Al frente de la ventana -ZaynMalik-

CAP 9.

- Claro!- dijiste sin pensarlo- pero debo ir a mi casa para buscar ropa.

- No tienes que ir, yo te puedo dar una camisa grande para que duermas cómoda.

- ok- te sonrojaste al imaginarte en su cuarto con una de sus camisas y el cabello revuelto.

El chico bajó del auto y abrió tu puerta. Te tomó de la mano y te guio hasta la puerta de su casa. Le estaba mostrando a una chica por primera vez su santuario.

- Bienvenida- dijo el moreno en tu oído.

- wow- dijiste y pusiste tu boca en forma de "o". Su casa era súper lujosa pero a la vez muy hogareña. Era de madera y el piso era de mármol blanco. Todo estaba muy bien organizado, lo que te pareció muy extraño. No era común encontrar a un hombre que fuera organizado.

- ¿Vives solo?-preguntaste mientras ponía tus libros en la mesa redonda de vidrió que estaba en el centro de la sala.

- Sí, ponte cómoda- dijo señalando el mueble largo de cuero que estaba al frente de una fogata chimenea.

- Tu casa es muy hermosa- dijiste cuando el chico se sentó y te recostaste sobre su hombro.

- Gracias. La tuya también, sobre todo tu cuarto... -dijo quebrándosele la voz

- ¿A qué te refieres?- dijiste riendo.

- Es muy hermosa, pero también... tentadora.

- ¿En serio? -dijiste volteando a verlo y mordiéndote el labio. El chico te robó un beso y comenzó a reír mientras asentía que la cabeza.- Eres un tramposo, Malik- reíste mientras agarrabas un cojín y lo golpeabas en el brazo.

- No querrás verme molesto, Megan- dijo soltando carcajadas.

- ¿Qué harás? - seguías golpeándolo.

- ¡Te lo advertí!- el moreno se paró del sofá y te cargó como novia mientras que tú te movías intentando escapar, te reías tanto que llorabas. No veías nada porque tenías los ojos cerrados por reír pero escuchaste que abrió una puerta y que todo estaba más oscuro. Sentiste que el chico te había acostado en algo acolchado. Abriste los ojos y te diste cuenta que estaban en una habitación diferente, donde sólo habían velas iluminando el cuarto. Zayn estaba sobre ti, acorralándote con sus brazos y te sonreía mientras recorría su mirada por todo tu rostro.

- ¿Qué miras, tonto? -dijiste sonriendo.

- Todo. No puedo creerlo...

- ¿Qué no crees?

- Es que eres... tan perfecta. No tienes defectos- dijo susurrando y acercando más su rostro al tuyo. Sus ojos color miel penetraban los tuyos.

Besó tu frente y cerraste los ojos, tu respiración comenzaba a estar agitada. Luego besó tu mejilla y seguidamente tus labios, parecía que los saboreaba porque se quedó un rato en ellos. Luego pasó a tu cuello y succionó un poco dejando inmediatamente una marca.

Habías movido tus manos para acariciar el cabello del chico pero él tomó tus manos delicadamente. y negó levemente mientras sonreía de medio lado.

- Dijiste que no querías que fuéramos tan rápido. Y aunque me esté muriendo por quererte desnuda haré un esfuerzo sobrehumano- susurró con una voz seductora. Pero todavía tenías esperanzas... Después de todo, la noche era larga.