El hombre del cuchillo.

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La tranquilidad y confianza de un psicópata, atrae a sus víctimas.

Creo que era un bebé cuando fui abandonada por mi familia, o madre, o padre o lo que sea.  Me dejaron en una casa con un par de extraños, ellos me obligan a hacer cosas que no quería, no tenía recompensas alguna, no tenía nada, solamente un colchón húmedo, podrido y con mal olor, dentro de una jaula de metal.

Nunca  tuve estudios alguno, nunca recibí una vacuna, tampoco sé leer ni escribir.

En síntesis, nunca salí del sótano.

Crecí por sí sola, bueno obviamente aprendí hablar por las personas que me visitaban,  también aprendí a caminar sola,  ya que nadie se tomó la molestia de enseñarme. Creo que, en esa casa, solamente era un perro o un adorno sin importancia.

Cuando cumplí cinco años, se me prometió ser el juguete de una chica, aunque era bastante varonil, pero tenía el cabello largo.

Ella tenia mi misma edad, fue la primera persona que no me lastimo, ni se burlo de mi. Parecía tenerme lástima, o algo por el estilo. Gracias a ella conocí el mar y la ciudad, obviamente desde un televisor. El mar es enorme, con barcos piratas a los que la brújula no le viran al norte, tienen un jarrón de tierra, también monstruos con muchos tentáculos y sirenas que se enamoran de sacerdotes y también existe una fuente de la juventud. También vi la ciudad, pero me parece mucho más lindo él océano, ya que por  la invasión los extraterrestres, en la ciudad quedó completamente devastada además, dejaron a ese monstruo enorme y verde suelto.

A mis 11 años tuve mi primer periodo, no fue como  el primer periodo de cualquier chica, lo mío fue bastante bizarro. En vez de regalarme un chocolate y rosas por haberme convertido en una mujer, comenzaron a golpearme por manchar las sábanas. Y de mala gana enseñarme a ponerme las toallas femeninas en las bragas, ya que ahora las tenía que usar.

A mis 14 años la verdadera pesadilla comenzó.

FLASHBACK.

Ya era muy de noche y por la pequeña ventana en el sótano, podía ver las estrellas. Estaba cantando o tarareando una canción, que la verdad no recuerdo, hasta que la puerta del sótano, arriba de las escaleras, se abre. Por los zapatos de tacón que se escucha sé que es la mujer  que me da de comer y se asegura de  mi higiene  personal.

-A ver maldita niña, ven aquí.-  dice con tono de desagrado, al referirse a mí, sin perder mucho tiempo me apuro a caminar a ella ya que no le gusta perder tiempo, y menos si se trata de mi.

Camino con paso apresurado a ella que se encuentra sentada en el sillón, fumando un cigarrillo, mirando la parte que se quema de este. Ella al verme hace un gesto de desagrado con un gruñido, deja el cigarrillo en el borde de la escalera, que se encuentra del lado del sillón, cuando da la vuelta para mirarme haz una extraña seña con su mano para acercarme a ella. Extiende su mano a mí, para que la tome, cosa que nunca hizo conmigo.

Cuando tomó su mano ella me mira por lo que parece una eternidad, logrando ponerme más incómoda lo que yo estoy.

-cuéntame niña ya tienes16 años ¿no?-

-tengo 14.- corregí confundida.

-14.- murmura para si misma mientras asiente con su cabeza y me examina de arriba a bajo.

-si no me equivoco, el año pasado te vino la regla ¿cierto?-

-Eemm me vino hace dos años y medio.- contesto en un susurro casi inaudible.

 Jeff The Killer  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora