35- Al borde del abismo

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La velocidad en que Eli se dirigía a el príncipe Elliot, para cualquier persona podía ser imperceptible, sin embargo, Elliot podía verlo y gracias a eso podía lanzar sus ataques de hielo como defensa, pero eso no significaba que estuviera confiado.

"Es demasiado rápido, ¡Es la primera vez en mi vida que me siento en aprietos!".

Fueron sus pensamientos mientras usaba el hielo tanto para atacar, como para defenderse.

Si lanzaba un ataque de hielo, Eli liberaría su monstruoso maná para desintegrarlas antes que llegaran a él. Mientras que, si Eli atacaba, Elliot se cubría con distintas capas de hielo.

En sus alrededores, el terreno quedaba más y más destrozado, tanto por los poderes demoniacos de Eli, como por el hielo de Elliot.

Entre los movimientos ágiles que Eli lograba hacer, en una de esas logró pararse detrás de Elliot y antes de que conectara un golpe, Elliot logró hacer una pared de hielo en frente de su nariz y dio un salto hacia atrás.

El golpe de Eli logró romper el hielo, sin embargo, el poder de hielo de Elliot era gracias a la bendición de los dioses, por lo que el hielo tenía poder divino. Cuando Eli vio su mano, tenía algunas heridas oscuras, pudo percatarse que era por el poder divino que había en el hielo.

"Si logra herirme con el hielo, tendré heridas que no se regenerarán fácilmente, debo tener cuidado".

Mientras pensaba en eso al ver su mano, nuevamente le venían más punzadas en el pecho, junto con ese dolor, las voces en su cabeza eran más ruidosas que nunca, incluso llegar a ver tonos rojos en un paisaje donde solo estaba la noche y la luz de la luna.

[¡Masácralo!]

[¡Arranca su carne y cómela!]

[¿No es su sangre más deliciosa que cualquier vino?]

[¡Si comes su sangre no vas a sufrir más!]

[¿Eres una perra inútil? ¡Cómete a ese humano!]

Eli, aunque tenía comportamientos que no eran sinónimos de la moral, se impidió a si mismo devorar humanos. Porque tenía el presentimiento de que, si llegaba a devorar un solo humano, se convertiría por completo en una bestia.

Era consciente que estaba muerto, sabía que jamás volvería a la vida, pero no ser consciente de sus acciones, para Eli, era peor que estar muerto, su existencia sería borrada por completo.

"¿Porqué nací siendo una santa?".

Mientras luchaba constantemente con el dolor, los recuerdos del pasado venían a su mente una y otra vez. Perdió control sobre su transformación, volviendo a su apariencia de cuando era una santa llamada Elizabeth, llevaba la misma ropa que usaba cuando estaba en el templo de oración.

Elliot estaba en guardia, pero también tenía bastante curiosidad por ese ser, que parecía más estar peleando con dos cosas a la vez. ¿Por qué a momentos se detenía y después volvía a él?

Cuando le vio sin apartar la vista, antes que lanzara un nuevo ataque de hielo, vio a Eli transformarse en una mujer. Pudo reconocer la ropa que usaba, él como heredero del hielo eterno, poseía poder divino en su sangre.

Como un fiel creyente, toda la familia imperial de Altair debía estudiar historia y religión por obligación. La túnica que llevaba Elizabeth era la misma que usaban los santos del continente al Oeste hace mil años, según ilustraciones de los libros que debía estudiar.

"Si concentro mi vista, puedo ver algunos destellos divinos en él, son muy insignificantes si lo comparo con ese maná demoniaco. Entonces, ¿Existe una posibilidad de que no sea completamente un demonio?".

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora