El camino de un héroe

82- Lazos incondicionales

Elliot quedó sorprendido con la pregunta de Eli, eso le hizo recordar que, si había una forma de revivir a alguien, pero se sabe que la magia negra siempre pide algo costoso a cambio, si tenía que matar a miles de personas solo para traerla a la vida...

—No lo haría.

Respondió Elliot con un poco de pesar en su expresión.

—Lo sabía.

Respondió ella de manera despreocupada, luego volteó su vista a la ventana nuevamente.

—Tienes pésimo gusto con las mujeres, de todas las señoritas que deben estar haciendo cola para estar contigo, pusiste tus ojos en una persona muerta y loca.

Bromeó un poco al respecto, luego Elliot suspiró un poco, intentando no entrar en una espiral depresiva.

—En ese caso perdón por eso señorita del más allá, no es como si yo quisiera encariñarme con alguien adrede.

Confesó con una sonrisa melancólica, aunque al tener su vista pegada en Eli, comenzó a ser consciente de la energía que ella estaba emanando. Por lo que decidió que sería un mejor momento para poder cambiar de tema.

—¿Por qué estás visitando el inframundo más seguido? Veo que desde que empezaste a ir a ese lugar, el aura demoniaca que puedo ver parece más debilitada.

Eli vio la palma de su mano, era consciente que, a causa de sus citas periódicas al inframundo, estaban consumiendo parte del maná demoniaco, debido a que estaba haciendo algo en ese lugar.

—Lo siento, no es algo que pueda decirte en este momento.

Respondió con una sonrisa tranquila.

Fue así como la noche había dado comienzo, las luces del lugar hacían que el ambiente se viera hermoso y animado. Las luces de diferentes colores y parpadeando al ritmo de la música del lugar, hacían que el lugar se viera muy hermoso.

—Según el capitán de mi barco, ya están listos en el muelle para que vayamos en dirección al reino de Orius.

Mencionó Elliot, mientras que Erick quedó confundido.

—¿Cómo fue que el capitán supo por dónde íbamos?

—Elliot tiene un comunicador que funciona con piedras de maná.

Le contestó Jess tranquilamente, mientras que, por otro lado, vieron a Daniel regresar después de hacer una compra rápida, se había puesto una máscara, ya que sus ojos estaban demasiado hinchados.

Nadie además de Lewis sabía que Daniel tenía el corazón roto.

Fue así que todos dieron una caminata de media hora hasta llegar a muelle, ya que, gracias al show de juegos a vapor, todos los carruajes estaban ocupados.

Una vez en el muelle, solo subieron y el barco había comenzado su travesía por el mar, sería un viaje de aproximadamente diez días. Antes que todos fueran a dormir, Eli se despidió.

—Bueno, si no ocurre nada, no me llamen hasta que lleguen al destino, hasta entonces estaré en el inframundo.

Mencionó de buen humor mientras se aflojaba el brazalete para poder hacer una grieta personal.

—Eli, antes de que te vayas, ¿Puedo hablar contigo un minuto?

Preguntó Lewis inmediatamente antes que Eli se aflojara el brazalete por completo.

—Mmm, seguro.

Lewis observó con un poco de incomodidad a los demás chicos, solo con eso supieron que quería tener una conversación a solas y entraron en la cabina hacia sus habitaciones, mientras que Erick, Jess y Daniel se adelantaron, Elliot quedó observando por un momento mientras sostenía la puerta.

—Espero que tengas un buen viaje Eli, si en una de esas necesitas ayuda con algo, puedes contar conmigo.

Mencionó Elliot de manera tranquila con una sonrisa.

—Gracias por eso, lo tendré en cuenta.

Respondió Eli sin preocupaciones, luego Elliot entró a la cabina, cerrando la puerta. Luego Eli caminó hacia la parte delantera del barco y se sentó sobre la madera.

—¿Y bien? ¿Qué querías decirme?

—Quiero saber que estás haciendo en el inframundo, tiendes a hacer cosas a escondidas cuando según tú intentas proteger a los que te importan, algo me dices que estás haciendo algo grande y estoy preocupado.

Mencionó Lewis sin rodeos, con un rostro bastante serio mientras observaba a Eli, quién lo observaba sin una expresión en particular, mientras su largo cabello dorado era acariciado por la brisa marina.

—¿Qué te hace pensar que estoy haciendo algo grande?

Lewis se le quedó viendo por un momento, mientras su expresión se endurecía.

—Cuando te conocí, tu querías vengarte a toda costa de los dioses, pero en algún momento, pude notar que dejaste de lado eso... ahora mismo, veo que tu nivel de maná ha bajado considerablemente... aunque sigue siendo una cantidad abismal el que posees, puedo notar el cambio desde que viajas al inframundo de forma constante.

Luego comenzó a apretar sus puños, mientras que un sentimiento de presión empezó a consumirlo, se trataba de angustia.

—A veces me pregunto... ¿Qué pasaría contigo si renuncias a tu mayor deseo? ¿Acaso te desligarás de ese maná y cumplirás tu ciclo como alma?

Preguntó preocupado, luego Eli terminó colocando su mano en la boca, tratando de no reír, lo que enfureció a Lewis.

—¡No es gracioso esto maldita sea!

Luego Eli abrió sus ojos con una lágrima, mientras se expresaba de forma burlona.

—Lo siento Lewis, te veías tan lindo.

—No me cambies el tema.

Lewis siguió haciendo contacto visual con Eli, eso hizo que Eli diera un pequeño suspiro, sabía que, si Lewis se colocaba en ese modo, no la dejaría tranquila por muchos malabares que hiciera.

—Dime Lewis, si vieras que mi existencia está en peligro, pero puedo salvarme a cambio de que sufras un daño que te deje muy herido, ¿Qué es lo que harías?

—Obviamente te salvaría, sin importar qué.

Respondió sin titubear.

—Pensé que responderías algo como eso, ¿Lo harías aunque yo te rogara que no lo hagas? ¿Aunque me entristezca mucho con tus heridas?

—Por supuesto.

Luego el viento se levantó de forma un poco más violenta, se pudieron apreciar algunas nubes a lo lejos acercándose junto al viento, tapando lentamente las estrellas que iluminaban el cielo.

—Siendo ese tu caso, no me siento culpable, también daría lo que fuera por ti, Lewis.

Eli levantó su mano y la puso en la mejilla de Lewis, mientras ambos se observaban a los ojos.

—Es una teoría que no está probada, pero... creo que hay una forma de salvar tu existencia.