Al frente de la ventana -ZaynMalik-

CAP 90.

Una escena de terror o...

- ¿Es en serio?

- Sí, mamá... ¿tiene algo de malo? – Preguntaste algo nerviosa

- Tiene todo de malo- dijo ella imponente pero al ver que se te humedecieron los ojos susurró mientras ponía su mano derecha sobre tu mejilla:-. Megan hija, eres muy joven.

- Pero, mamá... lo amo

- ¿Cuántos novios has tenido?- no entendiste el porqué de la pregunta pero respondiste

- Dos

- Exacto, sólo has estado con Carlos y con Zayn. ¿Cómo sabes que él es el amor de tu vida?

- Yo, no sé cómo explicarlo... sólo lo sé.

- No me parece lógico- concluyó ella haciéndote enojar. Te paraste de la cama mientras decías:

- Pues para mí sí

- Entonces no tendrás mi bendición- espetó mientras cruzabas la puerta. Te detuviste-. Y estoy segura que tu papá tampoco lo hubiese hecho.

- No te atrevas a hablar por él. Gracias por nada, madre- dijiste mientras las lágrimas caían por tu mejilla

Sin saber lo que hacías comenzaste a empacar tus cosas. Viste que Daniela entró en el cuarto pero no te importó

- ¿Qué sucede?- preguntó casi susurrando, te quitaste las lágrimas que no te dejaban ver y sonreíste débilmente

- Me iré por unos días, eso es todo

- Pero... ¿A dónde?

- No lo sé, tal vez... - balbuceabas mientras seguías metiendo ropa en tu maleta e intentabas pensar- a la casa de una amiga

- Pero acá no tienes amigas, bueno, está Roraima- propuso tu hermana y se te prendió el bombillo

- ¡Sí!- exclamaste sonriendo.- Para allá voy. Cuida a mamá ¿Sí?

Daniela asintió y sin despedirte de su madre saliste de la casa. Estabas harta. Toda tu vida nunca habías hecho las cosas bien según ella, pero según tu punto de vista lo habías estado haciendo bastante bien. Y esta no era la excepción, ¿Por qué no podía aceptar tu compromiso? Es decir, no te casarías hoy, ni mañana, podía ser dentro de un año o al menos 10 meses pero sucedería...

Tomaste un taxi que te dejó justo al frente de la casa de tu amiga. Una vez que llegaste te cuestionaste si debiste llamarla antes de llegar, pero ya estabas ahí así que caminaste hasta la puerta. Ibas a tocar el timbre pero notaste que la gran puerta de madera estaba abierta. La empujaste y entraste. La sala parecía una película de terror: el sofá estaba volteado, habían restos de un jarrón por todo el piso y las luces estaban apagadas. Comenzaste a temer por Roraima mientras tu corazón se disparaba.

Subiste las escaleras sigilosamente con cuidado de no tropezar o hacer ruido. Comenzabas a escuchar unos gritos, parecía ser un hombre y una mujer. Extrañada y con más curiosidad seguiste caminando hacia la habitación de tu amiga hasta que los gritos en realidad sonaban como... sí, gemidos. Seguiste avanzando y al igual que la puerta principal de la casa: la puerta del cuarto estaba entre abierta y ahí estaba: Roraima junto a James... o mejor dicho sobre él.