Mi tierno y dulce psicopata

381 27 3
                                    

-Su ropa ya esta en las maletas y en el auto, y la direccion esta programada en el GPS. - dice Hellen,  dándome las llaves del auto.

- La casa esta impecable,  tienen todo lo que necesitan en ella, la nevera las alacenas estan todas llenas, su cama esta armada, con colchas limpias y nuevas.-  dice Leina enumerando las codas con los dedos de su mano.

-Y en el baño de una de las habitaciones, del tercer piso, tienen un regalo que les va a encantar. - dice Hellen con su risa macabra.

- ¿como nos daremos cuenta que es el baño correcto?- pregunta mi pequeña.

- La sorpresa es grande y se les va a ser fácil encontrarlo, solo sigan los gritos de los 9 hombres.- dijo Hellen ensanchando su sonrisa provocando que yo haga lo mismo, al darme cuenta de cual es la sorpresa. - y tambien si quieren mucha mas sangre abran el grifo.- me dijo en voz baja para que lo escuche solamente yo.

- Y como para papá, el matar es tan importante como respirar, Hellen te guardo una enorme colección de cuchillos, dagas etcétera,  para que te diviertas y llevo parte de tu colección ya que los tuyos son personalizados. - dijo eso y me dio un abrazó. - pasenla bien y espero que vengan con un hermano para mi.-

- lo dudo mucho Leina. - dijo y me monto al auto despues de saludar a Hellen, Artemis los saluda a ambos con un abrazo y se coloca en el asiento del copiloto.- ¿lista pequeña?-digo ensendiendo el GPS.

-Contigo siempre.-

(...)

Al llegar a nuestro destino después de tres largas horas en las que se me durmio el culo  llegamos al fín.

Tanto Leina como Hellen dijeron que era una casa de playa. Arte y yo pensamos que era pequeña y acogedora.  Nunca pensamos que era una maldita mancion con complejo de castillo.

- Es enorme.- dice Artemis asombrada.

- pero te encanta. - dije en doble sentido, ella me miro y se que tubo que contener el guirar los ojos.

- me refiero a la casa, no al paquete de entre tus piernas.-

- ya lo se, es que tu tienes una mente pervertida.- digo sintiendo inocente.

- aún asi, me refería a la casa. - dijo señalando la.

- ¡oohhh! Lo siento pequeña mala mía...  igual es enorme. - dije contemplando la vista desde la casa  hasta la playa.

- lo se... y esta vez me refiero a tu pene.-  sonrió de la forma mas picara y sensual posible.

- pequeña degenerada,  que hare contigo.-

- encontrar nuestra cama y sacarme la ropa.- dijo ella muy simple.

- si pero primero quiero encontrar ese regalo de Hellen que esta en alguno de los baños.-

- primero tenemos que bajar las maletas.- la mire con mi mejor cara de pocos amigos.- no me pongas esa cara Jeff,  esta a punto de llover y luego de nuestro baño de sangre nos tenemos que bañar.-

-por mi puedes estar desnuda y cubierta de sangre.-

- se lo que provocó en ti cundo estoy desnuda y cubierta de sangre.-

- si lo se y de eso se trata la luna de miel.-

(...)

Luego de bajar del auto todas las maletas y de encontrar nuestra habitación, tomados de las manos comenzamos a buscar por toda la casa ese baño con los 9 hombres. Que al escuchar nuestros pasos comenzaron a gritar, haciendo nuestra búsqueda mas facil.

Al en entrar a la habitacion nos encontramos con algo extremadamente peculiar.

- creo que esta es la casa de Cristian Grey,  y este es su cuarto rojo...- dije acariciando con mis dedos los latigos. Me guire y mire a Artemis con una sonrisa divertida. Ella giró los ojos, abriendo algo que parecia el armario pero era el lugar en donde se encontraban todos los cuchillos y las dagas. - tambien creo que le saquearé la casa a Hellen - contemple los cuchillos  de plata y oro.

Los dos salimos de la pieza de los cuchillos y nos dirigimos al baño.

Era el maldito paraíso,  era la fantasía de todo enfermo mental y psicópata.

En medio del baño se encontraba una bañera con complejo de jacuzzi y pileta. Una cascada que por más que la mires donde cae la espeza sangre  nunca se llena la bañera.

No había nueve hombres,  había diez hombres en cada cara de la maldita bañera, cada uno con una guillotina improvisada en sus cuellos, obviamente la tenemos que activar cada una a mano. Seguramente por cuidado de Artemis y cuidado de la estupidez mia.

Artemis comenzó a decapitar a los hombres. Comenze a quitarle la ropa que traía puesta,  a la hora de llegar a sus bragas a masturbarla con la tela de la misma.

Una ves que me despoje rápidamente de mi ropa,  y de que hayamos decapitado a los cuarenta hombres, nos metimos al jacuzzi. 

Verla otra vez cubierta de sangre hace que cada milímetro de mi se encienda.

Cap corto si pero estoy con los estudios y mi otro libro, y además en mi casa estan construyendo una pieza asi que tengo todo descajetado casi me largo a llorar cuando encontré el cargador de la netbook . Los amo ( mentira) el fin de semana subo la continuación de este Cap


 Jeff The Killer  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora