La cabeza te comenzó a doler muchísimo y el dolor te forzó a abrir los ojos. Miraste a tu alrededor, no era tu habitación, o tu sala, o alguna parte de tu casa. No conocías nada de esos rincones. Intentaste pararte pero tu rodilla golpeó con una mesa que tenías al lado del sofá en el que estabas acostada.
- Auch! Con un demonio, maldi*ta sea!- exclamaste, escuchaste un ruido en otra habitación y de la nada salió un chico rubio con su pecho descubierto y una toalla tapándole sus partes. Lo miraste de arriba-abajo con la boca abierta y tragaste saliva. Kendall se acercó rápidamente a ti, sospechabas que salió corriendo del baño porque todavía el agua recorría su cuerpo.
- Estás bien? Qué te pasó?
- Ah? A mí?- preguntaste algo desconcertada y sin dejar de verle a los ojos.
- Sí, escuché que maldecías.
- Ah, eso! Me golpeé la pierna con esa... estú*pida mesa.- moviste tus manos para ponerlas en tus rodillas pero él se adelantó y examinaba tu pierna.
- Está algo hinchada, iré a cambiarme y te traeré unas cremas.
Asentiste con la cabeza y Kendall se fue alejando mientras te mordías el labio mientras que te arreglaste el cabello, comenzaste a sentir tus mejillas calientes y sabías que te estabas sonrojando.
Te levantaste pero te volviste a sentar porque te dio un dolor muy fuerte en la pierna e hizo que la cabeza te doliera de nuevo. Pusiste tu cabeza entre tus manos y sentiste que otras se posaban en tu hombro, volteaste y Kendall te miraba y con una sonrisa de oreja a oreja y con un pequeño pote en su mano derecha.
- Recuéstate en el sofá- pidió amablemente Kendall, eso hiciste y fue ahí cuando te diste cuenta que llevabas una camisa que no era tuya, era una playera que te quedaba gigantesca, casi como una bata, pero al momento de acostarte se levantó e hizo que tus pantis quedaran descubiertas, él sonrió de medio lado- tuve que cambiarte, los paparazzis derramaron una bebida en tu vestido cuando te cargué abajo del edificio.
- Estamos en un edificio? Espera... me cargaste?
- Claro, tuve que hacerlo, te veías tan tierna dormida que no quise despertarte.
Te sonrojaste al imaginarlo viéndote con ropa interior, pero te gustaba la idea.
- Iré a traerte el desayuno, aquí está la crema que te ayudará a sanar el golpe- tomaste la crema y viste cómo se iba de nuevo. Comenzaste a untarte el medicamento hasta que escuchaste que sonaba el timbre.
Te paraste para abrir la puerta y ahí estaba, viéndote con una ceja levantada. No estaba precisamente muy contento.
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Al frente de la ventana -ZaynMalik-
FanfictionZayn se consideraba un chico común y corriente, pero era extrañamente popular, y eso había conllevado a que pudiera acostarse con casi cualquier chica de su colegio. Todas, excepto una, Megan, la nueva estudiante de intercambio. Quien casualmente se...