Al frente de la ventana -ZaynMalik-

CAP 106.

Londres Baby

Pov. Megan

Estiré mis brazos cuando noté que el avión había aterrizado exitosamente. Menos mal había escogido una ropa cómoda.

- ¿Descansaste?- me preguntó Zayn sonriente viéndome bostezar y asentirle.

- ¿Tú no dormiste?

- Preferí mirarte- dijo él acercándose para besarme pero lo esquivé riendo y haciendo que besara mi cuello.

FLASHBACK

Mi papá me abrazó y se acercó a mi oído para susurrar:

- No permitas que ocurra la misma historia, tienes a un chico increíble ahí – exclamó señalando a Zayn con la mirada.

Él seguía dormido. Tan vulnerable a lo que le pasara. Y entonces entendí: Por supuesto que lo amaba, pero mi papá también amó y ama a mi mamá y sin embargo ella lo alejó, ¿Por qué yo debería hacer lo mismo?

Miré a mi mamá y ya se había dormido.

FIN FLASHBACK

Antes de darme cuenta ya estábamos en el taxi camino a la casa. Recordaba esa habitación como si hubiese estado ahí ayer. Sentí mariposas al recordar todo lo que había sucedido allí.

- Que tengan buen día- escuché decir al conductor.

- Gracias- Exclamó el moreno y mientras salía del auto él sacaba las maletas.

El carro se alejó y él tomó mi mano y caminamos hacia la entrada. Todo estaba intacto. Dejó las maletas en el suelo y las llaves en una mesa de vidrio.

- No ha cambiado nada- dije observando todo.

- Sí- su voz sonó ronca, llena de deseo. Lo miré y se pasaba la lengua por los labios mientras miraba mis ojos.

- ¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?- pregunté divertida como la primera vez que nos conocimos.

Zayn sonrió de medio lado y levantando una ceja divertido. Me mordí el labio y él se acercó lentamente. Miré sus ojos por última vez y luego sus labios y sin pensarlo lo besé. Nuestros labios se unieron y se separaron. El hormigueo comenzó a crecer en mis labios y volví a besarlo pero ésta vez no pretendía separarme.

Posé mi mano izquierda entre su mejilla y su oreja sintiendo el cosquilleo por su barba prematura. Sus manos apretaron mis nalgas y mis piernas se retorcieron y caminaron intentando acercarse más a él. Hasta que finalmente pude sentir entre mis piernas su miembro duro chocando contra las telas de nuestra ropa. Él tomó mi rostro con ambas manos y detuvo nuestro largo beso.

L o miré sin entender mientras tomaba mi mano nuevamente y corría hacia las escaleras. Abrió la puerta que yo estaba mirando, sabía perfectamente que era su cuarto. Todo estaba oscuro pero él comenzó a encender un par de velas que estaban a cada lado de la cama y mientras tanto yo me quitaba la blusa y desabrochaba mi short, pero el botón no salía.

- ¿Me permites?- preguntó él viendo mi torpeza. Asentí suplicante.

De un jalón el botón salió volando hacia el otro extremo de la habitación pero haciendo que finalmente me pudiera deshacer de ese pedazo de tela. Zayn se quitó la camisa y desabrochó sus pantalones dejando a la vista sus bóxers grises. Se quitó los zapatos y yo lo imité.

Me miró con la cabeza gacha y se acercó como un tigre se acerca a su presa. Sus manos se apoderaron de mi cintura y de mi espalda presionando nuestros cuerpos. Gemí cuando ambos caímos sobre la cama y su miembro presionó más que nunca sobre mi entrada. Nuestras bocas se volvieron a encontrar y sin pensarlo mi lengua se metió en su boca para saborear la suya.

Él se movía dando círculos frotando su miembro sobre mis pantis. Agarré sus pantalones bajándolos con todo y ropa interior y ahí estaba duro como roca. Sentí cómo me mojaba más y más. El moreno desabrochó mi sostén y cuando se deshizo de ellos sujetó mis brazos hacia arriba de mi cabeza y los mantuvo ahí mientras iba doblando su espalda para llevarse uno de mis senos a su boca. Los lamía, los besaba y los mordía delicadamente.

Yo llevé mis piernas hacia sus nalgas para presionar más. En eso soltó mis brazos y bajó mis bragas. Llevó su miembro hacia mi feminidad, rozando lentamente con el clítoris y deslizándola de arriba –abajo. Me mordía tanto el labio que sentía que me los rompería.

- Zayn- gemí embriagada por el deseo

- Ya voy, nena- susurró justo antes de penetrarme.

Abrí mi boca para inhalar más aire y sin aguantar más bajé mis brazos hacia su espalda y comencé a rasguñarlo. Las embestidas eran lentas y torturadoras para mí. Entraba y salía con lentitud. Pero cuando sentí que las paredes de mi vagina comenzaban a temblar él comenzó a embestir con más rapidez.

En el medio de la oscura habitación sólo se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos al chocar, nuestras respiraciones entre cortadas y el chirriar de la cama.

Finalmente llegué al clímax al sentir el tan anhelado líquido. Él se detuvo apoyando sus brazos en la cama para mirarme. Acarició mi cabello apartando algunos pelos que tenía en la frente pegados por el sudor. Me besó los labios y sonrió todavía con la respiración agitada. Yo le sonreía.

- Nada como el sexo londinense- exclamé y él soltó una carcajada