Dante me dio información sobre algunas chicas que años atrás estuvieron conmigo. Algunas se reunieron con su familia, otras no lo soportaron. La muerte que más me duele es la de la chica que perdió a su hijo ahí dentro, Alba. La ayudé en su trabajo de parto, lo sostuve en mis brazos y, en un parpadear de ojos, me lo quitaron, lo agitaron y le retorcieron el cuello para después arrojárselo a su madre.
Jamás podré sacarme la imagen del bebé de la cabeza, ni el rostro aterrado y desesperado de Alba. Pasó horas abrazando el cadáver hasta que lo tiraron a la basura, como si no fuera nada.
Dante intentó consolarme, haciéndome recordar que logró sacarla del lugar, que salvó más niños, pero no puede alejar esas imágenes. Me atormentarán toda la vida.
Pasan semanas donde los tres parecemos una familia normal. Dante suele salir los fines de semana a trabajar y el lunes llega exhausto. Lo único que quiere es acostarse con nosotros y abrazarnos.
Hay días donde está tan furioso y frustrado que dejo que se desquite en la cama, aunque ha dejado de ser tan violento últimamente. No me molesta, pero extraño que no se contenga.
No he dejado de pensar en mamá. Recordé un día que se subió a la ventana y miraba el cielo. Yo me levanté por el llanto de Tara, que estaba con papá mientras él le decía cosas sucias que en ese momento no entendí. Encontré a mamá mirando el cielo y le pedí que bajara de ahí. En ese momento no sabía que quería matarse.
Y no lo hizo por nosotras.
Lo único peor que ver a tu hijo sufrir, es morir sabiendo que no tendrá a nadie más. Quiero creer que ella siguió en esa casa para no abandonarnos y, al menos, darnos algo de contención cuando las cosas explotaran.
Javier y yo seguimos entrenando todos los días sin falta. A este punto puedo dejarlo en el piso casi sin esfuerzo. El problema es que no sabría hacer esos movimientos teniendo a Finn cerca o en brazos, y no sé cómo lo haría si llegamos a estar en peligro los dos.
Últimamente, Dante está más paranoico y tenso. No sé qué habrá pasado en su trabajo. Quizás Angelo abrió la boca y avisó que estoy viva. Eso apestaría.
He evitado ponerme en contacto con mamá para no delatarla, o a mí, pero ya no aguanto más la incertidumbre, así que mientras Greta y Finn están comiendo abajo, aprovecho para llamarla.
Contestadora.
Insisto tres veces más y nada.
Suspiro y me atrevo a hacer lo que había evitado todos estos meses: Llamar a papá.
Un teléfono suena en el armario. Frunzo el ceño y me acerco lentamente en caso de que Dante haya puesto una bomba o algo.
Abro el cajón del que sale el sonido. Me quedo en blanco cuando veo el teléfono de papá cubierto de sangre y sonando. Llamo a los demás números que recuerdo. Cada uno de los teléfonos suenan.
Entonces llamo a mi madre una vez más. Ella nunca ponía su teléfono con sonido.
El único que no había encendido comienza a vibrar y mi corazón se rompe.
No puede ser. No puede ser cierto. Dante no habría...
«Si veo que hay algo mal, no me importa la cantidad dedinero o lo que sea que me den, los mataré sin importar qué cueste. Y lolamento mucho Lana, pero no puedo cegarme solo porque es tu padre».
Pero mi madre... Mamá no tiene la culpa, él mismo dijo que no tiene voz. Que las mujeres en esa maldita familia no la tenemos.
¿Por qué mamá? No pude despedirme, no pude pedirle perdón por explotar contra ella.
¿Qué fue lo último que le dije?
Detrás de la ropa encuentro armas a montones. Saco una de las más pequeñas y la guardo en uno de mis bolsillos.
Reviso más a fondo el cajón de los teléfonos y encuentro todo tipo de pertenencias. Joyas de mamá, el reloj de oro de papá y los anillos de matrimonio con sus nombres grabados. Hay muchas más cosas y no quiero pensar si son de mis hermanos.
¿Qué pasó con mis sobrinos? ¿Mis cuñadas? ¿Ellas también estaban en matrimonios arreglados o están llorando sus muertes?
Me duele el pecho, apenas puedo respirar.
Todo duele.
Estoy tiritando.
No me dio oportunidad para despedirme de mi familia. Me mantuvo aquí por meses esperando que mi padre diera un paso en falso y los mató a todos...
Dejé que me cogiera como quería, día y noche, tratándome como su puta.
Por eso sentía remordimiento. Porque asesinó a mi familia a sangre fría sin siquiera advertirme. Todas estas semanas creí que era por no haber rescatado a alguien, por sus operaciones. No porque me quitó a una de las personas más importantes en mi vida.
Ya no confío en él. Ya no le creo nada de lo que dijo.
Solo me usó. Me traicionó otra vez.
Pero si cree que se va a salir con la suya, está equivocado.
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Grita Por Mí (+21) [Terminado]
RomanceMe traicionó una vez. ¿Cómo espera que vuelva a confiar en él? Lana: ¿Qué haces cuando el príncipe de tu historia se convierte en el villano? Hace dos años me rescató de una prisión solo para llevarme a otra peor. Dante Cassano me traicionó. Destroz...