CAP 105.

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Un final y un comienzo

Pov. Mamá

Me había dormido inmediatamente. El cansancio de mi cuerpo era como si hubiese subido 20 kilómetros en una montaña y sin nada de agua o comida. Pero, finalmente y según los doctores, ya todo estaría bien.

Al volver a abrir mis ojos noté la luz brillante que entraba desde las cortinas de la sala de rehabilitación. Era un nuevo día. Me percaté que todo lo que vi ayer era verdad.

Daniela dormía junto a Logan arropados en el sofá. Megan dormía a boca abierta junto a Zayn en una silla larga y justo al lado, mirándome desde el suelo, estaba él. Mi esposo.

Sí, nunca tuve el valor de divorciarme. ¿Cómo separarse de alguien al que aún se ama? Era y es imposible para mí.

Me sonrió y las arrugas de sus ojos se acentuaron. No pude evitar sentir mariposas como una adolescente. Le devolví la sonrisa.

Se paró y caminó hacia donde estaba, peinó mi cabello.

- ¿Cómo sigues? ¿Mejor?

Asentí, realmente no podía hablar todavía. Y si lo hacía mi voz se quebraría, quería estar perfectamente para poder hablarle. De hecho en este preciso momento me moría de la vergüenza por estar en el estado que estoy.

- Te debes estar preguntando por qué regresé

No hice nada, sólo miraba sus ojos para que continuara hablando.

- .... Pero ¿Cómo separarse de alguien al que aún se ama?

Los ojos se me humedecieron. Apreté la mano que él me sujetaba

- También te amo- logré decir y sí, la voz se me quebró. Pero no fue tan grave como pensé, de hecho fue agradable poder decirlo en voz alta después de todos estos años.

- No pretendo irme, no me perderé más años de sus vidas.

Le sonreí y miré hacia donde estaba Megan. Había despertado y nos miraba atenta. Me recordaba tanto a mí. Era igual de terca, igual de amorosa pero desconfiada pero mucho más hermosa de lo que alguna vez hubiese deseado ser.

Sin decirle nada se deshizo del abrazo que tenía con Zayn y caminó a abrazarme.

- No me iré a Londres, me quedaré a cuidarte, no puedo irme- comenzó a sollozar mientras sus lágrimas caían.

Negué inmediatamente con la cabeza y miré a mi esposo. Él entendió.

- No, Megan. Tú debes ir. Estaremos bien, yo cuidaré de la salud de tu madre y de las locuras de tu hermanita.

- Pero...

- Sin peros, señorita. -Le reprochó él secándole las lágrimas y abrazándola y acercándose a su oído para susurrarle algo que no pude escuchar.

Y seguidamente me volví a quedar dormida

Al frente de la ventana -ZaynMalik-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora