaba frente a frente ante Eli. Estando a esa corta distancia, podía notarse el choca de maná entre ambos, el viento estaba siendo violento alrededor de ellos.

—Es la primera vez que veo un demonio de alto rango, parece que serás digno de conocer mi nombre, así que me presento de forma oficial. Mi nombre es Elliot Winterborn Altair, soy el cuarto príncipe del imperio de Altair.

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora