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Dos semanas en el hospital

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Dos semanas en el hospital.

Dos putas semanas donde todo se fue a la mierda.

Javier llegó corriendo a mi habitación en cuanto Lana se fue. No me permitieron salir ni me dieron información sobre los putos irlandeses. Todo lo que supe fue por Javier, quien ha hecho lo posible por mantenerme al tanto y encargarse del rescate.

Mamá ha intentado mantenerme calmado, pero está tan destrozada como yo.

Jamás me había sentido tan desesperado y no puedo mantener la calma un minuto más. Lo he intentado, por papá, pero es la vida de mi hijo la que está en juego. La vida de la mujer que amo. No puedo perderlos a ambos solo por un puto malentendido que, otra vez, causó su padre.

Me enviaron videos de Lana siendo brutalmente golpeada, fotos de ella ensangrentada. Videos donde abusaban de ella mientras suplicaba que se detuvieran.

Cada día que pasaba había más sangre, más llanto y más gritos. La obligaban a gritar por Finn, por mí... hasta que se dio por vencida.

Dejó de suplicar, dejó de gritar. Si no la forzaban, no salía ningún sonido de su garganta.

Mi arañita no se recuperará por completo de esto. La condené por enamorarme de ella. Si solo la hubiera rescatado y la hubieran llevado al refugio como Victoria y yo planeamos, ahora tendría una vida tranquila.

Esto es mi culpa. Por egoísta.

Condené a las personas que más amo por mis malas decisiones. Aurora, mi nonna, papá, y ahora Lana y Finn. Es un milagro que mamá siga con vida.

Gracias a los hombres enviados a Irlanda pudieron contactarse con una chica que trabaja con Tara, Imogen. Javier se encargó de interrogarla y, luego de asegurarse que era de fiar, ella le dijo que estaba cuidando a un niño, pero que no estaba segura de que fuera el niño que buscamos.

Mi hijo.

Han pasado tres semanas desde que se fueron, y dos desde que Imogen le dio la información a Javier. Han estado monitoreando el lugar, y no hay rastros ni de Finn ni de Lana.

No puedo haber llegado tarde. No podría vivir si algo les pasó. Ellos son mi todo. ¿Cómo puedo continuar estando vacío?

Javier está a mi lado, esperando mis indicaciones. Ya no sé si el chico lo hace porque no confía en mí, o porque se siente culpable.

No quería que se involucrara en esto, pero tarde o temprano tendrá que hacerlo. No estará cuidando de Lana toda la vida, y yo necesito una mano derecha.

Asiento lentamente y empujamos la puerta al mismo tiempo.

Tara está sentada en el sofá, con las piernas abiertas y un hombre complaciéndola. El último saca un arma de su pantalón justo cuando jalo el gatillo. Mi bala penetra en medio de su frente.

Grita Por Mí (+21) [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora