14- Secretos del inframundo

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Erick estaba adolorido en todo el cuerpo, ayudar todo el día a sus compañeros fue un duro trabajo, pero no se sentía mal del trabajo hecho. Estaba orgulloso de haber podido ayudar, de lo único que no se sentía bien, era que no tuvo tiempo para disculparse con Eli.

"Al menos ahora estoy libre, tengo tiempo para ir a pedir disculpas".

Subió las escaleras hasta llegar al pasillo de las habitaciones de invitados, pero mientras se acercaba, vio que la puerta estaba abierta y se sentían varias voces de mujeres.

Mientras se acercaba, vio a través de la puerta. Quién estaba ahí, era Eli en una esquina con varias sirvientas reunidas alrededor de él y haciendo un montón de ruido.

—Veamos... ¿Quieres adivinar que flor saldrá para ti?

Preguntó Eli con una sonrisa pícara a una de las empleadas que se había puesto en frente de él.

—¡Si por favor!

Respondió emocionada, luego Eli hizo un movimiento con sus manos y de la nada hizo aparecer un Lirio blanco.

—Vaya, eres muy afortunada, el Lirio blanco representa la pureza, la belleza y la ingenuidad, te queda bastante bien.

Respondió acercándose demasiado a la cara de la sirvienta, mientras le hablaba con una voz sensual y la tomaba suavemente del mentón, mientras que con la otra mano colocaba el Lirio en su cabello.

En ese momento todo el grupo de sirvientas comenzaron a gritar emocionadas, sobre todo la sirvienta que había recibido la flor estaba más roja que un tomate, así como la mayoría de la sala, había caído enamorada de Eli.

No era la única que había recibido una flor, casi todas ya tenían algún tipo de flor en sus manos, estaban siendo totalmente seducidas por Eli, mientras que Lewis parecía estar muerto del cansancio en la cama.

—Disculpen, necesito hablar con ellos, ¿Pueden darme un minuto?

Explicó Erick mientras entraba a la habitación con cautela, estaba bastante cauteloso de no arruinar completamente el ambiente.

Las sirvientas se entristecieron, pero debían salir de ahí, además, ya era hora de acostarse para la mayoría de ellas. Una vez abandonaron la habitación, Erick cerró la puerta y miró a Eli furtivamente.

"¿Qué le ven a este mujeriego?".

Eli desvió su mirada mientras silbaba, Erick dio un gran suspiro después de quedarse en silencio unos minutos.

—Yo, siento lo de la otra vez...

Murmuró en voz baja, así como era pésimo para las relaciones sociales, estaba avergonzado de si mismo por cometer ese error, pero también tenía vergüenza de pedir disculpas, no estaba acostumbrado a ese tipo de interacciones.

—¿He? Lo siento, no te escuché.

Comentó Eli mientras se acercaba un poco más a Erick, levantando la oreja.

—¡Lo siento mucho! ¡Fui un idiota por golpearte!

Esta vez su disculpa fue más clara, incluso se inclinó levemente ante Eli. Él lo observó un poco consternado y luego soltó una carcajada.

—Está bien, te perdono.

Estiró su mano para desordenar el peinado de Erick con algunas caricias, pero luego agregó algo más.

—Pero no será gratis, supongo que agregaré otra promesa de tu parte al pago.

Mencionó ladeando la cabeza con una sonrisa maliciosa.

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora