El camino de un héroe

47- Inicio en la nada

La primera vez que Lewis conoció a Eli, no fue en el momento exacto en donde la mitad del núcleo se había roto, fue un tiempo después, cuando solo era una masita de energía.

"No hay nada, ¿Dónde estoy? Quiero salir, me siento solo".

Era una consciencia que estaba hundida en soledad, no había absolutamente nada, solo silencio y sus pensamientos era lo único que escuchaba.

"Siento que debo buscar los trozos, no están aquí, ¿Cómo los encuentro?".

En la nada, no existía ni el día ni la noche, ni el tiempo ni el espacio. Era una entidad que no podía hacer nada, comenzó a sentirse desesperado a medida que el tiempo pasaba.

"Me siento mal, ¿Por qué soy el único aquí? No quiero estar aquí".

Mientras pasaba aquellos días desesperado sin saber que hacer, fue cuando sintió una sensación extraña en su cuerpo. No sabía que sentimiento era, pero fue un instinto de desagrado y que debía salir de ahí.

Una grieta se había abierto en ese lugar, de la grieta, se estaba asomando un ser que nunca antes había visto. Era alguien pálido, de cabello negro azabache y ojos rojos. Su vestimenta era una capa oscura.

—¿Qué lugar es este? No parece ser el de los malditos dioses... mierda...

Colocó una cara de profundo desagrado, el maná demoniaco que liberaba era impresionante, al punto en que la pequeña masa de energía se sentía agobiado, pero tenía a alguien en frente, no quería perder la esperanza de poder salir de ahí.

Su instinto le decía que no debía hablarle, pero de todas formas lo hizo, era la primera y única existencia que había conocido además de él. De forma cautelosa, se le fue acercando.

Pero, aunque quería hablarle, no tenía voz, ¿Cómo podía comunicarse con esa entidad?

Eli tenía sus ojos rojos, pero estaban opacos y sin vida. Su cara era de total enojo y desagrado, era su punto máximo con el odio y venganza en su mente.

Al ver al trozo de energía acercándose a ella, su primer instinto era acabar con él. Pero no sintió que valiera la pena al ver que el poder de esa cosa era mínimo.

Ella se dio la vuelta para romper el espacio tiempo y hacer una grieta más, pero la pequeña bolita de energía se le puso en frente. Trató de hacer señas y Eli entendió que quería decirle algo.

"¿Qué mierda es eso? Era lo único que había en este lugar, ¿Podrá saber una forma más fácil de llegar al mundo divino?".

Con eso en mente y al ver que esa energía no podía hacer nada sola, Eli en frente de ella, estiró su mano y de ella comenzó a salir una cantidad de masa oscura, una cantidad similar a lo del tamaño de su cuerpo. Era una masa de maná demoniaco muy concentrado.

Luego comenzó a darle una forma, logrando hacer un lobo oscuro con el trozo de maná que había sacado de su propio cuerpo, luego miró a la masita de energía que estaba a su lado.

—Si quieres comunicarte conmigo entra aquí, este es un maná que ya dominé, por lo que no debería ser tan difícil para ti dominarlo.

La pequeña masa de energía se sintió fuertemente intimidada, era la lucha de su instinto contra el deseo de poder comunicarse y salir a cumplir su objetivo. Cerró los ojos y se dirigió a toda velocidad hacia el cuerpo de lobo que Eli había hecho para él.

Una vez ahí, sintió incomodidad y dolor, pero Eli comenzó a hablarle.

—Tranquilo, ahora trata de hacer eso una extensión de ti. Tu voluntad debe ser tu fuerza y tu fuerza tu voluntad, eso será parte de ti, tú lo dominarás, eso será uno contigo, es parte de ti.